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Por Ernesto Tenembaum El grupo Spadone informó ayer que negocia "con los accionistas de la bodega Saúl Menem e hijos S.A. la compra de la mayoría del paquete accionario". En un comunicado distribuido a todos los diarios, el holding que conduce Carlos Spadone agregó que "la negociación aún no ha culminado, por lo que no es posible, al día de hoy, determinar el porcentaje que finalmente quedará en manos de nuestro grupo. Como es obvio, tampoco es posible --ni conveniente de acuerdo con nuestros intereses comerciales, hasta tanto culmine la etapa de adquisición-- dar a conocer el monto de la operación". Página/12 informó en su edición del domingo que tres de los cuatro hermanos Menem --Amado, Munir y Eduardo-- ya habían vendido sus partes de la bodega a Spadone. Fuentes íntimamente vinculadas con la operación informaron ayer que Amado es el único que ya vendió y que los auditores contratados por Spadone calcularon el valor de la totalidad de la empresa de la familia Menem en "como mucho, un millón de dólares". Spadone, como antes Amado Menem, prefirió no difundir los números de la empresa del Presidente. La confirmación de la información publicada el domingo por este diario tiene un alto valor tanto anecdótico como político. En el primer aspecto, se trata de la venta de la única empresa que reunía a los cuatro herederos de Saúl Menem, entre ellos el Presidente de la Nación, su secretario privado y el presidente provisional del Senado. Además, el progresivo conocimiento de nuevos datos sobre la operación de venta permite develar, hasta ahora parcialmente, cuál era la dimensión real de un negocio que, en muchas oportunidades, sirvió para justificar en público el tren de vida de la familia presidencial. Hasta ahora sólo había versiones sobre la verdadera dimensión de la bodega, que fue beneficiada por distintas decisiones oficiales desde 1989 hasta la fecha. Un elemento tangencial son los problemas de Spadone con la Justicia, ya que el empresario sigue con prisión preventiva por el escándalo conocido como "la leche podrida". Su hijo, Sergio Spadone, se comunicó ayer con este diario para quejarse por el tratamiento que recibió su padre en los últimos días. Spadone hijo sostuvo que la Justicia ya demostró que ninguna partida de la leche vendida en 1990 por su padre al Estado estaba descompuesta y que, si se mantiene la prisión preventiva, es porque le objetan que la leche fuera importada. El tema fue ampliamente debatido en los medios hace un lustro y generó las renuncias de Miguel Angel Vicco al cargo de secretario privado del Presidente y del propio Spadone al cargo de asesor. Hasta ayer, la única confirmación de la venta había provenido de Amado Menem, el administrador de la empresa, quien dijo a la agencia DyN que no sabía quién la había adquirido. Spadone confirmó que su grupo de empresas negocia la compra de Saúl Menem e hijos pero evitó dar precisiones sobre el estado de esas negociaciones: * "El 1º de diciembre pasado, un equipo de auditores contratados por nuestro grupo se abocó a la tarea de analizar el estado patrimonial y la situación general de la mencionada empresa". * "Desde mediados de febrero a la fecha se negocia con los accionistas de la bodega Saúl Menem e Hijos S.A. la compra de la mayoría del paquete accionario". * "La negociación aún no ha culminado, por lo que no es posible --al día de hoy-- determinar el porcentaje de acciones que finalmente quedará en manos de nuestro grupo. Como es obvio, tampoco es posible --ni conveniente de acuerdo con nuestros intereses comerciales hasta tanto culmine la etapa de la adquisición-- dar a conocer el monto de la operación". * "Estas negociaciones las lleva adelante la empresa Prodemar S.A., propiedad de nuestro grupo". * "El grupo Spadone realiza, desde hace más de treinta años, inversiones y actividades en el rubro agropecuario. Tras la adquisición de la mayoría accionaria de la bodega Saúl Menem e hijos S.A., el grupo tiene proyectado desarrollar la actividad vitivinícola en la provincia de La Rioja bajo las siguientes consignas: inversiones en maquinarias y nuevos viñedos; incorporación de personal jerárquico y capacitado para la producción de vinos de alta calidad; desarrollo de nuevas marcas y variedades, todas ellas de alta calidad; implementación de una nueva red de producción externa con minifundistas de la zona; exportación de los productos terminados; mayor presencia en el mercado externo".
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