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El empate era el resultado esperado, casi como el desarrollo de los partidos. Las mejores de cada país aportaron el punto que debían: Henrieta Nagyova para las eslovacas y Florencia Labat para las dueñas de casa. Uno y uno, igualdad lógica. Hoy, desde las 10.30, comenzará a definirse el futuro de la serie. Si bien Nagyova está pasando por un buen momento, no será un obstáculo insalvable para Labat, como sí parece serlo Habsudova para la actualidad de Díaz Oliva. El dobles aparece como el punto que definirá todo y allí Argentina tiene ventajas. El oficio de Labat y Mercedes Paz deberían imponerse a cualquiera de las formaciones que puedan poner en la cancha las visitantes. La jornada, en un Buenos Aires Lawn Tennis Club con 800 espectadores, comenzó mal para las chicas dirigidas por Martín Jaite, ya que Mariana Díaz Oliva no tuvo respuestas tenísticas ni anímicas para contrarrestar el sólido juego de Nagyova una vez que la eslovaca comenzó a sacar ventajas. Si bien la argentina tuvo varias posibilidades de quebrar el saque de la visitante (sólo concretó uno de los siete break point con los que contó), siempre quedó flotando la sensación de que Nagyova no iba a tener mayores problemas para derrotar a la porteña. Díaz Oliva propuso "palo y palo" y desde la base, ante una jugadora que está pasando por un excelente momento, que pega plano y apareció como más potente. Pero lo realmente grave fue que, cuando se vio superada, poco hizo para intentar variar la táctica y así, tal vez cambiar el rumbo del partido que inexorablemente iba rumbo a las arcas eslovacas. El 6-2 y 6-2 fue exagerado pero justo. La argentina podría haber complicado a su rival si concretaba algunos de los breaks que desperdició. Bastante le costó a la mejor argentina de la actualidad, Florencia Labat, deshacerse de la prolija tenista visitante, Karina Habsudova. En realidad le demandó casi dos horas y tres sets: 6-4, 3-6 y 6-3. En el parcial inicial, la argentina quebró rápidamente el servicio de la visitante y sacó ventajas de 3-1. Parecía que Labat iba a tener una tarde sumamente tranquila, pero empezaron los errores no forzados que pusieron 4-3 arriba ante la sorpresa de propios y extraños. Contra todos los pronósticos y en desventaja, la argentina se mostró fuerte anímicamente; su derecha comenzó a ser profunda, a lastimar a la eslovaca y así se llevó el primer set por 6-4. En el segundo, Labat arrancó quebrando otra vez a su rival. En ese momento otra vez el partido cambió de manos y los nubarrones empezaron a complicar el pronóstico para la Argentina, que se "fue de viaje" y totalmente desconcentrada dejó escapar los games y así el parcial por 6-3. El set definitivo no tenía grandes alicientes para Florencia en el comienzo. De hecho, Labat cedió una vez su servicio y quedó abajo en el tanteador en el inicio. Alentada por el público y sus compañeras, la local salió a jugarse el todo por el todo ya que, con una derrota, las esperanzas argentinas en la serie se desvanecían. La garra y los tiros ganadores de Labat llegaron al Buenos Aires en el cuarto game del último set. Dio vuelta el marcador y con ventajas de 4-2 manejó el partido hasta el final que la encontró festejando tras un ace que liquidó todo.
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