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EL ESTADO DE LA COSA Los McLaren de Mika Hakkinen y David Coulthard consumaron el tercer "1-2" de la temporada, y mientras avanzan hacia el título, los rivales ya no saben qué hacer para detenerlos.
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Armada invencible McLaren amenaza dominar como en 1988, cuando ganaron 15 de las 16 carreras del año. Van 5, ganaron 4, y señalaron el tercer 1-2 del campeonato con más comodidad. Hakkinen volvió a ser más rápido que Coulthard (así largaron, --foto-- así llegaron), y lo será mientras Bridgestone les dé estas gomas: el escocés se tiene menos confianza si el tren delantero no se agarra bien al piso; el finlandés maneja mejor este conjunto chasis-cubiertas, que favorece la ida de cola, tendencia a la que es afecto. Eso, sin contar que es el preferido de Ron Dennis y que está ganando la carrera interna por el título. Mecánicamente están afianzados y en Montmeló ni siquiera sufrieron los problemas de temperatura de caja de cambios que los aquejó en Imola. Ferrari es un espejismo Schumacher está algo desilusionado. Lo de Argentina fue un espejismo y, lejos de achicar la brecha, ésta se agranda: "Me costó pasar a un Minardi, a un Benetton --se lamentó el alemán--. Ser tercero era lo máximo que podía lograr, desde el comienzo sabía que no tenía la más mínima posibilidad". Sigue siendo el mejor no McLaren (foto), el único que puede correrles en circuitos en los que el promedio de velocidad no supere los 200 km/h. Mónaco, dentro de 15 días, constituirá una oportunidad magnífica para descontar, pero luego vendrán circuitos ultrarrápidos (Magny Cours, Silverstone, Hockenheim) donde los McLaren serán todavía más inalcanzables. Para colmo, Irvine no ayuda... Más de lo mismo Esteban Tuero (foto) sigue haciendo de las suyas. Es decir, llegando: por segunda vez en la temporada, de manera consecutiva, vio la bandera a cuadros, lo que no es poco para la Minardi en un circuito veloz como Montmeló. Al menos, los motores Ford dejaron de romperse. El último lugar puede verse como una anécdota (será siempre así cuando haya pocos abandonos) o como un lugar común. El pibe de Caballito se equivocó en la largada ("no pude acomodar bien el auto y después Ralf Schumacher me tapó"), pero hizo vueltas más rápidas que su coequiper. El asunto es que lo vean. Más allá de la experiencia que va recogiendo, lo importante es hacer méritos hacia afuera: para ganar carreras, hay que manejar otros coches... Williams se pincha Williams está atravesando su peor temporada desde 1988. Los problemas son dos: el motor Mecachrome tiene la misma potencia que los Renault de 1997, y esos HP ya no alcanzan; además, los autos son muy nerviosos de cola. Por eso el patetismo de Villeneuve impedido de pasar al Stewart de Barrichello. Benetton tiene los mismos motores, pero usa gomas Bridgestone, así que en pistas en las que hace mucho calor --como Montmeló-- anda mejor que los Williams, que hasta pueden perder mano a mano con los Sauber, hoy el quinto equipo de la categoría.
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