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WEILL Y BRECHT ABREN EL AÑO EN EL COLÓN

MAHAGONNY VERSIÓN HARDCORE

El Centro Experimental del Colón empezó su temporada de este año con "Mahagonny Songspiel". Las canciones de Kurt Weill sobre poemas de Bertolt Brecht mantienen su vigencia gracias a la puesta de Marcelo Lombardero y al nivel de una interpretación que no le teme a la dureza.

Un elenco musicalmente impecable y comprometido con la estética oscura de la música de Weill.

La excepcional soprano Graciela Oddone se mueve con plasticidad entre el lirismo y la violencia.

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Mahagonny Songspiel

Canciones de Kurt Weill sobre poemas de Bertolt Brecht.

Dirección musical: Carlos Calleja.

Puesta en escena: Marcelo Lombardero.

Vestuario: Mercedes Colombo

Iluminación: Roberto Traferri.

Intérpretes: Graciela Oddone, Carlos Sampedro, Juan Rodó, Juan Barrile, Cecilia Jakubovich y Ricardo Ochoa.

Centro Experimental del Teatro Colón. Sábado 11

Nuevas funciones: Hoy, mañana y el sábado 18.

9 Puntos

Por Diego Fischerman

t.gif (67 bytes) Una ciudad como símbolo de la decadencia capitalista. El "bar sucio y barato del buen dios".  menores, entremezcladas con estricto contrapunto, corales luteranos y un objetivismo musical à la Stravinsky, en el que una armonía dura, descarnada, cumple un papel crucial. El songspiel Mahagonny, primera versión de la ópera Ascenso y caída de la ciudad de Mahagonny no tiene argumento; es apenas una colección de canciones e interludios instrumentales. Los une la referencia a un clima de época que algunos no dudarían en calificar como de fin de siglo, si bien en el caso de esta obra, más bien se refiere a los comienzos. En todo caso, la referencia a los milenaristas medievales, con flagelantes incluidos, y a ese aire de fin del mundo que según algunos acompaña las cifras redondas, es explotada con inteligencia por esta excelente versión de Marcelo Lombardero que logra restituirle vigencia a un texto irremisiblemente fechado.

Los poemas dedicados a Mahagonny, esa ciudad imaginaria de California (tal vez alter ego de Hollywood, donde Kurt Weill terminó recalando después de ser considerado por el nazismo como "músico degenerado"), extraídos del Devocionario del hogar de Bertolt Brecht, son el material a partir del cual se elabora esta especie de manifiesto acerca de la caída moral de Occidente. Y si la ingenuidad de algunos de los planteos que fueron escandalosos en 1927, cuando la obra se estrenó en el festival de óperas de cámara de Baden-Baden, demuestra mantener mucho de su poder revulsivo es, en este caso, gracias a una puesta que no le teme a los territorios cercanos al hardcore y que logra grados de violencia y tensión bastante inusuales en el mundo del canto lírico. Un erotismo abrumadoramente salvaje, gestos que se animan a una brutalidad sin disimulo y una notable traducción de los poemas a cargo de Alejandro Tantanian --no es lo mismo, para un oyente argentino, oír "mierda", sobre un escenario, que su equivalente en alemán--, construyen con esta Mahagonny una de las representaciones más ajustadas y precisas que puedan imaginarse del imaginario berlinés de los años 20, con el Tratado de Versalles y la República de Weimar como telón de fondo y el expresionismo pictórico y cinematográfico como coprotagonistas.

La orquesta impecable, ajustada y, por momentos, casi hiriente, con una muy buena dirección de Carlos Calleja, y las actuaciones de una fantástica Graciela Oddone (tanto en lo vocal como en un notable manejo dramático), Cecilia Jakubovich, Juan Rodó y Carlos Sampedro (los tres con gran presencia escénica), sostienen ese mundo estético tan intenso como oscuro, durante la media hora de duración de Mahagonny y, también, en las dos series de canciones (de Happy End y de La ópera de tres centavos) que completan con naturalidad el programa. La manera en la que se sortea el riesgo de la ruptura entre una obra cerrada y una antología de canciones es, justamente, uno de los méritos de la puesta y de sus intérpretes. Lo que podría, con facilidad, convertirse en el clásico grandes hits de Kurt Weill y Bertolt Brecht, se plantea como la fluida "continuación de Mahagonny por otros medios", gracias a la precisión y contundencia del enfoque dramático y a la calidad de los músicos.

 

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