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El País de Madrid Por Luis Vázquez Desde Ginebra Cuba escapó ayer, por primera vez en siete años, a la condena de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU. En una apretada votación, en la que pesaron de forma decisiva las 18 abstenciones, la resolución de censura presentada por Estados Unidos y otros 21 países sólo consiguió 16 votos a favor frente a 19 en contra, lo que supuso su rechazo. La mayoría de los países latinoamericanos se abstuvo en la votación y algunos de ellos se justificaron diciendo que "ha habido progresos en la política cubana" en materia de derechos humanos en los últimos 12 meses. Algunas fuentes presentes en la sesión que tuvo lugar en el Palacio de las Naciones señalaron que la reciente visita del papa Juan Pablo II a Cuba, así como la posterior liberación de varios presos políticos, jugaron favorablemente en la votación.Como de costumbre, Cuba atacó a EE.UU. cuando hizo uso del derecho de réplica para rechazar la resolución. Carlos Amat Flores, ex ministro de Justicia y actual embajador cubano en Ginebra, dijo que Washington ha proporcionado un apoyo histórico a las dictaduras militares en América latina y acusó a EE.UU. de librar una guerra económica "y de grave violación del derecho humanitario internacional" con su política de embargo económico, que ya dura más de 30 años. El proyecto de resolución que fracasó deploraba "profundamente las numerosas violaciones de los derechos humanos y las libertades fundamentales" que se han dado en Cuba y solicitaba al gobierno de La Habana que garantice la "libertad de expresión y de reunión, así como la libertad de manifestación pacífica". Igualmente exigía la autorización de nuevos partidos políticos y organizaciones no gubernamentales y pedía que se liberara a las "numerosas personas que han sido detenidas por actividades políticas". Saludaba, de la misma manera, "la reciente liberación de una importante cantidad de detenidos políticos" y reconocía el "crecimiento de la tolerancia de las actividades religiosas". Por su parte, Roberto Robaina, ministro de Exteriores cubano, declaró sobre la votación en Ginebra: "Evidentemente es una votación que refleja un voto por la verdad, algo que durante mucho tiempo hemos venido reclamando. Hace cinco años empezó este ejercicio discriminatorio, selectivo y politizado contra Cuba, hace cinco años que lo venimos debatiendo, y felizmente hoy creo que se ha dado la razón a lo que nosotros creíamos desde un inicio", informa Mauricio Vicent desde La Habana. "Creo que la propia votación, con 16 votos a favor del proyecto norteamericano, 19 votos en contra y 18 abstenciones, es de las cosas que hablan por sí solas. Me parece que es un buen ejemplo y una buena señal para el Tercer Mundo de que mecanismos de este tipo, cuando son discriminatorios, politizados y selectivamente utilizados se pueden derrotar. Y yo creo que ésta ha sido una derrota que aun cuando Cuba la ha protagonizado, es una derrota que sirve para el mundo entero, para demostrar que si nos unimos frente a los poderosos podemos reclamar nuestra verdad, podemos reclamar justicia. Yo creo que lo que se ha hecho en Ginebra es precisamente honor a la verdad y honor a la justicia." Con el triunfo en el bolsillo, la delegación cubana afirmó que, por fin, "se hizo justicia" a su país. El embajador Carlos Amat dijo que la comisión "dio un golpe" a la política de EE.UU. y consideró que el voto a su favor "demuestra la toma de conciencia" de los países miembros de la comisión sobre el trato injusto que EE.UU. han dado a Cuba desde 1959. Agregó que Washington ha sido "muy torpe" al pretender imponer su propia política e ignorar la realidad del pueblo cubano. Destacó el intento norteamericano de "engañar a la comunidad internacional" sobre la situación que prevalece en la isla. El representante de La Habana dijo que el pueblo cubano "no tiene los problemas que se pretende pintar" y agregó que, con esta decisión, la comunidad internacional se percata de la necesidad de abrir un espacio "para que Cuba busque un destino no impuesto". También presente en Ginebra, la vicecanciller María de los Angeles Flores dijo que la comisión "ha reparado un error" al rechazar el proyecto de resolución, instigado y promovido por EE.UU. Consideró que el resultado de la votación es "una lección" para el gobierno norteamericano y recordó que, en la comisión, "sólo deben tratarse las situaciones masivas y flagrantes de violaciones de derechos humanos, pero ésa no es la situación de mi país". También sostuvo que la abstención de algunos países latinoamericanos "era destacable" y dijo que el intento norteamericano de postergar 24 horas la votación se produjo porque "sabían que iban a perder".
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