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EX JUGADORES DE BOCA RESPONDEN A ANTONIO RATTIN

UN ESCÁNDALO CON FE DE RATA

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Antonio Rattín está solo. Gatti, Sa y Lorenzo. ¿Buenos tiempos?

El ex técnico dijo lo que todos sabían pero nadie puede probar.


Por D.L.

t.gif (67 bytes) Como si pocas cosas sucedieran en la cotidianeidad de Boca estalló un escándalo con retroactividad. Carlos Damián Randazzo denunció el lunes que "en mi época se daban todos"; ayer, Antonio Ubaldo Rattín denunció que en 1980 recurrió al doping de sus jugadores para salvar a Boca del posible descenso y recibió como respuesta duras acusaciones de varios de aquellos futbolistas. Por donde se mire el asunto, la hipocresía ha quedado en descubierto.

Randazzo fue un modesto jugador de Boca que también pasó por River, Racing y Argentinos. Tuvo fama veloz y efímera. Fue un playboy de fugaz reinado que supo compartir las primeras noches de jolgorio con Diego Maradona, a quien le presentó a Guillermo Coppola. Su estrella se apagó pronto, envuelto en casos de drogas y acusado de un asesinato del que no se comprobó su culpabilidad pero que le consumió más de un año de detención en Caseros. Hoy pasa sus días en La Angostura, donde confesó a El Gráfico que "en mi época se daban todos". Rápidos de reflejos, los cronistas de Olé entrevistaron a Antonio Rattín, una gloria boquense, que fue técnico del Boca del '80 en uno de los peores tiempos institucionales y futbolísticos del club. Se hizo cargo de los despojos que había dejado Juan Carlos Lorenzo tras cuatro años de éxito y antecedió a Silvio Marzolini, quien en el '81 logró el título con Maradona, Brindisi y algunos de la "vieja guardia" como Pernía, Sa y Mouzo.

"Terminó la primera rueda (del torneo del '80) y salimos anteúltimos. Entonces, en la segunda llamé al kinesiólogo (Aldo Divinsky) y le dije: "Dele piedra libre. Al que pide una droga, dele dos. Y ganamos", dijo Rattín a Olé. Luego agregó que cuando dirigía a Gimnasia en el '79 quiso darle drogas a sus jugadores pero no las consiguió "porque escaseaban, en esa época la usaban los guerrilleros y el Pervitín había que ir a buscarlo a Brasil y no teníamos medios". Rattín dijo que a causa de jugar en desigualdad de condiciones, Gimnasia se fue al descenso tras un cuadrangular con Atlanta, Chacarita y Platense, que conservó la categoría.

Conocidas las declaraciones de Rattín, varios ex dirigidos suyos que también jugaron en la época de Lorenzo criticaron al entrenador pero ninguno lo desmintió categóricamente. Vicente Pernía dijo que "habla así porque es un fracasado" y le exigió "que dé nombres porque no se puede tirar una bomba así". Jorge Ribolzi dijo que "Rattín hizo una mariconada. Dice mentiras. Es una falta de respeto que haya dicho eso porque uno tiene familia". Jorge Benítez y Roberto Mouzo se expresaron en términos parecidos. Sin embargo, Rubén Suñé, capitán de aquel equipo de Lorenzo que luego heredó Rattín, ratificó en El Gráfico las declaraciones de Randazzo.

Ninguno de los ex jugadores de Boca que salieron a responderle a Rattín dijeron "yo no me drogué". Lo que no le perdonan a Rattín es haber hablado, haber alzado la voz para ratificar lo que siempre se supo pero de lo que nadie tiene pruebas concretas. Cualquiera que haya participado de alguna actividad vinculada con el fútbol, jugador, técnico, preparador físico, periodista, sabe que el uso de los estimulantes era moneda corriente y no sólo por Boca. Que incluso se siguió utilizando clandestinamente una vez instaurado el control. Un ex jugador de River en los tiempos que lo dirigía Héctor Veira suele contar que más de una vez iba al baño antes de los partidos a escupir las pastillas que le daba el médico. Julio Grondona, quien curiosamente no apareció ayer en los medios, cuando habla de las drogas en el fútbol, aunque sea informalmente y "off the record", admite que era común el uso de estimulantes y que "por eso pusimos el antidoping en esa época". El famoso "código" del fútbol ha quedado en descubierto. Esa suerte de "omertá" rioplatense recibió un duro golpe. Hay cosas que son indemostrables pero la hipocresía, cuando alguien corre el velo con que se viste, queda desnuda. Y da vergüenza.

 


 

MOUZO REFUTA

"SON TODAS PAVADAS"

t.gif (67 bytes) "No puede ser que después de 18 años salga a decir todo esto, es una barbaridad, son todas pavadas. Al Rata lo van a linchar", dijo a Página/12 Roberto Mouzo, ex jugador de Boca, integrante del equipo conducido por Antonio Rattín en el año '80.

Molesto con las revelaciones de Rattín, Mouzo sostuvo que él no se siente tocado con todo esto porque sabe cómo fue su trayectoria en el fútbol y nadie podrá ensuciar su conducta. "Todavía no pude comunicarme con él, pero cuando lo haga le voy a exigir que dé nombres. Seguramente le va a caer un juicio por todo esto, y no tendrá manera de defenderse", agregó. Mouzo explicó que en ese año, él solamente jugó 15 partidos debido a una hepatitis y que no tenía una buena relación con Rattín. "Si yo me llegaba a drogar ese año que me agarré la hepatitis, ahora estaba tocando el arpa", se despidió Mouzo.

Juan Carlos "Toto" Lorenzo, técnico de Boca hasta fines del '79, salió al cruce acerca de las declaraciones de Rattín: "No es serio que salga a decir lo que dijo, tampoco me parece claro eso de que recibió un equipo todo roto. Físicamente, los jugadores estaban en buen estado. No se por qué apareció ahora con todo este circo". Lorenzo no llegó a desmentir ayer la acusación de Rattín sobre la sospecha de que el equipo jugaba con algún tipo de "ayuda".

 


 

AQUEL EQUIPO DEL TOTO

t.gif (67 bytes) El Boca dirigido por Juan Carlos Lorenzo entre 1976 y 1979 fue uno de los más exitosos en la historia del club. Sin embargo, todas sus conquistas fueron sospechadas por la supuesta utilización de estimulantes para mejorar el rendimiento de los jugadores. "El secreto de ese equipo es que tenía mucha hambre y entrenaba en triple turno", se defendieron siempre Lorenzo y el preparador físico de ese conjunto, Jorge Castelli.

Lo llamativo es que tras el exitoso ciclo de Lorenzo, la mayoría de los futbolistas de ese plantel declinó su rendimiento. Salvo Roberto Mouzo, Hugo Gatti, Vicente Pernía y Darío Felman --vendido a España en el inicio de la era Lorenzo--, el resto no mantuvo su nivel durante mucho tiempo. La base del equipo que ganó la Intercontinental, dos Libertadores y llegó a otra final, terminó peleando el descenso un año después, bajo la conducción de Ubaldo Rattín.

Además, varios jugadores tuvieron dificultades extrafutbolísticas: Francisco Sa y Juan Taverna dieron positivos en sendos análisis antidoping; Carlos Salinas y Carlos Randazzo se vieron involucrados en casos policiales y de drogas; Rubén Suñé tuvo un intento de suicidio, mientras que Hugo Perotti se retiró a los 26 años perseguido por las lesiones.

 

 

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