PARA QUE VUELVAN LOS CISNES
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Por Raquel Roberti El lago de Parque Centenario y cinco metros de su periferia tendrán en unos días más un padrino que los cuide. Limpieza y cuidado correrán por cuenta de la Asociación Argentina del Ozono (Adelo), que también construirá dos estructuras para máquinas, un puente y un cerco alrededor del lago de 80 centímetros de altura. La inversión inicial del proyecto es de unos 500 mil dólares y el mantenimiento se llevará 15 mil mensuales, teóricamente a cargo de Adelo. El lago, eterno centro de contaminación, tendrá bombeo permanente y un equipo liberará ozono, que actuará como bactericida. El islote de rocas, hoy abandonado, volverá a ser cobijo de patos y cisnes. Luces, reflectores y glorietas completan el proyecto, cuya primera fase demandará unos seis meses. Las asociaciones vecinales sostienen que el convenio se firmó a sus espaldas y, aunque no se oponen, estarán atentos y exigirán transparencia (ver aparte). El presidente de Adelo, Francisco Bacchetta, asegura que comenzarán los trabajos a fin de mes y se entusiasma al detallar las obras, pero en la Dirección de Padrinazgos del Gobierno porteño dicen que todavía falta la homologación del convenio. Después intervendrá el área técnica para sentar bases y fiscalizar la construcción. El convenio se firmó el 23 de abril pasado entre el presidente de Adelo y la dirección de Padrinazgos, dependiente de la secretaría de Producción y Servicios, a cargo de Zelmira Bollini de Balestra. Pero los contactos comenzaron casi un año antes, en junio del '97 --curiosamente la misma fecha en que se formó la Asociación--, cuando Adelo envió la nota 3075/97 con la descripción de los equipos necesarios. Los trabajos previstos por Adelo están destinados a "saneamiento, mantenimiento y conservación" del lago y a "instalaciones edilicias necesarias para albergar los equipos principales y auxiliares". Para Balestra, el convenio forma parte de "una política del Gobierno tendiente a mejorar los espacios públicos" y consideró que "los vecinos deberían estar contentos, porque el lago dejará de ser un lugar contaminante". El proyecto parte del reconocimiento de que el lago no es tal, ya que no tiene entrada y salida de agua, sino un gran piletón de 100 mil metros cúbicos. La primera tarea será eliminar los sólidos en suspensión, después el barro del lecho. Si no se puede hacer por la contaminación --lo más probable--, el espejo de agua se vaciará. Adelo construirá dos recintos para alojar máquinas, equipos y elementos de higiene, de seis metros de diámetro cada uno, "según las normas emanadas por la Dirección General de Espacios Verdes, cuidando la armonía y diseño existentes". Las máquinas son bombas de agua que reciclarán el líquido en forma permanente, además un ozonizador liberará ese gas dentro del lago. "El ozono es un activo bactericida que no altera el medio ambiente, no tiene acciones residuales y es de muy bajo costo", sostuvo Bacchetta al explicar cómo evitarán los permanentes contaminaciones del lago. También piensan construir una "contención perimetral": a cinco metros de distancia del lago y a su alrededor, un cerco de cemento se convertirá en gigantesco macetón. "El parque tiene mucho declive, eso hace que el viento y la lluvia arrastren la tierra hacia el lago. La idea del cerco es contener ese polvillo y otras cosas, como las hojas o papeles que pueden volar", aclaró Bacchetta. Lo del macetón es una cuestión decorativa que acompañará la reparación de los bancos circundantes, a los que les colocarán una "una ornamentación que servirá para distinguirlos, por ejemplo, un banco de glorieta verde". El plan aprobado establece, además, la instalación de un islote "debidamente decorado con aves acuáticas" y la construcción de un "puente de tránsito" en la parte más angosta del lago. Servirá para el cruce peatonal y para la "recreación y mejora de la estructura del parque". En lo referente a iluminación, prevé "luces programadas y focos reflectores en la fuente de aireación existente en el centro del lago". A diario, asegura el texto, se limpiará la zona perimetral. Para mantener el agua, además de la ozonización, se extraerán manualmente los elementos extraños. Bacchetta explicó el interés en apadrinar una obra de tal envergadura con "el deseo de devolver a la sociedad algo de lo que todos hemos recibido, como por ejemplo la educación". El presidente de Adelo es químico microbiólogo y se define como "hombre del barrio, que conoce el parque desde hace 60 años".
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