A LA CGT LE PAGAN CON CAMBIO
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Por Raúl Dellatorre Con la anuencia de la CGT, el presidente Carlos Menem le puso la firma a la modificación del régimen de traspaso de afiliados entre obras sociales. La opción de pase ya no estará limitada a un período de dos meses por año, sino que podrá definirse en cualquier momento, con la sola restricción de no hacerlo más que una vez cada doce meses. Además, el régimen crea una comisión consultiva, integrada por representantes de obras sociales, que tendrá la facultad de recomendar la aprobación o rechazo de las solicitudes de opción. La nueva modalidad les devuelve poder a las cúpulas sindicales sobre el manejo del sistema, pero podría resultar perjudicial para las entidades sindicales más chicas, que quedarían expuestas a la probable concentración de afiliados en sus "hermanas" mayores. Hasta el lunes último, transcurrida una semana de la apertura del período de traspasos, poco más de 2800 afiliados habían solicitado su pase. Hasta el 22 de mayo próximo, los pedidos seguirán tramitándose ante la Administración Nacional de Seguridad Social (Anses), pero a partir de esa fecha la gestión deberá realizarse directamente en la obra social elegida. La entidad receptora, de acuerdo con el decreto 504/98 firmado ayer, no tendrá obligación de darle al afiliado oriundo de otra obra social "más cobertura que el Programa Médico Obligatorio". Si la cobertura de sus afiliados originarios fuese superior a ese piso, podrá exigirle al recién llegado un pago suplementario para equiparar su plan prestacional. Otra norma referida a los traspasos --no vigente en el régimen actual-- es que las obras sociales que reciban afiliados "en tratamiento o padeciendo afecciones crónicas preexistentes", durante los primeros nueve meses le facturarán a la entidad de origen las prestaciones efectuadas. No podrán ejercer la opción de cambiar de obra social "los beneficiarios una vez extinguida su relación laboral" y "los trabajadores cuya retribución mensual sea inferior a los tres Mopres", es decir, 240 pesos. El nuevo régimen de traspasos fue la rápida respuesta que el Gobierno dio a la central sindical oficialista ante su reclamo de suspender por 90 días la habilitación de los pases, con la excusa de la emergencia de las inundaciones. En apenas una semana, la Jefatura de Gabinete redactó, junto con el Ministerio de Salud y la Anssal, la reglamentación de los traspasos que ayer firmó Menem. Pese a que no contempló el pedido de la CGT, los sindicalistas igual se dieron por conformes. Tal cual quedó diagramado, el sistema no cierra definitivamente la puerta al ingreso de la medicina prepaga, pero deja la llave en manos de las principales organizaciones gremiales. Las privadas pueden entrar en el negocio --de hecho, lo están haciendo-- como asociadas o prestadoras de las obras sociales sindicales, pero no podrán captar en forma directa a los afiliados de otras entidades, como habían empezado a hacerlo a través de promotores. Por otro lado, la posibilidad permanente de la opción de cambio jugaría, en principio, en contra de las obras sociales más pequeñas, que no tienen el poder de realizar campañas publicitarias de captación de afiliados como las entidades mayores.
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