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EL DESEQUILIBRIO COMERCIAL SIGUE CRECIENDO A RITMO ACELERADO

La diferencia entre exportaciones e importaciones continuó agrandándose en marzo. El déficit fue de 667 millones de dólares, elevando el rojo acumulado de los últimos doce meses a la impresionante cifra de 6133 millones. Con este resultado, el Fondo Monetario insistirá con su receta de enfriar la economía.

un 24 Las importaciones crecieron por ciento en marzo.
En cambio, las exportaciones avanzaron apenas el 2 por ciento.

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t.gif (67 bytes) El déficit comercial en marzo fue de 667 millones de dólares, con lo cual el rojo acumulado en los últimos doce meses llegó a 6133 millones de dólares. El resultado de ese mes, difundido ayer por el Indec, sigue confirmando los temores de los técnicos del FMI, que habían establecido un límite de 5 mil millones --acumulados en los últimos doce meses-- y reclaman medidas correctivas al Gobierno. En marzo las exportaciones no cayeron, como venía ocurriendo en los últimos cuatro meses, pero crecieron apenas un 2 por ciento. En cambio, las importaciones continuaron aumentando a un ritmo del 24 por ciento, todavía mayor que en meses anteriores.

En los tres primeros meses del año el déficit comercial alcanzó los 2080 millones de dólares, cuando en el mismo período del año pasado el saldo negativo había sido sensiblemente inferior: 780 millones de dólares.

Analizando lo sucedido en ese período, las exportaciones disminuyeron un 6 por ciento en relación a igual lapso del año pasado, mientras que las exportaciones crecieron un 15 por ciento.

Por rubros, las ventas al exterior de productos primarios aumentaron un 7 por ciento y las manufacturas de origen industrial un 13 por ciento; en tanto, las manufacturas de origen agropecuario cayeron un 18 por ciento y las de combustibles un 37 por ciento. Estos últimos dos rubros muy afectados por la baja de los precios internacionales.

Por el lado de las importaciones, buena parte está motorizada por la demanda que origina el aumento de la inversión doméstica. Las compras de bienes de capital subieron un 28 por ciento, las de bienes intermedios un 15 por ciento, las de automotores de pasajeros un 5 por ciento y las de consumo un 11 por ciento, mientras que las importaciones de combustibles cayeron un 7 por ciento.

Desde el punto de vista regional, Argentina mostró un resultado negativo durante el primer trimestre en el intercambio con todos los bloques comerciales. Con el Mercosur el desequilibrio alcanzó a los 173 milones de dólares, frente a un superávit de 455 millones durante el primer trimestre del año pasado. Con el sudeste asiático el rojo fue de 71 millones de dólares, cuando el año pasado el saldo había sido prácticamente equilibrado. Con el NAFTA, el déficit se agrandó: fue de 1334 millones este año frente a 1096 millones de 1997. Con la Unión Europea, en tanto, la variación fue mínima: 1023 millones de déficit contra 999 millones del año pasado.

Los 6133 millones de dólares de déficit acumulado en los últimos doce meses renovaran las presiones de los funcionarios del Fondo Monetario en las próximas semanas para que el Gobierno adopte medidas. Sin embargo, el tema se decidirá recién en julio, cuando se concrete una reunión clave. Entonces, los técnicos del Fondo revisarán dos metas pautadas en la carta de intención firmada en febrero: los objetivos fiscales para el primer semestre del año, por un lado, y los avances en materia de reforma laboral, por el otro. Pero también será el momento para saldar la discusión sobre si hay que tomar o no medidas para reducir el déficit externo. Roque Fernández confía en que en abril y mayo las exportaciones comiencen a recuperarse, por cuestiones estacionales, y las importaciones se desaceleren debido a un menor crecimiento económico interno. Pero, por ahora, los números no lo favorecen.

 


 

CASAMIENTO BENZ-CHRYSLER

Las gigantes automotrices Daimler-Benz de Alemania y Chrysler de Estados Unidos se fusionaron. Juergen Scrempp (foto), director ejecutivo de Daimler-Benz, sostuvo que la megaalianza, evaluada en unos 92 mil millones de dólares, se posicionará en quinto lugar entre los grandes jugadores del sector en el mundo, detrás de General Motors, Ford, Toyota y Volkswagen. La nueva compañía estará controlada en un 57 por ciento por el grupo alemán, en tanto que la empresa estadounidense tendrá el 43 por ciento restante. La estrategia de las automotrices apunta a extender su presencia a ambos lados del Atlántico. La alianza, además, les permitirá --según destacaron sus voceros-- "incrementar la competitividad de cara al próximo milenio". Una idea que se ve favorecida por la escasa competencia entre su producción, líderes, a su vez, en mercados diferentes. Daimler está especializada en autos de lujo, mientras Chrysler es fuerte en camiones livianos y autos medianos compactos. Las ventas del nuevo gigante rondarán los 4 millones de vehículos al año, facturará 130 mil millones, con ganancias en 1999 de unos 1400. Mientras los expertos discutían si la movida daría lugar a nuevas uniones entre grandes automotrices, ayer se producía la venta de la fábrica inglesa Rolls-Royce a Volkswagen por 720 millones de dólares. Rolls-Royce vendió el año último 1918 unidades en todo el mundo a un precio promedio de 400 mil dólares. Esto le reportó unos 40 millones de ganancias al consorcio armamentista Vickers que la controlaba desde 1980.

 

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