AHORA ES EL TURNO DE LA SUDESTADA
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Esta vez, la sudestada es la responsable de que el Paraná mantenga sus picos más altos en la zona del Delta entrerriano y provoque sobresaltos en la ciudad de Gualeguay, donde el afluente del mismo nombre no puede descargar su caudal y amenaza con alcanzar el centro mismo del casco urbano. En tanto, Villa Paranacito sigue completamente aislada por el corte de la ruta 46 que la une con la ruta 12. Y en los partidos bonaerenses de Zárate, San Pedro, Baradero y San Nicolás, la crecida obligó a 571 personas a abandonar sus hogares. En el resto de las provincias del Litoral, los ríos se mantienen en niveles estacionarios o en franco descenso, salvo en Resistencia, donde el repunte del arroyo Barranqueras obligó otra vez a resforzar las defensas. José Jodor, intendente de Gualeguay, aseguró que "si se mantiene la tendencia, esto va a transformarse en un desastre". El agua del Gualeguay, un río de caudal habitualmente bajo, amenaza con alcanzar el centro de la ciudad por dos factores que, reunidos, mantienen a los pobladores en un permanente estado de alerta. Por un lado, las lluvias desatadas en el norte de Entre Ríos incrementaron su nivel. El Gualeguay, que atraviesa a la provincia de norte a sur, no puede desagotar en el Paraná porque la sudestada empuja hacia el norte a este último y se transforma en un verdadero tapón. Los habitantes de Puerto Ruiz, ubicada sobre la misma confluencia, a 11 kilómetros de Gualeguay, conocen con toda certeza las dimensiones del problema: el río subió casi 30 centímetros en un solo día y provocó las inundaciones más graves de la historia de ese pueblo. Jodor indicó que la inundación que atraviesa Puerto Ruiz es inédita. Una de sus principales preocupaciones es el camino que une el pueblo con Gualeguay, que pese a contar con defensas, ya fue cortado en tres puntos. En Villa Paranacito, capital del departamento Islas de Ibicuy, hay 4 mil personas asistidas. La población sufre la crecida, agudizada porque en ese punto geográfico se reúnen las desembocaduras del Paraná, el Uruguay y el Gualeguay, además del impacto de la sudestada. Villa Paranacito se encuentra totalmente aislada desde fines de la semana pasada, cuando el agua pasó por encima de la ruta 46, que une la ciudad con su única ruta de contacto con el exterior, la ruta 12. Para llegar hasta ella los pobladores deben recorrer campos inundados en lancha, un viaje que se extiende durante unas dos horas. Por otro lado, Vialidad Nacional recomendó que entre los kilómetros 194 y 202 de la 12, la vía del Mercosur que une Brasil con Argentina, se transite con mucha precaución. En ese sector fue construida una defensa de la calzada sobre la banquina. Entre tanto, en Resistencia siguen levantando y reforzando defensas frente al esperado repunte del Barranqueras, un riacho que desde que se iniciaron las inundaciones se transformó en un torrente. De acuerdo con los datos ofrecidos por los técnicos de la Administración Provincial del Agua de la provincia de Chaco, los 150 milímetros de lluvia registrados en el Paraná Superior provocarán que en Barranqueras, en los próximos días, el agua llegue a los 7 metros y medio. Ayer por la mañana, según informes de la Prefectura, la marca llegó a 6,95, con una leve tendencia a subir.
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