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El 69 resultó ser número mágico en la lucha contra la impotencia sexual: en efecto, el 69 por ciento de un grupo de pacientes que recibió la nueva píldora contra ese mal consiguió la ansiada erección. El estudio se efectuó en Boston sobre 532 casos. Entre los que habían ingerido sólo un placebo, el 22 por ciento logró el mismo resultado. Entretanto, el Viagra se ha erigido en uno de los medicamentos más recetados en Estados Unidos. Los especialistas, sin embargo, advierten que hace falta más tiempo para constatar, por ejemplo, si no se produce un acostumbramiento que debilite sus efectos y exija dosis crecientes. La nueva droga no está contraindicada para diabéticos, pero sí para los que toman ciertos medicamentos contra la hipertensión arterial. En hasta un 18 por ciento de los casos, produce efectos secundarios como fiebre, dolores de panza o "...disculpáme, querida: ahora soy potente pero ¡me duele la cabeza!". Los datos de la investigación, que duró 32 semanas, se publican hoy en el prestigioso New England Journal of Medicine. El estudio fue dirigido por Irwin Goldstein, de la Universidad de Boston (Massachusetts). Los voluntarios que recibieron Viagra (nombre con el que se comercializa en Estados Unidos la droga "sildenafil") tuvieron un promedio de 5,9 relaciones sexuales por mes, mientras que los otros pacientes tuvieron que conformarse con 1,5 veces, según indican las duras cifras del promedio estadístico. Por otra parte, entre el 6 y el 18 por ciento de los que tomaron la droga sufrieron jaquecas, fiebre o malestares abdominales. "Los resultados de este estudio son prometedores", comentó el doctor Robert Utiger, uno de los responsables del New England Journal..., en el editorial de la revista. Sin embargo, advirtió, "todavía hay que probar que las esperanzas suscitadas por el sildenafil se confirmen, una vez que sea administrado a más hombres durante períodos más largos". Con similar prudencia el doctor Martin Weisberg, de la Universidad de Pensilvania, se limitó a responder "El tiempo lo dirá" ante la pregunta de si, a largo plazo, los pacientes deberán tomar dosis cada vez más altas de sildenafil para lograr los mismos resultados. Por otra parte, la droga está contraindicada para quienes estén tomando algunos de los medicamentos que controlan la hipertensión arterial. No hay contraindicación para los pacientes que padezcan diabetes. En todos los casos la nueva droga debe usarse previa indicación médica. Se precisó también que el sildenafil puede auxiliar a los hombres operados de la próstata, siempre y cuando en el acto quirúrgico se haya preservado la necesaria inervación del pene. El "whisky antes..." podrá mantenerse, ya que el sildenafil es compatible con el alcohol "a condición de incrementar la dosis a 100 miligramos", según el doctor Weisberg. Tampoco se contraindica su uso simultáneo con Prozac, el antidepresivo más popular en Estados Unidos. Desde que Viagra se empezó a vender, a fines de marzo, se confeccionaron ya 627.000 recetas. Las universidades de Pensilvania y Jefferson auspician en Internet un consultorio on-line sobre el sildenafil (http://health.phillynews.com). Allí, por ejemplo, puede leerse: "Mi novio logra la erección, pero no puede acabar durante la relación: su única manera de acabar es masturbarse. ¿Lo puede ayudar el Viagra?". Ante preguntas como ésta, las universidades endurecen su posición: "Viagra ayuda a las erecciones, no a los orgasmos".
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