EL MENEMISMO GANÓ LA ELECCIÓN EN PARAGUAY
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PAGINA/12 EN PARAGUAY Por Darío Pignotti desde Asunción "Estoy muy contento... La noticia es muy reconfortante, porque había muchas dudas de cómo iban a votar esta vez los paraguayos." Estas frases no las dijo Raúl Cubas, no las dijo Lino Oviedo, ni siquiera Luis Argaña ni su referente, el hoy políticamente quemado presidente Juan Carlos Wasmosy. No: las dijo el embajador argentino en Asunción Néstor Ahuad, menemista de primera fila que la semana pasada reconoció en exclusiva a Página/12 que el gobierno argentino apoya a Oviedo y le ha suministrado defensores. Y el modo de formular estas declaraciones estuvo también impregnado de la intención de marcar protagonismo argentino: Ahuad llamó de motu proprio al programa del popular Humberto Rubin en Radio Ñandutí. De esta manera se cerraba el círculo de una sorprendente intervención argentina en las elecciones paraguayas. Políticamente, el día empezó bien temprano. Fue el amanecer de un día agitado. Ya a las 4:30 horas de la madrugada la bucólica Asunción transmitía electricidad electoral. Luego de 50 años de comicios más o menos infectados, pero siempre fraudulentos, los de ayer fueron los primeros en que la oposición contó con instrumentos de control legal, claro que insuficientes para compensar el aparato oficialista. En el trayecto que une Asunción y el municipio de Luque, radicado en el Departamento Central, cuyo padrón es el más populoso del país, con 540.000 de los 2.049.000 electores paraguayos, automóviles y camionetas con fiscales, presidentes de mesa, voluntarios de la Justicia Electoral y activistas denunciaban la expectativa de la "primera vez". Amanecía en la Escuela Número 26 José E. Aquino, eran las 6 y el sol ya calentaba hasta los 20 grados. Dona Justa tambaleante descarga una canasta de chipa soo (rellenos de carne). Llegó portando la mercancía sobre la cabeza, es una anciana de cuerpo enjuto y sandalias rojas de tierra. En el patio central de la escuela Justa instala su puesto bajo una de las plantas de pomelo "pa'ganar lugar tempranito, los tenemos calentitos sabe," publicita la mujer. "El voto es secreto" se ataja, pero "yo siempre voto igual" dice, sugiriendo su opción colorada. A una hora de la apertura de las mesas, prevista para las 7, Justa no estaba sola allí: se habían instalado un puesto de "churrasquitos" y dos de "cocido" (mate cocido) a cada lado de un Chevrolet Opala gris, descascarado, con una inscripción en el parabrisas: "Se vende 3.330.000" (680 pesos). Más de 50 votantes ya esperaban su turno frente a las mesas correspondientes, ubicadas junto a cada aula. La escuela había alterado su geografía de todos los días, en el 4º Grado C funcionaba la mesa 7, el 2º Grado A se convirtió en Mesa 14. Tras las mesas, biombos de dos placas con la inscripción "Justicia Electoral" se disponen a modo de cuartos oscuros. El procedimiento de votación ha sido motivo de grandes debates nacionales en los meses previos. Tantos años de vicio volvieron vulnerables a todos los esquemas convencionales. "Los únicos productos puramente paraguayos son el tereré y el fraude" bromea Analía, una estudiante universitaria designada por la Alianza Democrática como fiscal de mesa. La consigna era dar transparencia y eso se tradujo en urnas con ventanas que permiten ver su interior. Según pasan las horas la joven va cambiando el gesto, los sondeos de boca de urna que montó su propia organización van advirtiéndola de la derrota aliancista. Mientras tanto siguen llegando electores, todos provistos de su cédula de identidad y casi todos munidos de termo y mate. Nelly Saleh, colombiana enviada por la Fundación Internacional de Servicios Electorales llegó al lugar a media mañana, su trabajo aporta información a la OEA, que le ha proporcionado un móvil identificado. La observadora analiza: "Es una votación masiva y tempranera, a las 10 de la mañana ya casi hay un 50 por ciento de participación, es mayor aún que la de 1996 (elecciones municipales). Es una gran asistencia".
--¿Qué razones explican esa participación? --No puedo pronunciar análisis, sólo emitir datos observados. A las 5 de la tarde,la humedad asunceña obliga tereré: todo el Paraguay espera la hora "D" cuando la Justicia Electoral autoriza la divulgación de las bocas de urna. Las usinas de versiones habían intoxicado el ambiente y cada comando electoral dio sus datos, completamente divergentes. La verdad quedó al desnudo a las 16 hs. 45, cuando Domingo Laíno tomó la iniciativa. El candidato opositor dijo que su coalición ganó, que las bocas de urnas daban gran número de votantes que no respondieron y que llamaba a festejar. Pero a sus dichos parecía contradecirlos el gesto y la expresión de su compañero de fórmula Carlos Filizzola y el grupo de dirigentes que los acompañaban. En ese instante los sondeos boca de urna contratados por las tres cadenas de medios privados desementían al candidato liberal. Más: aseguraban que la victoria colorada podría haber sido más holgada de lo esperado, comprometiendo el triunfo liberal en Asunción y Departamento Central, pero los datos eran muy prematuros al cerrar esta crónica. En la esquina de Choferes del Chaco y Eusebio Ayala los oviedistas rabiosos celebraban en el Puesto de Comando de la UNACE (Unión Nacional de Colorados Eticos). En las oficinas del local Raquel Oviedo y José Francisco Appleyard recibían las informaciones periodísticas con expresión revanchista, alguien de su entorno prometía que "Laíno va a ir preso" a propósito de una conferencia de prensa en la que el candidato liberal anunció su triunfo antes de lo legal, transgresión penada hasta con seis meses de prisión. El sábado, luego de recibir la bendición última de su líder, Lino Oviedo, el ingeniero Raúl Cubas había prometido la pronta libertad del ex general preso por el movimiento sedicioso de abril de 1996. Otra promesa: Oviedo, libre o no, será el próximo presidente de la Asociación Nacional Republicana, es decir el Partido Colorado. Si las predicciones de Appleyard y Cubas se cumplieran, en un tiempo Laíno podría estar preso por sus dichos en una conferencia de prensa y Oviedo en libertad. Macondo, 1998. Anochecía el día agitado y la euforia colorada se volvía excitación de masas. La Zuny Castineira, ex modelo hoy vuelta vedette aplaudida este año por su desnudez en el zambódromo de Río de Janeiro, llegó hasta el local colorado de 25 de Mayo y Tacuarí, en pleno centro capitalino. En guaraní la curvilínea moza decía: "Libertad, libertad a Linoo-oo, Linoo-oo". La morena sonreía, la muchadada bramaba y entre el gentío ya se distribuían unas calcomanías acaso premonitorias: "Lino Oviedo presidente 2003".
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