Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira


SUHARTO, CON LOS DÍAS CASI, CASI CONTADOS

Ayer hubo una ola de saqueos e incendios en Indonesia que dejó 16 muertos y desnudó la crisis económica del régimen de Suharto. El Departamento de Estado ya baraja sucesores.

Un indonesio sale de una tienda donde robó un par de rollers.

Los saqueos demuestran que la crisis no sólo es política.

na24fo01.jpg (14219 bytes)


t.gif (67 bytes)  "Es el fin de la era de Suharto", gritaban ayer los estudiantes indonesios en las calles de Yakarta y, por primera vez en 32 años, existe la posibilidad de que sea cierto. En un claro indicio de que la crisis no sólo es política sino también económica, la capital del país fue ayer un caos en el cual el saqueo y robo de numerosos negocios derivó en incendios y cortes de las principales vías céntricas, mientras 15.000 soldados se apostaron alrededor del palacio presidencial. Cifras no oficiales indican que hay al menos 16 muertos y decenas de heridos, mientras el Ejército está haciendo llegar tanques a la ciudad. Suharto adelantó un día su regreso a Indonesia, luego de asistir a una conferencia de países subdesarrollados en El Cairo y reconoció, según el Yakarta Post, que renunciaría "si ya no se confía más en mí".

"Me convertiré en un pandito (sabio) y me empeñaré en acercarme más a Dios", dijo ayer Suharto a los medios locales, agregando que "no usaré el poder de las armas". Sólo entre anteayer y ayer esas armas dejaron 24 muertos en el marco de las revueltas estudiantiles que comenzaron dos meses atrás. La situación es la más violenta que se registra en los años de la dictadura desde 1965, cuando 300.000 personas murieron en un intento de golpe de Estado que Suharto atribuyó al Partido Comunista. Pensando en estos números, la mayoría de los analistas consideró las declaraciones del presidente indonesio por lo menos con sarcasmo.

El ministro de Defensa, jefe de las Fuerzas Armadas y segundo hombre fuerte del régimen, el general Wiranto, dijo ayer que, a pesar de las apariencias, la situación está bajo control; de su decisión depende que se desate una masacre en la capital, teniendo en cuenta la cantidad de efectivos y tanques apostados allí. "Si los estudiantes siguen las protestas, puede aumentar el número de víctimas", advirtió Wiranto, quien según la agencia DPA es visto por el departamento de Defensa norteamericano como uno de los posibles sucesores de Suharto.

La crisis actual comenzó con una protesta estudiantil que reclama desde hace dos meses reformas políticas en el régimen. El conflicto ya salió de los límites de Yakarta y se extiende al resto de las islas del archipiélago: Java, Sumatra, Célebes y Borneo. Además de los 32 años de dictadura, hay razones más cercanas para explicar el estallido: una crisis económica en la cual la rupia (moneda nacional) se devalúa constantemente desatando un proceso inflacionario que algunos atribuyen al último paquete de reformas propuesto por el FMI y otros señalan como consecuencia de una economía estructuralmente dañada por la crisis del sudeste asiático. Por todo esto, la situación también salió del ámbito estudiantil para englobar a la oposición política del régimen, constituida por una de las hijas del ex presidente Sukarno, Megawati Sukarnoputri, y Amien Rais, un líder islámico con 25 millones de seguidores. "La situación está desorbitada y hasta es posible que estalle una revolución", dijo Rais.

La ola de robos y saqueos comenzó en la noche del miércoles en bancos, supermercados y otros negocios. Uno de los blancos principales de los ataques fueron las empresas que pertenecen a familiares y amigos de Suharto y a sus asociados, en particular los concesionarios de automóviles de una compañía perteneciente a uno de los hijos del dictador. Otro de los epicentros fue el área oeste de Yakarta, poblado en su mayoría por personas de origen chino, en donde al menos nueve personas fueron quemadas vivas. En este contexto, Estados Unidos suspendió un viaje previsto de una delegación del Pentágono a Indonesia y varios gobiernos, como el de Japón, aconsejan a sus ciudadanos no viajar al país.


PRINCIPAL