VÉLEZ PASÓ UNA DURA PRUEBA
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1 ROSARIO: Sessa; Ordóñez, Carbonari, Gerbaudo, Jara; Coudet, Cuberas, González; Flores Coronel, Bustos Montoya. DT: Miguel Angel Russo. 2 VELEZ: Chilavert; Zandoná; Castromán, Pellegrino; Claudio Usain, Bassedas, Domínguez; Camps; Posse, Darío Husaín, Cordone. DT: Marcelo Bielsa. Cancha: Rosario. Arbitro: Angel Sánchez. Goles. 38m. Pandolfi (V), 47m. Coudet (R), 61m. Posse (V). Cambios: 32m. Pandolfi por Cordone (V), 45m. Falero por Flores Coronel (R) y Rochi por Jara (R), 71m. Maceratesi por González (R). 74m. Ercoli por Pandolfi (V). Incidencias: 77m. expulsado Darío Husaín (V), 86m. Ríos por Bassedas (V). Las circunstancias obligaban. Vélez al ataque y Central esperando. Aunque los rosarinos se las ingeniaron para controlar a los visitantes en el terreno que va de los tres cuartos a su área, la defensa fue desbordada varias veces y siempre quedó la sensación de que si Posse o Darío Husaín apretaban el acelerador por afuera iban a llegar a la posición ideal para tirar el centro atrás. Sin embargo, fueron los locales los que llegaron con riesgo en un cabezazo de Bustos Montoya que se fue arriba y en un remate bajo de Carracedo que pudo crearle problemas a Chilavert por el mal estado del campo ya que le llegó después de varios piques en el desparejo piso del estadio. Atrás, Vélez se las arregló bien pese a las cuatro ausencias. Castromán jugó "de Méndez" y controló bien a Jara, muchas veces metido como puntero o al delantero que fuera por su sector. Zandoná impuso su experiencia para ser líbero y además estuvo ayudado por el retroceso en bloque. Sin Compagnucci, Claudio Husaín fue el volante central pero esa ausencia y la de Cardozo le quitaron el circuito de fútbol que Vélez crea por la izquierda. Sin embargo Bassedas siguió siendo el termómetro del equipo, el que maneja los tiempos. Con espacio y tiempo, el volante volvió a ser garantía de salida limpia y progresión desde la zona media. Antes del golazo de Pandolfi hubo tres situaciones claras para Vélez. Dos de Posse y una del menor de los Husaín. La primera fue a la salida de un corner y el remate de Posse fue contenido con una mano por Sessa. La segunda fue una volea de Posse que se fue rozando el palo derecho y la tercera fue un calco de la anterior pero con remate de Darío Husaín. Así estaban hasta que llegaron dos jugadas claves. Darío Husaín encontró una pelota perdida en el medio, encaró y se fue al área. Cuando frenó y giró Gerbaudo le impidió el paso cruzándole el cuerpo. Era tan claro el penal que la sanción de Sánchez produjo más risas que indignación: cobró simulación de Husaín y lo amonestó. En la jugada siguiente, por derecha, Cuberas sacó limpiamente a Bassedas en un topetazo con el hombro y dio falta. ¿Quién entiende a Sánchez? Por suerte para Vélez, Pandolfi se iluminó y mientras todos esperaban el centro la puso "a lo Francescoli" en el primer palo de Sessa. El famoso lugar común del "balde de agua fría" cayó en el corazón de Vélez cuando Coudet clavó el empate con un golazo espectacular. Remató desde unos 25 metros y la clavó contra el palo mientras Chilavert sólo miraba. Un minuto antes Vélez había perdido el segundo cuando Posse le entró mordida a una media vuelta. Unos diez minutos duró el desasosiego para la visita. Estaba perdido en la cancha y no encontraba la pelota pero Domínguez metió un centro, Posse apareció entre los centrales y cabeceó sobre la salida de Sessa. Quinto gol de Posse en los últimos cuatro partidos y éste tan fundamental como el de los empates con River y Lanús. El final fue dramático. Central fue a buscar un nuevo empate y Vélez renunció a la contra cuando Sánchez echó a Darío Husaín. Bielsa puso dos pibes, sacó a Pandolfi y después a Bassedas. La cuestión era aguantar y asegurarse la punta. Con angustia pero después de haber jugado mejor y con los ropajes de un equipo que pretende llegar arriba, Vélez se quedó con los tres puntos.
SIGUE LA RONDA SUCESORIA EN BOCA MACRI VA A VER A VALDANO Mauricio Macri tuvo una extensa conversación con Miguel Angel Brindisi el domingo pasado y --según todas las fuentes cercanas al presidente de Boca-- tuvo una "muy buena impresión" de él y quedó bien colocado en la línea sucesoria no precisamente al trono sino al duro banco boquense. Es el único técnico con el que --al menos oficialmente-- ha hablado Macri desde el momento en que se propuso realizar una ronda de consultas o --entrevistas de trabajo, según su hábito empresario-- para elegir al sucesor de Héctor Veira. Todo indica que el trámite sucesorio será más lento de lo que se esperaba en un primer momento, por dos razones: una, porque entre los posibles postulantes --no es el caso de Brindisi-- hay varios que están trabajando y habrá que esperar hasta julio para ver qué deciden (el caso más ostensible es el de Passarella); otra, porque no hay unanimidad en la comisión directiva con respecto del que sería candidato "natural" del presidente (otra vez Passarella) y siguen las consultas para elaborar encuestas que tienen toda la pinta de plebiscitos no vinculantes: el ejemplo del "maestro" Tabárez, solicitado por la gente y desdeñado por la conducción es el ejemplo más flagrante. El "ninguneo" de Maradona, aunque lo reconoce como postulante, es otro. Así, más allá de que la ronda de charlas tenga relativa credibilidad, lo cierto es que el discurso de Macri es coherente en ese sentido. Anteanoche volvió a ratificar que, "pese a algunas demoras", el técnico de Boca estará elegido en "un par de semanas". Y pidió un poco más de tiempo, ya que es una tarea en la cual no está dispuesto a derivar nada. Así, el viaje a Europa, que es su gesto más inmediato y se justifica por "razones personales", está íntimamente ligado con esta búsqueda. Así, el presidente de Boca se encontrará en Madrid nada menos que con Jorge Valdano, un nombre que no estaba ni está aún en los planes y la agenda de nadie. El entrenador, que dejó el Valencia a principios de temporada, ha venido realizando tareas periodísticas y así seguirá hasta el Mundial. Los otros hombres/nombres con que se supone hablará Macri en Europa son Héctor Cúper y Carlos Bianchi, que está ya en París. Interlocutores seleccionados mientras el seleccionador sigue sin ser interlocutor: "La última vez que hablé, Passarella fue hace seis meses" repite Macri. |