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Por Felipe Yapur desde San Miguel de Tucumán  El
gobernador suspendido de Tucumán, Antonio Domingo Bussi, ya no puede ni siquiera hablar
tranquilo por teléfono. Ayer, el semanario local El Periódico publicó una
conversación telefónica entre el ex dictador y su esposa, Josefina "China"
Bigolio. En la cinta, que llegó a la redacción en un sobre con remitente falso, se puede
escuchar al general amonestado indicarle a su esposa las extracciones y depósitos que
debe realizar en por lo menos dos entidades bancarias, una de ellas en una sucursal de un
banco de Alemania.
Según la cinta, Josefina Bigolio se encontraba en Buenos Aires y Bussi, desde Tucumán en el momento de la conversación, le ordenaba sus retiros y depósitos. El casete muestra que el gobierno nacional tiene los teléfonos del mismísimo gobernador tucumano "pinchados". Y también se confirmó que Bussi realiza movimientos bancarios de miles de dólares, y que estas cantidades sólo serían conocidas luego de que saliera a la luz la cuenta secreta que Bussi tenía a su nombre en el Credit Suisse Bank. En la conversación, Bussi y su esposa charlan, animadamente y sin sospechar que sus secretos bancarios estaban siendo escuchados por oídos indiscretos del Estado:
Señora de Bussi: Quedan 23.900... Bussi: Me está faltando plata en eso.
--¿Por qué? --No, no. No puede ser así...
--Pero Antonio, está todo anotado en el seguro, a medida que saco y pongo lo dejo todo anotado en el seguro. Me olvidé de hacerte un resumen del seguro. --Pero de lo que llevaste, ¿no dejaste diez más ahí vos?
--Sí dejé. Pero acordate que saqué cuatro mil... eh... pesos... --No, eso no tiene nada que ver con eso...
--Ah, pero yo deposité treinta. --¿Cuánto?
--Mañana deposito treinta. Sin contar esos treinta... --Entonces, ¿cuánto decís que hay?
--Sin contar esos treinta, que ya los separé para mañana... quedan veintisiete, en dólares. Pero los dejé en la caja separada. O sea treinta que tengo separado, y además quedan veintitrés novecientos. El matrimonio hablaba de los depósitos que debían hacer en la Sociedad Militar Seguro de Vida. Una mutual formada y manejada por los militares y que tiene movimientos de fondos tan importantes que está considerada como la quinta entidad financiera del país. Sin embargo, el Banco Central de la República Argentina no la controla porque, como su nombre lo indica, no es un banco. Pero también el ex dictador le dice a su esposa que averigüe si puede sacar los intereses del capital (unos 150.000 dólares) que tienen en la cuenta que posee la representación argentina que tiene el Deutsch Südamerikanische Bank AG, cuya oficina están en el piso 18º de Corrientes 327 de la Capital Federal. Este banco (que ahora pertenece al poderoso Gruppe Dresdner Bank, también de Alemania) recibió depósitos de la señora de Bussi, y de su primogénito Luis José, por 50.000 dólares, entre junio y diciembre de 1990. Esta parte del diálogo realmente no tiene desperdicio: (Bussi) --Ajá. Bueno. Atendeme una cosa... este... andate al banco alemán y hablá con la vieja ésta, ¿conocés?
(Bigolio) --No. --La secretaria, la mujer mayor esa... y preguntale qué posibilidades tengo yo de sacar el lunes seis mil dólares.
--(Silencio) --¿Oíste?
--Bueno. --Así voy el lunes y los saco. Yo necesito sacar... este... los intereses del capital hasta el día de la fecha. Pero el capital son ciento cincuenta, a ver qué posibilidad tendría de sacar el lunes los intereses del capital. --¿Corrientes y qué es eso? --Corrientes y Reconquista. No, es casi casi Leandro Alem.
--En qué piso, que no me acuerdo. --Y bueno, es el banco alemán, China, está en la cartelera. Luego el general amonestado le dirá a su mujer que su viaje a Buenos Aires le demorará unos días y le recomienda que vaya nuevamente al cine. Pero lo llamativo de la última parte de la conversación es que las extracciones que realizan en el banco teutón no son conocidas ni siquiera por el fiscal Paulo Starc. Este, en su denuncia por enriquecimiento ilícito contra Bussi sólo se refirió a los plazos fijos que tenía la China Bigolio con su hijo Luis José. Otro dato para tener en cuenta. En el Ministerio de Gobierno de Tucumán se estaba al tanto que desde julio del año pasado un centenar de hombres a las órdenes directas del ministro del Interior, Carlos Vladimiro Corach, había desembarcado en Tucumán con equipamiento para "pinchar" teléfonos. El dato fue confirmado por un funcionario de segunda línea del Gobierno pero al parecer nunca se imaginaron que su máximo jefe sería uno de los escuchados por los espías de gobierno nacional.
EL GENERAL QUIERE RETENER SU PROPIA TROPA "EN POLÍTICA SE ACEPTA LA RAPIÑA"
"Lamentablemente tenemos algunos ejemplos de traidores (en FR), pero allí están unos rumiando las broncas en sus casas o vagando por las calles, y en otros casos organizando partidos políticos que no tienen ni el sello", se quejó el gobernador al cumplir quince días de vacaciones forzadas. Con la acusación que lanzó el jueves, Bussi volvió a incursionar en la denuncia de sus compañeros de partido como estrategia para retornar al poder, siempre y cuando salga airoso del juicio político en su contra. El gobernador ya había hablado de "traiciones internas" el 14 de abril pasado, pero tres días más tarde, cuando FR estaba al borde de la fractura, cambió de discurso. "Ya no hay traidores en nuestro partido", anunció en esa oportunidad, después de haber amenazado con "pisotearlos". Por primera vez desde que comenzó su gira proselitista por el interior tucumano, Bussi mostró su preocupación por el futuro de FR. Durante un almuerzo con sus seguidores en Concepción, les pidió que no lo abandonen en la desgracia. "No aflojen porque hoy es una necesidad fortalecerse para que las izquierdas y las derechas no afloren en Tucumán", afirmó Bussi desde el centro de la mesa. Los partidos de izquierda, afirmó, "pretenden cobrarse las derrotas sufridas en las urnas y en los montes tucumanos", donde el amonestado gobernador comandó la represión durante la última dictadura. La noche del jueves, el presidente de FR conmemoró el Día de los Trabajadores con una cena en su casa de La Rinconada. La mayoría de los legisladores y concejales capitalinos del partido; su hijo diputado, Ricardo; su apoderada en el proceso de destitución, Gilda Pedicore de Valls, y el jefe del equipo de abogados, Ramón Gamboa, hablaron con Bussi de temas políticos y jurídicos hasta las primeras horas del viernes. Según trascendió, Bussi habría decidido aceptar las decisiones que tome el Tribunal de la Legislatura. A la reunión no concurrieron el vicegobernador a cargo del Poder Ejecutivo, Raúl Topa, ni los miembros de la cúpula del partido que no ocupan cargos públicos. En Arcadia, otra localidad del interior, Bussi lloró nuevamente al referirse al juicio político. "Sus frecuentes quiebres emocionales, llanto incluido, son la más clara expresión de alguien absolutamente desequilibrado --aseguró ayer Vitar en un comunicado--, a quien nunca conmovió el dolor de sus víctimas, pero que no controla las lágrimas cuando se cierne sobre él el juicio inexorable de la historia, haciéndonos recordar a los criminales nazis juzgados en los tribunales de Nuremberg."
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