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MUY BUENA PRODUCCION OFENSIVA DE ARGENTINA ANTE UN DEBIL RIVAL

ALGO DE ESTO GUÁRDENLO PARA FRANCIA

El equipo de Passarella ganó con tres goles de Batistuta, de gran actuación, uno de Zanetti y otro --con notable gambeta previa-- de Ortega. Buena producción colectiva ante una multitud que llenó el Estadio Córdoba y aplaudió a la selección.

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Formaciones

5 ARGENTINA: Roa; Ayala, Sensini, Paz; Zanetti, Almeyda, Verón, Simeone; Ortega; Batistuta, López. DT: Daniel Passarella.
0 BOSNIA: Dedic; Katana, Varesanovic, Ramcic; Kapetanovic, Demirovic, Dodic, Barabarez, Mujdza; Salihamidzic, Bolic. DT: Dzemuladin Musovic.
Goles: En el primer tiempo, 5m y 25m Batistuta (A). En el segundo tiempo, 10m Zanetti (A); 15m Ortega (A); 34m Batistuta (A).
Cambios: En el segundo tiempo, desde el comienzo, Burgos por Roa (A); 8m Kevric por Dodic (B); 18m Gallardo por Simeone (A); 30m Hota por Bolic (B); 37m Delgado por Ortega (A); 39m Brkil por Barbarez (B) y 45m Astrada por Almeyda (A).
Cancha: Estadio Córdoba.
Arbitro: Luis María Peña (Chile).

t.gif (67 bytes) Argentina cumplió una actuación convincente en Córdoba ante una multitud que mostró satisfacción por el buen juego que desarrolló en largos tramos del partido. El rendimiento colectivo tuvo desniveles o --mejor--, altos y bajos de intensidad, pero por otra parte hubo rendimientos sobresalientes en lugares y en personas-jugadores clave: Ortega y Batistuta se merecieron la mejor calificación. Algo que, teniendo en cuenta lo que significan para este equipo y las dudas que en lo anímico dejaban sus actuaciones en los últimos meses, es el mejor saldo que puede dejar este partido. Por eso fue fiesta: goles, actuación y marco fervoroso.

Argentina fue contundente por ráfagas. Ante un equipo muy limitado, con falencias tácticas en la forma de pararse, técnicas en algunos de sus jugadores y físicas en la respuesta dinámica del conjunto, lo liquidó con soltura, jugando largo o corto, por afuera o por adentro. Es decir: con variantes. Algo que es importante porque muchas veces, ante equipos débiles, no se ha sabido atacar ni resolver. Y anoche hubo cinco goles de buena factura --nada de rebotes-- y un puñado de oportunidades más. Y es alentador.

Hilando fino, la Selección tal vez no ofreció total seguridad en el fondo, sobre todo por el lado de Paz durante el primer tramo del partido, cuando Simeone no tomaba a quienes subían por derecha y el flaco del Tenerife debía enfrentar a jugadores con pelota dominada. Tampoco el medio campo fue parejo en su rendimiento. La estrategia de Passarella alternó momentos en que el equipo presionó para recuperar la pelota y apretó al rival en su terreno, con otros en que se tiró levemente atrás, aflojó las marcas y se inventó espacio para contragolpear. En esa doble tarea, Almeyda fue parejo; Zanetti no subió demasiado, aunque cuando lo hizo, por ejemplo, llegó al gol; mientras, Simeone y Verón no estuvieron precisos. Llamativo en la Brujita, aunque trabajó mucho. La entrada de Gallardo por Simeone con el partido ya definido juntó mucho "fútbol" de la mitad para arriba y eso fue y es siempre bueno.

Ahí estuvo una de las claves. Ortega siempre tuvo espacio para recibir y todas las luces para sacarse gente de encima. Una noche brillante. Ya fuera tirado de enganche, buscando él y para él o lanzando con precisión; ya fuera más de punta por derecha para echar el centro, ya por izquierda para cerrar y resolver él. Y otra clave fue la movilidad de Batistuta. En lugar de jugar como si estuviera atado a una soga de quince metros clavada en el punto del penal, como otras veces; en lugar de patear tapado y siempre, el Bati se abrió, se echó atrás, no se metió el off side, buscó espacios libres y dio tiempo y distancia para que lo habilitaran, ya sea desde los lanzadores de medio campo, ya desde los laterales cuando desbordaban López u Ortega. Además, anduvo derecho para el gol: hizo tres impecables. El primero, gran habilitación de Ortega hacia la derecha del área que Bati engancha y resuelve de zurda, de sobrepique al primer palo. Perfecto. En el segundo, cabeceó con justeza el centro con que Ortega terminó una jugada espectacular con doble enganche por derecha; en el tercero, saltó echándose hacia atrás --como Michael Jordan-- para amortiguar el cabezazo y cambiarle el palo al arquero; así aprovechó un buen desborde del Piojo, que anduvo mucho mejor haciendo eso que tratando de resolver él. Fue la floja actuación del hombre que definió en Maracaná lo más llamativo de una noche en que todo daba para el aplauso. Pero ya se sabe: el Piojo es "así". Por favor: que no yerre goles "así" en Francia. Que haga goles "así", como el memorable a Tafarel.

 


 

MOMENTOS DE INQUIETUD EN EL VUELO A CORDOBA

LA SELECCIÓN ATERRIZÓ SIN PERMISO

t.gif (67 bytes) Si bien los jugadores de la selección nacional y la empresa Austral no le dieron importancia a lo que sucedió en el vuelo que trasladó al plantel argentino a Córdoba, la compañía aérea sancionaría al piloto debido a que aterrizó en el aeropuerto Pajas Blancas de Córdoba sin permiso de la aeroestación. La sanción se haría efectiva, pese a que Austral desmintió que se hubieran detectado irregularidades en el aterrizaje.

Hay voces de todos lados y no hay coincidencia. Los integrantes del combinado argentino dicen que no hubo problemas; la empresa Austral dijo que todo anduvo bien, sin embargo, hubo pasajeros que sintieron temor y que lo manifestaron debido a que no había visibilidad para que el avión aterrizase. Es más, uno de los pasajeros del vuelo que hizo el trayecto entre Buenos Aires y Córdoba, el ingeniero aeronáutico Gustavo Brunelli, dijo a una radio cordobesa que "el piloto, sin tener instrumental que le permitiera calcular el ángulo de aterrizaje, se arriesgó a hacerlo porque estaba la selección y por eso pegó un panzazo".

La selección partió en el vuelo 2406 y, según algunas versiones, debería aterrizar en Rosario o Mendoza debido a que en Córdoba no había visibilidad suficiente para aterrizar, pero algunos dicen que el piloto optó por hacerlo en Pajas Blancas de todas maneras. El propio jefe de la estación aérea, el vicecomodoro Héctor de la Fuente, aseveró que "no había condiciones para que el avión que trasladó a la selección aterrizara". Austral comunicó que no habrá sanción al piloto y que estaba todo bien para el aterrizaje. De la Fuente agregó, en una línea de razonamiento diferente, que "cuando una nave aterriza sin permiso se hace una investigación".

 


 

gran expectativa

El interés demostrado por el público cordobés ante la presentación de la Selección argentina superó todos los cálculos previos. Aproximadamente a las diez de la mañana ya estaban todas las localidades vendidas, por lo que podía esperarse ya por entonces una presencia de más de cuarenta y cinco mil personas en Chateau Carreras. De salida, se calculaba que la recaudación superaría los 700 mil pesos.

Una llovizna seguidora

Durante toda la tarde, la llovizna que prolongó el clima imperante en las últimas 48 horas no dejó de hostigar tanto a los fanáticos seguidores de la Selección que se agolpaban temprano en los alrededores del hotel como los mismos periodistas que, por no estar alojados en el mismo lugar, debían quedarse del otro lado de las vallas. Por la noche, se hizo notar en el campo de juego sumamente rápido.

Un lleno espectacular

Aunque el partido empezó tarde --media hora más tarde de lo anunciado inicialmente-- las colas en las puertas del Chateau comenzaron a las tres de la tarde. Según los memoriosos, no se veía un marco semejante en el Estadio Córdoba desde la final por el ascenso a Primera en 1991, cuando jugaron Belgrano y Bánfield. En esa oportunidad ganó Belgrano 4-0.

El nombre del Cani

A la altura del cuarto de hora del segundo tiempo se escuchó claramente cómo la multitud comenzaba a corear el nombre de Claudio Caniggia, el "jugador del pueblo". El canto popular decía: "Borombombón.../ Borombombón.../ Para Caniggia / la Selección". Y eso que el equipo anduvo bien. Tal vez haya tenido que ver con algunas de las habituales torpezas del Piojo López; seguramente apuntó a "ayudarle a elegir" a Passarella su jugador número 22.


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