POR PABLO VIGNONE
En un segundo se define una esperanza. En menos de un segundo, Esteban Tuero pasó de ser
Gardel con sus guitarristas a transformarse en una oportunidad perdida. En mínimas,
efímeras, indelebles tres décimas de segundo, el piloto argentino bajó de un
hipotético 18º puesto a un verídico 20º --anteúltimo en la parrilla de méritos
cronometrados-- y desnudó, una vez más, el exitismo endémico de sus compatriotas. El
Minardi-Ford nº 23 hoy larga desde la décima fila el Gran Premio de la Argentina de
Fórmula 1, en el año 17 DR (después de Reutemann), una carrera que no presenta a los
dos McLaren en la pareja protagónica. Es la tercera fecha del Mundial de Fórmula 1 y se
larga a las 13 sobre 72 vueltas al circuito de 4259 metros.
Hace poco más de un mes, cuando Tuerito enfrentaba su debut en
Australia, se temía que no pudiera clasificarse dentro del 107 por ciento requerido por
el reglamento. Pero, al cabo, ayer se entrevieron caras compungidas porque el argentino
quedó 20º delante de su gente. ¿Cómo se entiende?
El choque del viernes y la lluvia de ayer desorientaron al equipo
Minardi como nunca en lo que va del campeonato. El coche con el que Tuero salió a
clasificar no era amigable ni podía tenérsele excesiva confianza. No se sabía cómo
hacerlo caminar de la manera más óptima posible. "El auto tiene una puesta a punto
muy difícil de manejar" se confesaba el joven chofer.
Habían terminado de componerlo a la medianoche del viernes --la
reparación costó finalmente 65.000 dólares--, pero no hubo tiempo suficiente ni en la
pista ni en el cielo como para entender de qué manera podía rendir a pleno. "Nos
arriesgamos a cambiar el diferencial y los valores de suspensiones para que mejorara la
tracción y fuera menos nervioso en la entrada a las curvas, pero no dio resultado"
monologaba Tuero. Por lo tanto, la posición final quedaba librada a la actitud del chico.
"Esa última vuelta era clave. La pista está dividida en tres
sectores: en el primero, igualé mi record; en el segundo, lo mejoré. Venía como para
bajar el tiempo unas tres décimas: Giancarlo (Minardi) cree que podría haber sido medio
segundo. Pero llegué a la Horquilla, la última curva del circuito, y quise bajar aún
más. Me equivoqué yo: aceleré antes y el auto pegó una patinada. Y chau".
Del 1m 30s 158 que lo clasificó vigésimo al hipotético 1m 29s 850
--esas tres décimas fatídicas-- había dos puestos. Si no se hubiera apurado, el 18º
lugar habría sabido a lógica mezclada con hazaña. Y hoy correrían ríos de euforia
esperando la carrera del argentino.
Eso es todo: Tuero hizo lo que pudo y se equivocó porque tiene 19
años y está corriendo su tercera carrera en Fórmula 1. "Me gustaría que lloviera,
porque tendría más posibilidades --se ilusionó ayer--. El problema es que la ida de
trompa recurrente del auto se pudo curar para la clasificación, pero hay que ver qué
pasa cuando tenés que dar muchas vueltas seguidas".
Tuerito debe guardar bajo vigilancia más de una variable, además de esa trompa
indómita que lo puede dejar mirando para cualquier lado en el peor momento. La salud de
su coche no es una preocupación menor: el piloto quiere "por lo menos terminar la
carrera", toda una novedad en su campaña. Tendrá un motor fresco pero menos potente
que en clasificación, y miles de dedos cruzados acompañándolo en las tribunas, que no
llegarán a desbordar. La promesa de la carrera es una posible lucha entre David Coulthard
y Michael Schumacher. Lejos de lo que produzca el corredor argentino. Habrá entonces dos
focos de atención. Todo es más incierto de lo que se preveía. Adelante y atrás.
EL PROGRAMA PARA HOY
8.30 a 9.00 Pruebas de tanques llenos de
Fórmula 1
10.10 a 10.30 Desfile de pilotos de Fórmula
1
10.45 a 11.15 Carrera de Super Turismo (16
vueltas)
12.30 a 12.45 Grilla de partida de Fórmula 1
13.00 Gran Premio de la República Argentina (72 vueltas) |
 |
DENNIS Y MINARDI, UN AMOR DE MARTILLO
El McLaren
de Coulthard superando en la Curva de la Confitería al Minardi de Nakano (foto) prueba
que los extremos se tocan en la pista. No sucede lo mismo en los boxes, ya que Ron Dennis
(manager del equipo inglés) y Giancarlo Minardi no se pueden ver. "Todo sucedió
--cuenta Angel Guerra, invitado especial del equipo italiano-- en una carrera de Fórmula
2 en 1979, cuando yo corría para Minardi y Dennis era dueño del equipo Project Four. Di
una vuelta de más en clasificación, sin quererlo, y el inglés vino a protestar como
loco. Minardi se calentó tanto que, cuando Dennis se fue, agarró un martillo y corrió
como para pegarle en la cabeza. Por suerte, lo agarraron entre varios". Desde
entonces casi ni se saludan. |

|
UNO X UNO
Williams. Pálida actuación de Frentzen (6º) y Villeneuve
(7º). Las nuevas gomas Goodyear no fueron tan efectivas como en otros equipos.
"Estoy decepcionado --dijo el alemán--. Esperaba al menos un cuarto puesto." El
canadiense curó la ida de cola de su coche, pero no fue suficiente.
Ferrari. La hazaña fue de Schumacher (2º) que se metió como cuña entre los
McLaren, pero Irvine (4º) probó que la mejora es de toda la escuadra. "Mejoramos
porque las gomas, que son mejores, nos permiten usar una puesta a punto más eficaz",
sentenció el alemán, que no quiere lluvia para hoy.
Benetton. Wurz (8º) podría haber mejorado su tiempo si Damon Hill no hubiera
hecho un trompo delante suyo. A Fisichella (10º) le quedó mucho trabajo por hacer: no
está conforme con su coche y la ventaja de las Bridgestone no se notó.
McLaren. Por primera vez en el año, no pudieron hacer el "1-2" en
clasificación. Coulthard (1º) marcó en la pole en su tercer intento, pero cuando quiso
bajarlo en el final, se abrió demasiado y perdió tiempo. Hakkinen (3º) no pudo
aprovechar una vuelta sin obstáculos y no logró una puesta a punto más permisiva.
Jordan. Ralf Schumacher (5º) clasificó a menos de un segundo de Coulthard:
"Podría haber bajado un par de décimas más de no haber bloqueado los frenos en la
última curva" aclaró. Hill (9º) entró en trompo en su último intento.
Prost. Bajo la lluvia matinal, Panis (15º) caminó correctamente, pero en lo seco
no pudo mejorar lo del viernes. Trulli (16º) no alcanzó a terminar su último giro, con
un coche poco adaptado a su estilo de manejo.
Sauber. Alesi (7º) enmendó el error del primer día, y se las arregló para
entrar entre los diez primeros, en un auto con mucha ida de cola. Herbert (15º) usó
tanto su coche (con problemas de frenos) como el muletto (se quedó con problemas de
caja).
Arrows. Finalmente pudieron imponerse a los Minardi. Salo (17º) se quejó de falta
de tracción e ida de trompa, mientras que Diniz (18º), que había viajado bien en la
lluvia, sufrió problemas con el piso seco.
Stewart. Barrichello (14º) no estaba feliz con su puesta a punto para una vuelta
rápida. Magnussen (22º) se despistó muy pronto y con el muletto, adaptado al
brasileño, no pudo mejorar.
Tyrrell. Takagi (13º) resultó el mejor usuario de un motor Ford, aun cuando el
suyo no es oficial. Rosset (21º) no entró jamás en sintonía con su coche.
Minardi. La puesta a punto de los autos no mejoró durante las pruebas matinales.
Nakano (19º) tuvo problemas de frenos e ida de trompa. Tuero (20º) se quejó de tener
poca tracción y se equivocó en su última vuelta. |
|