YA NO HAY HUMO EN LAS ALTURAS
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Chau, aeropucho. Para siempre, esta vez, porque la Secretaría de Transporte prohibió fumar en todos los vuelos de cabotaje de la Argentina. La medida, además de seguir tendencias internacionales, refleja el cambio en la actitud de la comunidad en cuanto a fumar en lugares cerrados: por presión de los pasajeros, las compañías aéreas fueron reduciendo la proporción de asientos no fumadores, y desde enero pasado varias empresas se anticiparon a tomar la decisión que ahora se generaliza. El humo en las cabinas no sólo molesta a los pasajeros, sino que afecta la salud de las azafatas y entorpece los sistemas de renovación de aire. En las líneas donde ya se implantó la prohibición, los fumadores no opusieron mayor resistencia: "Prefiero esperar para fumar mi cigarrillo y no soportar el humo de los que fuman otros", dijo uno de ellos. La disposición de la Subsecretaría de Transporte Aerocomercial, Fluvial y Marítimo, dada a conocer ayer, observa que los efectos del tabaco "perjudican no sólo a los ciudadanos fumadores sino también a los no fumadores alcanzados por el humo", y que "fijar en las aeronaves áreas zonas de fumadores no garantiza que el humo no afecte al resto de la cabina de pasajeros". Aerolíneas Argentinas y Austral ya habían prohibido el cigarrillo en cabotaje desde el 1º de enero: "Fue muy bien recibido por los que no fuman, pero tampoco tuvimos ningún problema con los fumadores --dijo a este diario Santiago García Rúa, gerente de Comunicaciones de Aerolíneas--. La cantidad de asientos para fumadores se venía reduciendo desde hacía más de diez años, porque cada vez más gente pedía no fumador: del 80 por ciento del avión había caído al 20 por ciento el año pasado". También LAPA suprimió los asientos para fumadores este año. La línea Dinar todavía permitía fumar, "pero estamos de acuerdo con la medida --dijo su director ejecutivo Alberto de Simone--: nosotros veníamos haciéndolo gradualmente, ya que un 33 por ciento de los pasajeros no estaba de acuerdo con que se prohibiera del todo". De Simone observó que "algunos se descargaban fumando, porque hay gente que se pone tensa en los vuelos: por eso sostenemos que debe haber servicio de catering a bordo: comer y beber distrae y ayuda a pasar más rápido el vuelo". Otro de los motivos de la prohibición de fumar es, según la Secretaría de Transporte, "que el humo afecta el sistema de ventilación". De Simone explicó que "el humo de tabaco se acumula en los filtros de aire, como un hollín, obliga a cambiarlos con más frecuencia y afecta la calidad del aire circulante". En Estados Unidos, la prohibición de fumar en vuelos de cabotaje rige desde 1991, y la mayoría de las aerolíneas la vienen extendiendo a vuelos internacionales. La veda rige también en la Unión Europea --son no fumadores los cabotajes de Alitalia, Lufthansa y Air France--, en China y Japón. La empresa rusa Aeroflot prohíbe fumar sólo en los vuelos de menos de dos horas. Aeroperú no permite fumar en cabotaje, y en Brasil se prohíbe echar humo durante la primera hora de vuelo. En Estados Unidos las empresas aéreas tuvieron que afrontar juicios millonarios por azafatas cuya salud se había resentido por el humo de tabaco en las cabinas. Los aviones eran el último medio de transporte donde se permitía fumar en la Argentina: las últimas líneas de trenes que tenían vagones para fumadores los suprimieron el Día de la Primavera del año pasado, impulsadas por quejas de los pasajeros a quienes perjudicaba el humo.
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