Por Mariana Carbajal "Es realmente estimulante. No puedo describir cómo me
hace sentir." Robin Lyles, de 39 años, está eufórica. Desde que tomó la famosa
píldora contra la impotencia masculina, la sonrisa le volvió a la cara. Aunque la
pastilla aún no ha sido aprobada en EE.UU. para uso femenino, numerosos especialistas
comenzaron a prescribirla a sus pacientes mujeres --Lyles es una de ellas-- en el marco de
pruebas clínicas para determinar si es tan efectiva en ellas como en los varones. Sin
embargo, todavía no hay nada seguro. "Es posible que el Viagra pueda actuar en las
mujeres, pero los estudios se encuentran en estadios iniciales y sería absolutamente
prematuro aventurar cualquier conclusión al respecto", advirtió a Página/12
Edgardo Becher, presidente de la Sociedad Latinoamericana para el Estudio de la Impotencia
(SLAI). El sexólogo León Gindín se mostró más escéptico aún: "No creo que
pueda ayudar a las mujeres", respondió el director del Centro de Educación Terapia
e Investigación en Sexualidad (CETIS). Ajena a las opiniones de los profesionales
argentinos, seguramente anoche Lyles habrá vuelto a sonreír gracias a la pastillita
azul.
Lyles fue sometida a una histerectomía total (extracción del útero y
los ovarios) y desde la operación no tenía lubricación vaginal, lo que le dificultaba
mantener relaciones sexuales con su marido. "La sequedad era muy incómoda. Incluso
con lubricantes se hacía difícil (tener sexo). Y Cuando sí lo conseguía, no sentía
como antes. Ahora estoy muy entusiasmada porque es como empezar de nuevo", contó
Lyles.
La mujer es paciente de Jennifer Berman, una uróloga de la Universidad
de Maryland. Berman acaba de recibir una subvención de la Fundación Estadounidense para
Enfermedades Urológicas para estudiar la fisiología de la respuesta sexual femenina.
Comenzó sus ensayos con un pequeño grupo de mujeres y ayer declaró que ya podía
observar resultados positivos.
La píldora favorece la erección, al provocar mayor afluencia de
sangre al pene. "Del mismo modo puede acrecentar el placer sexual femenino aumentando
el flujo de sangre en los órganos genitales de la mujer", indicó Raymon Rosen,
responsable de un instituto de investigación médica de Nueva Jersey, quien recetó el
medicamento a seis mujeres que tenían dificultades para excitarse. "El aumento de
flujo de sangre provocó sensaciones placenteras durante la visión de una película
pornográfica, no logradas en cambio sin la píldora", explicó el investigador.
También Irwin Goldstein, de la Universidad de Boston, admitió haber prescripto ya el
Viagra a 25 pacientes que han atravesado la menopausia, para ver si puede aliviar la
sequedad vaginal y también a Laura Kline, una peluquera de 39 años de Baltimore que fue
sometida a una histerectomía. Kline aseguró que la semana pasada tuvo su primer orgasmo
después de la operación realizada 5 años atrás.
Gindín descree de las primeras conclusiones favorables. "Decir
que es maravillosa porque a unas pocas señoras les resultó es poco serio. Muchas veces
los efectos favorables responden a una cuestión psicológica. Le están dando
características de píldora mágica a algo que requiere más estudios. Lo único que
puede llegar a hacer en las mujeres es ponerles el clítoris durito. Y aunque en la
primera fase de la respuesta sexual femenina cuando se lo estimula el clítoris se pone
grande, en la segunda fase se retrae y sólo se llega al orgasmo si se lo sigue
estimulando. Tampoco creo que solucione los problemas de lubricación vaginal. El remedio
para eso es dar estrógeno", explicó el director del CETIS.
Lo cierto es que la verdadera efectividad en las mujeres del Viagra
--que aquí se venderá como Sindefil-- recién se conocerá en un par de años, aclaró
Becher, debido a que las pruebas clínicas que lleva adelante el laboratorio Pfizer entre
mujeres recién están en la Fase II.
Aluvión de voluntarios
"El día que salió en Página/12 la nota que
anunció el ensayo clínico con la píldora un aluvión de pacientes vinieron al hospital
a ofrecerse para probarla", comentó ayer a este diario Edgardo Becher, urólogo del
Hospital de Clínicas y director del Centro de Diagnóstico Urológico. Becher es uno de
los 10 profesionales argentinos que, como informó Página/12 el jueves último,
llevarán adelante el estudio en el país entre 90 hombres con problemas de erección. Los
voluntarios ya fueron reclutados y la prueba comenzó ayer. "Tengo 23 pacientes para
10 puestos", señaló Becher para dar una idea de la expectativa que ha generado
aquí el lanzamiento en los Estados Unidos del Viagra. El estudio clínico durará 16
semanas y se realiza en forma simultánea en Argentina, Uruguay, Chile y Perú. En total
serán 140 los latinoamericanos que probarán el medicamento. La droga debe tomarse una
hora antes de la relación sexual y actúa bloqueando temporalmente una enzima (conocida
como PDE 5) que el hombre produce naturalmente y que provoca la disminución de la
erección o la impotencia.
El problema de ver azulado
La Academia Americana de Oftalmología advirtió que el Viagra puede
afectar la retina y hacer que el paciente lo vea todo de color azulado. A través de un
comunicado de prensa, la entidad aseguró que "ver el mundo teñido de azul puede ser
molesto" y pidió que se estudiaran más a fondo los efectos secundarios a largo
plazo del nuevo medicamento para el tratamiento de la impotencia masculina.
El furor que despertó Viagra en los Estados Unidos comenzó a surgir
en Europa. El miércoles la pastillita mágica comenzó a venderse en Andorra, país que
aunque está situado dentro del viejo continente no está sujeto a las reglamentaciones
que corren para el resto de Europa. Las farmacias andorranas que importaron desde EE.UU.
la pastilla agotaron rápidamente su stock. Lo curioso es que el producto no ha sido
comprado por andorranos, puesto que los médicos locales todavía no lo recetan: son los
españoles quienes han arrasado con la píldora. España no autorizará la
comercialización del Viagra hasta fines de año.
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