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"Garzón no puede investigar en la Argentina", le dijo ayer a Página/12 Carlos Soria. El legislador, que integra la delegación peronista que llegó a España este lunes para reclamar por la causa de Noemí Esther Molfino, confirmó así las verdaderas intenciones del polémico viaje que bajo la apariencia de una demanda de justicia en realidad busca cuestionar la investigación que el magistrado lleva adelante por los crímenes de la dictadura militar argentina. "Garzón quería que nosotros le contemos a él lo que sabíamos sobre la muerte de españoles en nuestro país, ¿acaso nosotros tenemos que investigar para decírselo a él? Por qué no se ocupa de investigar la muerte de una argentina en España?", se preguntó el presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales de la Cámara baja. En los principales diarios de España hubo comentarios críticos para el periplo que la comitiva del PJ, encabezada por el jefe del bloque, Humberto Roggero, despliega en territorio madrileño. --Garzón es uno de esos tipos que por definición nunca son chicha ni limonada. Hace procedimientos espectaculares que no se basan en ningún sumario sustancial, pero dan que hablar porque son rimbombantes. Esto le pasó en España con muchas de la investigaciones que inició. Es un hombre que gana mucha popularidad cuando inicia un combate contra la corrupción en España, pero se subió al primer colectivo que pasó lentamente, y fue funcionario del gobierno de Felipe González. Cuando vuelve a la Justicia le otorgan, curiosamente, el mismo juzgado que tenía antes. Pero ya no se dedica a combatir la corrupción política, ahora cambió el perfil y se abocó exclusivamente al narcotráfico. --Se ve que no tiene la mejor opinión del juez Garzón. --Pero no es sólo de él, quien no es ajeno a la Justicia española, que está tan desprestigiada como la de nuestro país. En una encuesta realizada en febrero de este año y que publicó el diario El País, la Justicia aparece como la de peor imagen entre las instituciones del Estado. --¿Qué opina, concretamente, del juez Garzón? --Que es una mezcla rara de Piotti y de Beliz (respecto al ex juez y secretario de Seguridad bonaerense Luis Piotti y del ex ministro del Interior Gustavo Beliz). Es muy difícil desde un país como la Argentina, que sufrió la dictadura militar y la violación a los derechos humanos, tratar de esmerilar a un juez que, bien o mal, usando vedettismos sensuales, trata de investigar los horribles crímenes; es difícil de criticar. Yo no desconozco algunos de sus pequeños logros parciales, como el caso de las cuentas de militares argentinos en Suiza. --Entonces, ¿qué le critica? --Lo critico severamente porque sugiere que la Justicia argentina investigó mal pese a las leyes de Obediencia Debida o Punto Final. Que nos quieran hacer creer que nuestra Justicia fue complaciente o que le faltó convicción para avanzar es algo que no voy permitir. Encima Garzón comete errores cuando no acreditó la filiación de los muertos que él pretende investigar. Esto queda muy claro en documentos reservados de la Cancillería. En uno de ellos, del 16 de diciembre de 1996, la embajada española envía un exhorto a la autoridades por una causa por presunto genocidio y terrorismo, que se encontraba en trámite ante la Audiencia Nacional de Madrid. En ella se pedían datos sobre personas de origen español asesinadas desaparecidas en la Argentina entre 1976 y 1983 y que se adjudicaban a personal de seguridad y militar. También cómo sucedieron los hechos. (Con tono de "no lo puedo creer", Carlos Soria dice:) Garzón quería que nosotros le contemos a él qué sabemos sobre la muerte de los españoles... ¿nosotros tenemos que investigar para decírselo a él? Garzón pregunta, pero nunca acreditó la identidad de las víctimas, ni aportó datos concretos. --¿Y? --Que no tenemos por qué responderle. La Justicia argentina está funcionando, y Garzón no tienen competencia ni jurisdicción en Argentina para investigar estos crímenes; además el exhorto que envió para recabar datos está mal formulado. Sus pretensiones no se ajustan a ninguno de los convenios internacionales que la Argentina tiene firmados con España. --¿Se opone a que Garzón continúe la investigación? --Tenemos derecho a sostener la soberanía judicial de la Argentina ante hechos que sucedieron en la Argentina. --Sin embargo, en el proceso de privatizaciones, las empresas extranjeras que hoy manejan los servicios públicos en Argentina impusieron como condición que todos los desacuerdos contractuales deben dirimirse en los tribunales que correspondan a las sedes de las firmas, ya sea en los Estados Unidos, Francia o España. --(Largo silencio.) Es una barbaridad, así es.
Por F. A. "Yo creo que este caso va dejar enganchada toda la causa del juez Garzón", afirmó ayer Gustavo Molfino, quien, acompañado de sus letrados Marcelo Duhalde y Carlos Pipino Martínez, presentó ante el Juzgado Central de Instrucción número 5 a cargo de Baltasar Garzón una nueva rogatoria referida a la causa de su madre, Noemí Molfino, en la que se solicita cooperación jurisdiccional e internacional para aportar datos a la investigación abierta. Curiosamente, mientras la delegación de legisladores justicialistas que acompaña al hijo de la mujer secuestrada en Perú y asesinada en España desestiman la jurisdicción del magistrado para juzgar a militares argentinos en este país, el ex militante montonero reclama en el escrito la comparecencia en el juzgado de Garzón de los ex generales Jorge Rafael Videla y Leopoldo Fortunato Galtieri. También agregan a la lista de posibles responsables del secuestro y muerte de Noemí Molfino a los ex miembros de la ESMA Antonio Pernía, Juan Carlos Rolón, Jorge Acosta, Alfredo Astiz, Néstor Omar Savio, Jorge Perren, Raúl Enrique Scheller, Enrique Yon y el teniente de navío Schilling, entre otros. Y a los militares peruanos Martín Martínez Garay, Oswaldo Hernández Mendoza y Wilfredo César Zarate. Proponen que todo ellos sean interrogados "en relación con sus actividades en Madrid, sus vinculaciones y participación en los hechos que se investigan". En tanto, los legisladores justicialistas mantuvieron al mediodía de ayer un encuentro con el secretario general de la Unión General de Trabajadores de España (UGT), Cándido Méndez, y el secretario ejecutivo de la organización, Manuel Bonmati. Bonmati, quien participó luego de una conferencia de prensa junto a los diputados argentinos, dijo que si bien apoya el reclamo por esclarecer la muerte de Noemí Molfino, no desecha la legitimidad de que cualquier país pueda investigar crímenes de lesa humanidad, aunque los mismos no se hayan cometido en su territorio. Por la tarde, Humberto Roggero, Saúl Ubaldini, Carlos Soria, Marta Alarcia y Fernando Maurette acompañaron a Gustavo Molfino hasta la tumba de su madre en el cementerio de Madrid, donde depositaron compungidos una docena de ramos de flores.
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