CON EL CORAZÓN HACIA EL SUR En dos meses, el gobierno porteño implementará en el Parque Roca un proyecto destinado a actividades culturales y deportivas. Construirán un gran acuario y un anfiteatro, y se creará un museo del niño. La idea es impulsar el desarrollo del sector más postergado de la ciudad. |
Por Eduardo Videla El gobierno porteño planea darle impulso al relegado Parque Roca, un predio de 150 hectáreas enclavado en Villa Soldati, que será rebautizado como "Parque de la Juventud y la Niñez". Se trata de una propuesta ambiciosa, que pretende convocar a entre 50 y 60 mil jóvenes por mes, en actividades culturales, recreativas y deportivas. El proyecto, desarrollado por la Secretaría de Promoción Social, incluye la construcción de un acuario de nivel internacional y de un anfiteatro, y la creación de un museo del niño. La idea forma parte del plan para desarrollar la zona sur de Buenos Aires, la región más postergada de la ciudad y se complementa con la concesión del Parque de la Ciudad, para su explotación por empresas privadas. El proyecto del Parque Roca está listo para ser presentado ante el jefe de Gobierno, Fernando de la Rúa, y en dos meses estará en condiciones de ponerse en marcha. "Queremos construir el espacio que los jóvenes no tienen en la ciudad, con la idea de que puedan explotar su propio potencial, como una forma de luchar contra la desesperanza y la angustia que les genera la falta de trabajo", explicó a Página/12 el titular de Promoción Social, Rafael Kohanoff. Aunque todavía no ha hecho un cálculo del costo del proyecto, el funcionario asegura que no demandará una inversión extra del presupuesto, ya que piensa contar con aportes de las secretarías de Educación, Cultura y Salud, además de su propia área, para desarrollar los distintos proyectos. La propuesta consiste en desarrollar actividades deportivas, talleres de teatro, danza y música, una escuela de campamentismo, y además, la creación de un museo viviente de actividades múltiples y la construcción de un anfiteatro para la realización de espectáculos musicales y teatrales. También se prevé poner en funcionamiento granjas y otros pequeños emprendimientos destinados a chicos de la calle. Parte de la infraestructura ya está instalada: hay 16 canchas de fútbol y un edificio que habrá que reciclar. Pero además la secretaría piensa impulsar acuerdo con cámaras empresarias para incorporar los materiales necesarios para poner en marcha el proyecto, como juguetes, libros o computadoras. La propuesta incluye la participación de distintas áreas de la comuna: la Secretaría de Cultura se ocupará de organizar los talleres de teatro y música; Educación se hará cargo de la construcción del museo del niño; la Dirección de Deportes tendrá la misión de organizar torneos deportivos y la Secretaría se Salud se encargará de hacer controles sanitarios a los niños y jóvenes que asistan al parque. Cada uno aportará su cuota al presupuesto del parque. Junto a los parques de la Ciudad, Almirante Brown, Indoamericano y el Campo de Golf, el Roca conforma un espacio verde de 600 hectáreas. Su relanzamiento es uno de los puntales sobre los que el Gobierno de la Ciudad pretende revalorizar una de las zonas más deprimidas de Buenos Aires. Tanto Soldati como Villa Lugano, Nueva Pompeya y Barracas son los barrios porteños con más cantidad de hogares con Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI) y con los índices más bajos de escolaridad. Sólo en Soldati, unas 23.000 personas viven en villas de emergencia. El principal estímulo para la zona será la concesión del Parque de la Ciudad, por el que la ciudad prevé recaudar un canon que consistirá en un porcentaje de la recaudación. La cifra no será menor si se tiene en cuenta que ese proyecto --en el que están interesados holdings internacionales de la industria del entretenimiento-- aspira a convocar a tres millones de personas por año. Parte de esa suma sería reinvertida en esos barrios de la ciudad.
NAUFRAGO UN PROYECTO PARA PENALIZAR LA PROSTITUCION A SEGUIR REVOLEANDO LA CARTERA
"Se quejan ahora, pero cuando los machetes nos dejaban sangrando, nadie decía nada." Gisella tiene 30 años y hace 15 que es travesti. "Béliz, danos trabajo", reza la leyenda en la pancarta que lleva en sus manos. Gisella integró ayer la tribuna que reunió a un centenar de prostitutas, travestis y homosexuales en la Legislatura porteña para repudiar el proyecto de reforma del Código de Convivencia presentado por el diputado Gustavo Béliz, que penaliza la prostitución callejera. El legislador intentó que el tema se tratara sobre tablas en la audiencia de ayer, pero el cuerpo rechazó la propuesta: tanto legisladores de la Alianza como los del justicialismo se negaron a debatirlo por considerar que aún resta consesuar un proyecto definitivo con la comunidad. Después una larga lista de temas, que incluyó un homenaje al escritor Octavio Paz, los legisladores de Nueva Dirigencia buscaron consenso para tratar las modificaciones al Código. "Impulsamos la sanción a la oferta y demanda de sexo en la vía pública", señala el proyecto. Después de argumentaciones reiterativas, el PJ y la Alianza advirtieron que sus bancadas no darían quórum. Su argumento central fue que aún restan 130 días para concluir la ronda de consultas a organismos de derechos humanos y a vecinos y elaborar un proyecto que contemple ambas posturas. Sentada en la sala, Mónica cuenta que dos meses atrás decidió trabajar en Palermo. Es travesti y trabaja en la calle Oro. Dice que se volvió "baqueana". Mónica no sabe que Victoria, una vecina de ese barrio, está en la misma sala. "Yo no tengo por qué explicar a mi hijo de seis años qué es el sexo oral", ruge Victoria. Con ella un grupo de vecinos de Palermo, Saavedra y Flores se instalaron en la Legislatura para dar su aval al proyecto de Béliz. |