EL TITULAR DEL FMI RATIFICARA ANTE ROQUE EL INFORME TECNICO DEL FMI

CAMDESSUS CONDUCE, TER MINASSIAN DIGNIFICA

PAGINA/12 EN ESTADOS UNIDOS

Por Maximiliano Montenegro

Desde Washington

El informe económico mundial que hoy difundirá en esta ciudad el Fondo Monetario confirma la preocupación con la que el organismo monitorea el salto del déficit externo en Argentina y ratifica la necesidad de un ajuste. Dice que este año Argentina crecerá un 5,5 por ciento, frente al 8 por ciento del '97. Pero destaca que pese a ese menor crecimiento, como consecuencia de la desaceleración de las exportaciones y mayores pagos por intereses de la deuda, "el déficit de cuenta corriente seguirá aumentando, lo que es un elemento de vulnerabilidad". De los 46 países incluidos en las estadísticas del FMI, Argentina es el cuarto de mayor desequilibrio externo, sólo detrás de economías muy abiertas y con mejor acceso al financiamiento internacional. También menciona que es uno de los países que más competitividad perdió a causa de las devaluaciones asiáticas y la apreciación del dólar en relación a las monedas europeas. El fluido diálogo telefónico que Carlos Menem mantiene con el francés Michael Camdessus no será obstáculo para que el director gerente del Fondo avale públicamente las advertencias y reclamos al gobierno efectuados por la misión técnica que estuvo en Buenos Aires.

Roque llegará mañana a esta ciudad, con agenda abierta, en búsqueda de una señal positiva de la más alta jerarquía del Fondo Monetario, que relativice el duro documento elaborado por la misión que encabezó a principios de mes la italiana Teresa Ter Minassian. Sin embargo, una fuente confiable del organismo descartó de plano un gesto parecido y adelantó cuál será el discurso del director gerente del organismo, --de ser consultado--, mañana por la mañana, cuando realice una conferencia para la prensa internacional. "Camdessus va a ratificar el contenido del informe que elaboró la misión técnica enviada a Buenos Aires. Es impensable que vaya a desautorizarlo. Ya lo adelantó en reuniones internas que tuvimos en el organismo: el Fondo Monetario debía advertir a las autoridades argentinas que el déficit de cuenta corriente es algo preocupante y que deben hacer ajustes en la economía", afirmó el funcionario a Página/12.

Según la misma fuente, todo lo escrito por la misión estaba en conocimiento de Stanley Fischer, el influyente vicepresidente del Fondo, quien supervisa los dictámenes económicos del organismo. Tras las críticas que escuchó del gobierno argentino, Fischer, quien cuenta con el respaldo inapreciable del gobierno norteamericano, le recomendó a Teresa Ter Minassian que guardara silencio en los próximos días. A cambio, le aseguró que contará con el aval de los máximos funcionarios del Fondo.

"Nunca se desautoriza un documento del staff de economistas. Algo así haría al FMI perder toda credibilidad. Las mismas críticas que recibimos la semana pasada en Buenos Aires, las escuchamos en muchos otros países donde los staff regionales hacen informes técnicos. Pero en todos los casos son avalados por el comité ejecutivo del organismo", contó la fuente.

--Usted sabe, Menem en los últimos días contó que habló varias veces telefónicamente con Camdesuss y que durante esas conversaciones no había escuchado más que elogios para la economía argentina.

--Una cosa es lo que se dice a nivel político antes de la aparición del informe del staff de técnicos. Una vez que éstos dieron su opinión,

Camdessus los respalda. Si se escribió ese informe sobre Argentina es porque el FMI está seguro de que era necesario hacerlo.

--¿Puede haber un nuevo documento en los próximos días alabando la situación de la economía argentina, en coincidencia con la estadía de Roque Fernández en Washington?

--No creo. Lo que se hizo sobre Argentina ya está escrito. En todo caso, lo único especial que puede aparecer sobre Argentina es lo que figura en el World Economic Outlook que se difundirá mañana (por hoy).

El documento sobre las perspectivas económicas mundiales, al que accedió este diario, reduce el pronóstico de crecimiento de la economía mundial, para este año, al 3,1 por ciento, frente al 3,5 que se esperaba en diciembre pasado y al 4,3 en octubre, antes de la crisis. "El impacto de la crisis asiática sobre el crecimiento mundial ha sido más severo de lo que se esperaba en diciembre", reconoce. En tanto, está teñido por completo por un solo tema: cómo prevenir nuevas crisis, como la asiática, en los países emergentes.

En ese contexto, todas las referencias a Argentina repiten la preocupación por la vulnerabilidad externa. Ello queda expresado cuando menciona el fuerte déficit de cuenta corriente que tendrá el país este año: 4,75 por ciento del PBI, unos 17 mil millones de dólares. De los 46 países relevados por los técnicos del organismo, ese desbalance sólo es superado por Nueva Zelandia, Chile y Australia.

Argentina vuelve a quedar descolocada cuando se habla de la pérdida de competitividad que sufrió en los últimos tiempos: según el FMI, el peso se apreció un 9,4 por ciento en relación a una canasta de monedas que incluye a los principales socios comerciales. En otros términos, sus exportaciones hacia esos socios se encarecieron en esa proporción y las importaciones desde esos países se abarataron otro tanto.

El informe también rescata la importancia del ajuste realizado en Brasil (bajará el déficit fiscal en más de dos puntos del PBI) para la estabilidad de Latinoamérica y, por contraste, deja en claro que Argentina no ha tomado medida alguna y que está en deuda. En este sentido, contiene un perlita: según los técnicos del Fondo, el déficit fiscal del gobierno argentino llegará este año a 2,3 por ciento del PBI, unos 7.500 millones de dólares.

En los últimos días, Roque Fernández repitió una y otra vez que el déficit fiscal es sólo 1 por ciento del PBI (poco más de 3 mil millones de dólares), para justificar la inviabilidad política del ajuste que reclama el FMI. Teniendo en cuenta que el rojo en las provincias este año no superará los 500 millones, la diferencia se explica porque el Fondo Monetario ahora contabiliza todas las partidas extrapresupuestarias (como los fondos fiduciarios para obra pública y desarrollo provincial) como gasto público. Y por ende, considera que todavía hay margen para ajustar.

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