MARCHE PRESO POR INCONSCIENTE
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El Gobierno podría presentar una denuncia por apología del delito contra el inconsciente de Mariano Grondona. El presidente Carlos Menem, que respondió en La Nación una columna de Grondona publicada en el mismo diario, sugirió que el inconsciente del periodista quiere que el Presidente sea asesinado. Aunque aseguró que "mi conciencia no desea algo así ni para Menem ni para nadie", Grondona, consultado por Página/12, admitió que su inconsciente "por definición, no puede conocerse, por lo que no puedo hablar por él". Sigmund Freud no coincidiría jamás con semejante afirmación. Como explicó a Página/12 la psicóloga Hebe Perrone, "Freud afirma que hay una parte del inconsciente a la que nunca se puede acceder, pero el resto puede ser conocido a través del sueño, el chiste o el acto fallido". La mecha que encendió la discusión sobre el destino presidencial fue la emergencia que sufrió el Tango 01 cuando intentaba aterrizar en Wellington, la semana pasada, durante la visita a Nueva Zelanda. Los vientos huracanados que casi provocan la caída del avión estimularon el análisis de los periodistas, que discreparon sobre las consecuencias de la eventual muerte de Menem. Julio Nudler, de Página/12, afirmó que el incidente no encendió ninguna luz roja en la economía argentina, que no depende de la presencia del Presidente para continuar su rumbo, como sí lo hacía cuando Menem fue internado por problemas en su carótida. Germán Sopeña, en cambio, aseguró en La Nación que "fue mayoría el número de empresarios que imaginaron una situación de elevado riesgo económico". En su columna del domingo pasado en ese diario, Grondona eligió como punto de partida la frase que Menem pronunció en medio de la tormenta. "No temáis, que vais con César y su estrella", dijo Menem a su hija y a una treintena de acompañantes. "Sigue adelante, mi amigo. Nada temas: en tu barca llevas a César y a su estrella", dijo el emperador al contramaestre del barco en el que viajaba, también amenazado por vientos huracanados. Grondona acrecentó la comparación entre Menem y César al afirmar que ambos sacan a relucir su coraje frente al peligro. También, según el periodista, los dos líderes comparten "el deseo de ser reconocidos como superior a los demás (en griego megalotimia)". Pero opuso al dictador romano el ejemplo de dos líderes de la antigüedad igualmente megalotímicos, Alcibíades y Coriolano, "a quienes los ciudadanos, después de aceptar sus inestimables servicios, los enviaron al retiro". "Si la Argentina es una república ascendente, el destino de Menem será el de Alcibíades y Coriolano", concluyó Grondona el domingo. Ayer, La Nación publicó "El día que mataron a Menem" con la firma del presidente y una redacción elogiada por el mismo Grondona. "No es que el ejemplo me resulte simpático y hasta me parece, si nadie se ofende, un poco truculento", comienza la nota en alusión a la hipotética situación planteada por Grondona. Después, destaca que si su muerte no habría afectado la continuidad institucional, política y económica del país, como asegura el periodista, eso se debe a la transformación experimentada por la Argentina, en la que "algo ha tenido que ver este gobierno". Finalmente, la nota parece oponerse a u tercer mandato de Menem. "Los gobiernos que trabajan en serio por el futuro no se desvelan por mantener esa sensación de imprescindibilidad" de los tiempos de la carótida. "Al contrario, saben que ese futuro grande se hará más palpable cuanto más prescindibles sean sus gobernantes", afirmó Menem. Pero lo más jugoso está al final, cuando el Presidente ataca al periodista en el costado que, supone, más le duele. Ni política, ni especulación, ni análisis de la realidad socioeconómica. Menem acusa -veladamente- a Grondona de desconocer la historia de los personajes que él mismo escogió para la comparación. Después de dos notas al pie que sintetizan sendas biografías, Menem le señala que "como se sabe, tanto el general griego como el romano terminaron ferozmente asesinados". Marta Royo, profesora de Latín, confirmó a Página/12 la versión menemiana de la historia, aunque destacó que Tito Livio se inclina por otra de las varias hipótesis sobre el fin de Coriolano: la que afirma que el general murió de viejo. Además, Royo dijo que el romano "es el prototipo de traidor a la patria y representaba los intereses más conservadores", y resaltó la utilización de figuras históricas como Coriolano y el César, prototipo de dictador. Grondona dijo a este diario que no puso los ejemplos "por la forma en que murieron sino por la diferencia que marcan con respecto al César". Menem, en cambio, había escrito: "Que después de fantasear con mi muerte me augure tal destino me hace pensar, cuanto menos, en un desliz de su inconsciente".
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