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No se trata de un proyecto a largo plazo. Todo lo contrario. El senador Rojas, quien calificó a Stroessner de gran gobernante, solicitó el mismo marco jurídico que ya se ha aplicado en Argentina y Uruguay para cerrar las heridas del pasado. Sus intenciones consisten en presentar dicho proyecto antes de que concluya este periodo legislativo, es decir, antes del 15 de agosto, cuando el presidente Juan Carlos Wasmosy deje el poder en manos del candidato colorado triunfante el domingo, Raúl Cubas Grau. Lo más probable es que en una primera votación el proyecto sea rechazado, ya que la oposición cuenta con mayoría de senadores (25 contra 20), por lo que el proyecto descansará hasta que se retome el próximo período legislativo, cuando los colorados contarán con mayoría (24 contra 21). Sin embargo, la última palabra no está dicha. De esos 24 senadores colorados, nueve sintonizan con el general Lino César Oviedo (hoy en la cárcel), enemigo personal del ex dictador y uno de los principales defensores de su expulsión del país, en 1989. Oviedo fue candidato de los colorados a la presidencia de la República hasta su descabalgamiento tras serle confirmada una sentencia a 10 años por intento de golpe de Estado, y goza de una inmensa popularidad en todo el país. Su ascendencia sobre el partido es también indudable, así como sobre el futuro presidente, Cubas, que fue su segundo en el "ticket" electoral del Partido Colorado. Una de las consignas que han circulado por el país, por ello, ha sido "Cubas al gobierno, Oviedo al poder". Las reacciones a la propuesta de punto final no se han hecho esperar y la coalición opositora, derrotada en las urnas el domingo, calificó el proyecto de Rojas como absurdo. Sin embargo, en círculos judiciales, distintos abogados se mostraron favorables a esta posibilidad, como es el caso del abogado Gaona Irún, quien se manifestó partidario de buscar la paz social para encaminar a Paraguay hacia un mejor futuro. En todo caso, los fantasmas del pasado pueden resucitar en un país que no necesita de más sobresaltos. Mientras tanto, el Tribunal Superior de Justicia Electoral, órgano encargado de controlar los comicios, prosigue con el cómputo oficial de votos. La diferencia entre los dos partidos se ha ido ampliando y en estos momentos el Partido Colorado se alza con el 54 por ciento, mientras que la alianza opositora permanece en un 42 por ciento. Los ánimos en el seno de la coalición andan por los suelos, porque aparte de perder las elecciones y la oportunidad histórica de desplazar a los colorados de un poder que han ocupado durante décadas, ya no cuenta con el control del Congreso Nacional y tan sólo ha obtenido cuatro de las 17 gobernaciones en disputa. Para el próximo período legislativo, el Partido Colorado podrá imponer su voluntad allí donde se lo proponga. Las primeras fisuras en la Alianza ya han aparecido y varios dirigentes han solicitado la renuncia del candidato presidencial, Domingo Laíno. Incluso se habla ya de una convención extraordinaria para discutir la ruptura de la coalición. Al mismo tiempo, se introdujo otra novedad interesante en el panorama político: Cubas anunció su voluntad de reanudar relaciones diplomáticas con China y Cuba. El destinatario de esta estocada no puede ser otro que Estados Unidos, que hizo activamente campaña contra Oviedo y lo calificó como un enemigo de la democracia. Pero también apunta a diversificar las relaciones económicas del Paraguay, un punto ya esbozado por la aproximación del general Oviedo a Alemania y la Unión Europea. |
Dos
días después del incontestable triunfo del Partido Colorado en Paraguay, el panorama
político continúa sobresaltando a una ciudadanía que espera soluciones a una crisis
económica galopante, y que soporta un alto índice de desempleo. La tranquilidad de la
mañana de ayer se vio interrumpida cuando el senador colorado Arnaldo Rojas Sánchez, en
el transcurso de la primera sesión del Senado tras las elecciones, anunció que
presentará un proyecto de ley de punto final, que sin duda favorecerá al ex dictador
Alfredo Stroessner, el hombre que dirigió los destinos de este país con mano de hierro a
lo largo de casi 40 años y hoy exiliado.