LOS COMUNISTAS DESAFÍAN A YELTSIN
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Los comunistas rusos están ensoberbecidos: ayer volvieron a desafiar a Boris Yeltsin, dijeron que el viernes votarán por tercera vez contra Serguei Kiriyenko --el candidato del presidente Boris Yeltsin para primer ministro--, y que empiezan a prepararse para las elecciones anticipadas que debería convocar el primer mandatario en esa eventualidad. La seguridad de los comunistas se basa en datos firmes: la popularidad de Yeltsin ha decaído y no aumentado después de la absurda crisis de gobierno que sacó de la galera con la destitución del anterior primer ministro, Viktor Chernomyrdin. Una crisis totalmente injustificada, que él mismo se buscó sin lograr más rédito que estremecer los ya inestables mercados rusos. Entonces, si hay elecciones anticipadas, los comunistas tienen todas las chances de ampliar su ventaja de 124 bancas en la Duma del Estado (cámara baja del Parlamento), lo que angostará el margen de maniobra de Yeltsin. Sin embargo, este juego tiene su contracara, y es que muchos de los propios diputados comunistas de la Duma perderían sus bancas si hay disolución y no es seguro que sean ellos y no otros candidatos del PC los que las reconquisten en las elecciones. Los comunistas y sus aliados de izquierda en la Duma, que en total pueden juntar unos 213 legisladores --de un total de 450--, se reunirán el jueves en una sesión plenaria especial para fijar posición antes del voto del viernes. Kiriyenko, un tecnócrata de 35 años sin experiencia política, obtuvo apenas 143 y 115 votos en las dos votaciones previas sobre su candidatura y necesita 226 para ser confirmado en el cargo de primer ministro, que ahora ejerce de forma interina. La posición de los comunistas es por eso crucial pero aparece dividida: Gennady Seleznev, jefe de la bancada, cambió misteriosamente de opinión la semana pasada, después de una reunión con Yeltsin en que éste habría ofrecido algún favor o alguna dádiva, y llamó a votar por Kiriyenko, para ser luego desmentido por el líder nacional, Gennady Ziuganov, que fue quien ayer desafió al presidente y habló de elecciones. Las elecciones anticipadas, bravateó Ziuganov, "podrían ser útiles para el país", ya que enviarían a la Duma "al 90 por ciento de diputados opuestos al gobierno". Tal vez ésta sea una exageración, pero no muy desaforada: en las últimas semanas se han sucedido las manifestaciones de protesta por el atraso en el pago de los sueldos tanto en el sector público como en el privado (que en el caso de Rusia es como el público pero con las acciones transferidas a seudocapitalistas que eran en realidad los ex jefes de empresas estatales). Yeltsin prometió y falló reiteradamente en el pago de los sueldos, lo que crea un ámbito muy propicio para que los comunistas ganen a río revuelto. Mientras tanto, varios diarios lanzaron ayer una importante campaña contra el empresario Boris Berezovski, acusado de querer hacer fracasar la candidatura de Kiriyenko. Los más importantes de esos diarios son Komsomolskaya Pravda (del grupo Onexibank, dirigido por Vladimir Potanin), y Moskovski Komsomolets (próximo al alcalde de Moscú, Yusi Luzkov). Según ambos medios, Berezovski intenta "comprar" suficientes diputados para que voten en contra de Kiriyenko, en un intento de presionar a Yeltsin para barrer de la escena a dos reformadores que son sus enemigos personales, Anatoli Chubais y Boris Nemtsov. Para el analista Andrei Piontkowski, la publicación de estos artículos hace pensar que Onexibank y Chubais, conocidos aliados, "presienten que los tiempos de Berzovski se están terminando y quieren darle el golpe de gracia".
SE REFORZARON LAS POSICIONES SERBIAS EN KOSOVO TEMPORADA DE CAZA AL ALBANÉS El centenar de albaneses étnicos muertos en marzo en la provincia yugoslava de Kosovo no fue suficiente. Ayer el ejército yugoslavo inició una movilización especial en Kosovo a la busca de más "terroristas". Esta vez, dice, son foráneos y provienen de la vecina Albania. Los serbios fueron invitados a dar el jueves un "No" histórico a la mediación extranjera del conflicto de Kosovo en un referéndum propuesto por el presidente Slobodan Milosevic. Y, según un sondeo de opinión, los serbios quieren cargarse solos a los kosovares. Los votantes lo harán en un 79 por ciento por el "No", mientras países líderes de Occidente invitaron, hasta ahora inútilmente, a las partes a dialogar en terreno neutral. Varios miles de albaneses se manifestaron ayer por duodécima jornada consecutiva en Pristina en favor de su autonomía, con carteles que decían "Kosovo, la mayor cárcel europea". Los soldados serbios desplegados ayer en Kosovo forman parte de unidades especiales del ejército, así como la artillería pesada ubicada en las inmediaciones de los poblados Djakovica y Decani. El objetivo es la limpieza de supuestos "terroristas", "infiltrados" desde la vecina Albania, tal como fueron calificados por medios cercanos al gobierno. La policía serbia comenzó a proporcionar a los civiles serbios de la región más armas automáticas. Los serbios forman menos del 10 por ciento de la población de Kosovo; la mayoría vino como refugiados de Croacia y de Albania, pero Belgrado sólo les permitió establecerse en esta provincia. Pese a la unánime desaprobación internacional, las autoridades serbias lanzaron un referéndum para este jueves. La pregunta al electorado es la siguiente: "¿Acepta una participación de representantes extranjeros en el arreglo del problema de Kosovo?". Según la Alianza Cívica (GSS), un partido opositor, "el referéndum es inútil porque el conflicto ya es internacional", y es sólo "una coartada para la autocracia y el aventurerismo político" del presidente Milosevic. Pero según un sondeo reciente, el 79 por ciento votará "patrióticamente", como les pide el Partido Socialista (SPS) en el gobierno y sus aliados ultranacionalistas. Esta semana vence el ultimátum fijado por el Grupo de Contacto para la ex Yugoslavia (Estados Unidos, Rusia, Alemania, Gran Bretaña, Francia e Italia) a Belgrado para que retire sus fuerzas especiales de Kosovo, y para que inicie el diálogo con los albaneses. En Varsovia, el subsecretario de Estado norteamericano, Strobe Talcott, instó ayer a las partes enfrentadas en Kosovo a entablar un "diálogo sin concesiones", después de entrevistarse con el presidente de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), el ministro de Relaciones Exteriores polaco, Bronislav Geremek. "¿No ha llegado acaso el momento de que los países de Europa inviten a las partes a sentarse a conversar en algún territorio neutral, fuera de la ex Yugoslavia?", dijo ayer Hans van den Broek, comisionado de Relaciones Exteriores de la UE ante el Parlamento Europeo. La diplomacia europea quiere tomar la iniciativa por sobre la norteamericana en la búsqueda de un plan de acción común. Después de todo, como dijo el presidente francés, Jacques Chirac, los disturbios de Kosovo ocurren "en un extremo de nuestro continente". |