SEIS PROVINCIAS CON EL AGUA AL CUELLO
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Quienes viven en la zona del Litoral, Chaco o Formosa le dan a la palabra inundación un significado imposible de traducir en las ciudades. Lo sabe quien sea gobernador, intendente, empresario o agricultor, y por eso, cuando hablan del tema mencionan, en primer lugar, los efectos devastadores que tiene sobre los campos. Sólo después hablan de las cifras de evacuados. Según estos informes, el Chaco ya perdió las cosechas de algodón y soja, y parte de las de trigo: 250 millones de pesos en el agua. Corrientes, la otra provincia donde se concentran las mayores pérdidas, el cálculo es de 180 millones por la desaparición completa de los cultivos de arroz y tabaco. Tres millones de hectáreas cubiertas en total y una pérdida global que se calcula en 900 millones. Después, sí, hablan de los evacuados: según la evaluación oficial, son 32.800 en todas las provincias afectadas, aunque las fuentes extraoficiales manejan otros datos: sólo en el Chaco hubo 10.500 evacuados, y en Corrientes 15 mil. Hasta ahora hubo cuatro personas muertas. Para constatar los daños, Palito Ortega, flamante secretario de Desarrollo Social, volvió a recorrer la zona, y Carlos Menem hará lo mismo el miércoles próximo. La zona más comprometida por la inundación, según informes coincidentes de la Cruz Roja y de Defensa Civil, es el centro y sur del Chaco. El municipio de Santa Silvina, con 8 mil pobladores, estuvo, hasta hace tres días, cubierto en un 90 por ciento por el agua. "El trabajo de dos bombas de la Administración Hidráulica Provincial permite bombear 900 mil litros por hora cada una --relató a Página/12 el intendente de la localidad chaqueña, Luis Szabo--. Pero las lluvias juegan en contra. No bajan más de 3 centímetros por día". Santa Silvina está ubicada en una especie de plato, rodeada de agua que no drena porque del otro lado del paralelo 28, límite con Santa Fe, los santafesinos levantaron hace 14 años un dique de tierra de 45 kilómetros de largo, que evita que sus campos se inunden. Los chaqueños intentaron en varias ocasiones --la última en marzo pasado-- abrir el terraplén, y los santafesinos lo impidieron con demostración de armas. En la zona se la conoce como "la guerra del agua". Mientras el intendente conversaba con este diario tuvo que interrumpir para organizar el rescate en lancha de 77 personas que quedaron aisladas en Cabeza de Tigre, 18 kilómetros al sudeste de Santa Silvina, sobre el límite con Santa Fe. En la ciudad de Reconquista, según un informe directo de la gobernación, el agua del Arroyo del Rey llegó hasta el puente de la ruta 11. A último momento, sólo permitían pasar de a un auto por vez, y los camiones quedaban detenidos. El problema deja de ser provincial para transformarse en un desastre nacional: además de las pérdidas del campo, las rutas 12 y 14, en Corrientes, quedaron cortadas, y la 11, abierta en forma intermitente. Las tres son las vías de comunicación del Mercosur. En Corrientes el problema no es menor, especialmente en Goya, que pasa por la situación más crítica. "El puente de Paso Tala, camino a Perugorría, voló por la fuerza del agua --explicó la hermana Martha Pelloni a este diario--. Goya tiene 900 manzanas y 70 mil habitantes en la ciudad. Solamente acá tenemos tres mil evacuados en clubes, capillas y centros de recreación, y otros siete mil que se instalaron en casas de familiares. Lo del puente fue terrible. La gente se trepaba a los árboles. Lo que llama la atención es la falta de previsión, porque esto se sabía que iba a pasar desde hace por lo menos seis meses." Según Juan Arsemisbehere, director de Socorros de la Cruz Roja Argentina, "fueron enviados 90 metros cúbicos de alimentos, ropa, colchones y mantas, y un gomón con motor fuera de borda al Chaco, 35 metros cúbicos de materiales a Corrientes, y estamos pidiendo ayuda internacional". Santa Fe también sufre la inundación, hay alrededor de 5 mil evacuados y, según fuentes extraoficiales, las pérdidas alcanzan los 400 millones de pesos. Las localidades más castigadas son las de General Obligado, Vera y 9 de Julio, al norte de la provincia. Entretanto, la ruta 14, conocida como "ruta del Mercosur", en el kilómetro 446, al sur de Paso de los Libres, estaba cortada en un tramo de dos kilómetros, donde el agua pasaba medio metro por encima del asfalto.
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