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 Los ayatolas
buenos ganaron la partida: Gholamhossein Karbaschi, moderado y popular alcalde de
Teherán, fue liberado ayer de las garras de los islamistas duros que controlan el Poder
Judicial, el Parlamento y las fuerzas de seguridad iraníes, en un resonante triunfo para
los moderados dirigidos por el presidente Mohamed Jatami que fue ampliamente festejado en
las calles de la capital por los estudiantes y otros partidarios de la apertura política.
Jatami, quien llegó al poder en agosto del año pasado en unas elecciones en que fue
apoyado abrumadoramente por los jóvenes y las mujeres, logra de esta manera la victoria
en la primera confrontación pública con la línea dura, que anteayer había llegado a
las calles bajo la forma de un enfrentamiento entre manifestantes y policías. La victoria
de Jatami todavía no puede considerarse definitiva, ya que los cargos contra el alcalde
se mantienen, pero sienta un importante precedente y es además la primera demostración
de fuerza pública de la nueva camada de dirigentes."Acabo de ser liberado --dijo Karbaschi a las 22 hora local--. Hasta hace 30 minutos estaba bajo interrogatorio. No sé cómo agradecerles por su infinito apoyo", expresó Karbaschi a los cientos de seguidores que lo esperaron por más de seis horas frente a su casa, en el norte de Teherán, para darle la bienvenida a su regreso tras 12 días de detención. "Yo no merezco esto. Soy sólo un humilde servidor de este país y les pido que movilicen todo su apoyo y esfuerzos por el bienestar del país", dijo en un breve discurso fuera de su casa. Con aspecto exhausto pero feliz, el alcalde fue acosado por una multitud que gritaba "¡Karbaschi, bienvenido de vuelta!" y lo calificó de "héroe", comparándolo con Amir Kabir, un canciller de la época del reino de Nasser-el-Din, de la dinastía Quajar, que fue asesinado en 1884 en un baño público debido a su lucha contra la corrupción monárquica. La asociación es tal vez poco afortunada pero también significativa, ya que el alcalde de Teherán fue arrestado bajo cargos de corrupción. Apenas se difundió la noticia de la puesta en libertad de Karbaschi, sus partidarios se reunieron frente al Ministerio del Interior (cuyo titular es otro moderado), en el centro de Teherán, celebraron y repartieron dulces y flores. Otra muchedumbre, principalmente miembros del equipo de Karbaschi, aguardaba frente al edificio de la Municipalidad para recibirlo, pero se les comunicó que el alcalde iría directamente a su casa desde la prisión de Evin, que pasó de ser el centro de la represión del Sha a la de los islámicos. Los partidarios de Karbaschi imprimieron 100.000 copias de sus fotos y las distribuyeron por toda la ciudad; también repartieron volantes con las leyendas: "Karbaschi está libre" y "La liberación de Karbaschi fue la voluntad de Dios". Además, muchos autos encendieron sus luces e hicieron sonar sus bocinas como muestra de su alegría por la liberación. Karbaschi, de 45 años, es un estrecho colaborador de Jatami y fue arrestado el 4 de abril por la policía judicial bajo cargos de corrupción y mala administración. La coalición favorable a Jatami denunció su arresto y lo calificó de movida política para debilitar las políticas reformistas de Jatami, quien también inició una apertura hacia Estados Unidos. El Poder Judicial negó toda connotación política y dijo que todo el procedimiento fue "perfectamente legal". Hablando bajo condición de anonimato, un miembro del comité de recepción a Karbaschi dijo ayer que "el alcalde fue forzado a permanecer en prisión al menos hasta su juicio, dentro de dos semanas, pero la gran presión de la opinión pública finalmente permitió su liberación". No fue sólo eso. Según anticipó el diario Iran News, el ex presidente Ali Akbar Hashemi Rafsanjani --cuya hija es una fuerte partidaria de Jatami-- habría actuado como mediador en la crisis. Rafsanjani es el principal mentor de Karbaschi y lo designó en 1990, al comienzo de su presidencia. Pese a las críticas de los conservadores, lo defendió luego enérgicamente durante sus ocho años de gestión. En su peregrinaje a La Meca el mes pasado, el ex presidente demostró su apoyo a Karbaschi al llevarlo junto a él en viaje sagrado, pese a que el Poder Judicial había impedido al alcalde salir del país. La última palabra la habría tenido Ali Jamenei, Guía Espiritual de la Nación y jefe de los conservadores, pero se supone que esto es cuando la relación de fuerzas ya estaba totalmente decidida. Karbaschi es hojatoleslam, el grado inmediatamente inferior a ayatola en la jerarquía religiosa, pero hace tiempo que ya no lo emplea y usa ropa civil corriente en vez de turbante: un recordatorio de que Irán, pese a los vientos modernizadores, sigue siendo una teocracia. Pero los hechos de ayer podrían marcar el inicio de un significativo deshielo interno.
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