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RESISTENCIA Y CORRIENTES SOPORTAN A
PARTIR DE HOY EL PICO DE LA CRECIDA

LAS DEFENSAS RINDEN EXAMEN

En Chaco y Corrientes esperan a partir de hoy el pico de la crecida. Los funcionarios confían en que el agua no superará las marcas históricas y no habrá evacuaciones masivas. La gente que conoce el río, en cambio, toma con pinzas tanto entusiasmo.

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Los lugareños no le temen al Paraná, porque lo conocen de sobra, sino al Niño y a los desarreglos del hombre con la naturaleza.
"Hace unos días preparaban el arca de Noé y ahora dicen que no es para tanto."


Por Carlos Rodríguez
Desde Resistencia y Goya

t.gif (67 bytes)  "Yo pienso que esta vuelta el río, tarde o temprano, nos va a pasar por encima a todos." Julio Povis es remisero, nunca estudió hidrología, pero desde que nació, hace 40 años, vive en Goya, y sabe de ríos, de inundación, "de promesas que no se cumplen, de errores, mentiras o excesos" que llevan sello y membrete oficial. "Hace unos días preparaban el arca de Noé, ahora dicen que la cosa no es para tanto, pero yo le tengo desconfianza, no tanto al Paraná, porque lo conozco, pero sí al Niño malo", dice José Osiris Valenzuela, que a los 61 años de vida se ha convertido en un filósofo a la hora de analizar, desde "su" Resistencia, los fenómenos meteorológicos que adjudica "a la ambición del hombre, que quiere ser como Dios, pero no hace más que macanas, como destruir la naturaleza". La población de las dos ciudades tomó con pinzas el anuncio formulado por funcionarios provinciales: que entre hoy y el viernes el Paraná alcanzará sus picos máximos en Chaco y Corrientes, pero "en ningún caso habrá evacuaciones masivas porque, por fortuna, no se van a superar las marcas históricas" ni en Resistencia ni en Goya.

Anoche, como muy pocas veces en los últimos tiempos, la luna --en pleno cuarto creciente-- se divisaba nítida en Goya, sobre un cielo azul sin nubes a la vista. Fue la coronación de un día a pleno sol en las dos provincias. El secretario de Obras Públicas del Chaco, Benicio Szymula, pronosticó para hoy o mañana el pico de la presente crecida en el puerto de Barranqueras, el hidrómetro que se utiliza para saber la suerte que le espera a la ciudad de Resistencia y su zona de influencia. "El INA (Instituto Nacional del Agua y del Ambiente) había dicho que en el puerto el agua iba a llegar a un máximo de 8,60 metros, pero el último dato de hoy (por ayer) dice que no va a pasar de los 8,40 metros", comentó Szymula a Página/12.

El funcionario aseguró que, no obstante, se trabaja "sobre la hipótesis de que puede alcanzar los nueve metros", por lo que se están levantando las defensas "porque tienen que llegar a una cota de 9,50 metros, que permitiría resistir inclusive esa hipótesis de máxima". Cerca de 130 camiones volcaban tierra en Resistencia para consolidar el cordón defensivo externo, para pelearlo al Paraná, y también había unas 30 motoniveladoras, topadoras y excavadoras. Los fondos para esa tarea "son aportados exclusivamente por la provincia", que ya invirtió "unos cinco millones de pesos y tiene que poner otros cuatro o cinco millones para finalizar el trabajo previsto".

En Goya, el pico de la creciente se produciría recién entre el viernes y el domingo. El INA había dicho que en Goya las aguas iban a superar la marca de 7,21 metros, la más importante en la historia de la ciudad. "Pero finalmente va a andar por los 7,15 metros, posiblemente el viernes, de manera que no estamos tan mal". En diálogo con este diario, el secretario de Obras Públicas de la Municipalidad de Goya, Jorge Adolfo Scheller, afirmó que ahora están "preocupados, pero tranquilos, y no preocupados pero nerviosos (sic) como estábamos antes".

Los goyanos tienen sus razones para desconfiar de la palabra oficial. Unas horas antes de lo dicho por Scheller, el coordinador de la asistencia a los inundados, general Rodolfo Cabanillas, había estimado que en la zona de Goya podría haber "hasta 95.000 evacuados" si eran superadas las defensas por un nuevo récord histórico. Scheller admitió que, a pesar de las buenas noticias, ayer se comenzó a desmalezar un predio de 22 hectáreas, ubicado en uno de los lugares más altos de la ciudad, para albergar a los evacuados.

Walter Bonifacio, un médico que integra el grupo de voluntarios enviado a Goya por la entidad denominada Solydaridar, se quejó por la desorganización que se advierte en la mayoría de los centros de alojamiento y atención a los evacuados. "Nosotros aconsejamos que, además de las medidas dispuestas para el caso de una evacuación masiva, se levantaran centros para atender a los inundados". Bonifacio precisó que "de nada sirve convocarlos a todos si previamente no se sabe adónde será llevada esa gente".

También hay quejas por la atención que se les brinda a los evacuados en el predio de la Sociedad Rural de Goya. "Hay mucha gente solidaria, con ganas de trabajar, que llega de todo el país, pero no hay organización y todo no es más que un conjunto de voluntades." A pesar de la leve mejoría, todo hace pensar que todavía tiene que pasar mucha agua por encima de los puentes y de las casas. Así como la gente desconfía de los vaivenes orales de los funcionarios, Scheler puso reparos "frente a los malos augurios de los especialistas, entre comillas, que aseguran que en junio habrá una nueva crecida todavía más grave". Para don Osiris Valenzuela esos pronósticos son "muy confiables" porque "la lógica dice que El Niño, ese fenómeno maligno, fue engendrado por el desastre que hizo el hombre con la naturaleza".

 

Un comité con la oposición

El ministro del Interior Carlos Corach dijo no tener "inconvenientes" en ampliar a "distintos sectores sociales y a la oposición" el Comité de Crisis creado para atender la grave situación que atraviesan distintas provincias argentinas. La propuesta, lanzada por la cúpula de la Alianza, fue motorizada por el diputado Carlos "Chacho" Alvarez, quien pidió se convoque a los gobernadores de las regiones afectadas, los partidos políticos, las iglesias y los empresarios para elaborar un "programa de reconstrucción".

Corach coincidió con los análisis de Alvarez durante la emisión de un programa televisivo. "Estamos a punto de convocar" un comité de emergencia "con la amplitud que señala el diputado", le respondió el funcionario. Sin embargo, aclaró que la creación del Comité de Crisis señalado en la Constitución "no está prevista para situaciones de catástrofe sino para la seguridad, y está integrado por el Ministerio del Interior, los gobiernos provinciales y las fuerzas de seguridad, pero creo que en este caso hay que ampliarlo a los partidos políticos", concluyó.


LA AYUDA QUE HUBO QUE QUEMAR

"Hubo que quemar mucha ropa, porque hay gente que lo que hizo, en realidad, fue limpiar su casa." La frase, acompañada del reclamo de una "ética de la solidaridad" a quienes colaboran con los inundados, fue pronunciada por la secretaria de Desarrollo Social del Chaco, María Elisa Rodríguez de Carrió. Tras criticar las condiciones en que reciben la ropa donada, la funcionaria comentó que "fue necesario quemar muchas cosas porque no estaban en condiciones de usarlas". Además, resaltó la necesidad de enviar más alimentos porque la ayuda recibida no va a alcanzar: "Recibimos un 80 por ciento en ropa y un 20 por ciento en alimentos. A cada persona se le puede dar tres juegos de prendas de vestir que pueden durar una temporada, y además se lavan. Pero la comida una vez que se usa desaparece, y ese es nuestro punto más crudo", concluyó.

 

TEMEN NO PODER VOLVER A SUS CASAS

LOS QUE SE NIEGAN A IRSE

 

Por C.R.
Desde Goya

t.gif (67 bytes) Los ladrilleros y pescadores de Goya, esos que viven en la isla Las Damas, y en los barrios marginales de la ciudad que siempre tienen la nariz pegada al Paraná, están conjurados para aguantar a pie firme el desalojo. Los quieren sacar, para llevarlos a otros sitios, de la cinta asfáltica de cuatro kilómetros de largo que algunos ocupan desde el mes de diciembre pasado, junto con sus chanchos, sus caballos, sus gallinas y sus perros.

"Si nos vamos de acá lo más seguro es que no volvamos nunca más a nuestras casas, que están acá mismo, a pocos metros, todas bajo el agua." Julio César Acosta habla en nombre de todos, casi como si fuera uno de los caciques. Los que están resistiendo el desalojo se han agrupado en la avenida de la costanera, muy cerca del cuartel que pertenece al Batallón de Ingenieros 12. Durante la jornada de ayer se hicieron presentes, en forma subrepticia, varios funcionarios municipales. Para tratar de convencerlos les dijeron que si se van "hay posibilidades de que el Banco Mundial otorgue un préstamo para levantar una segunda línea de defensas a lo largo de la costa". Fue peor el remedio que la enfermedad porque los inundados "históricos", esos que están acostumbrados a vivir entre las algas, lo único que quieren es que las aguas retrocedan para volver a ser pescadores y ladrilleros en el mismo lugar de siempre.


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