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Por Andrés Klipphan Mientras desde el gobierno Nacional sostienen que a Alfredo Yabrán "le soltaron la mano", desde el juzgado de Dolores, desde el bunker policial de Castelli y desde el Ministerio de Seguridad y Justicia, a cargo de León Arslanian, se quejan porque en la Dirección Nacional de Migraciones, a cargo de Hugo Franco --un funcionario que reconoció haber hecho "lobby" en favor del empresario (ver aparte)-- les retacean datos que podrían ayudar a descubrir el escondite de "el hombre invisible". Migraciones es un área que está bajo la órbita del Ministerio del Interior. Su titular es Carlos Corach, uno de los funcionarios de la Casa Rosada que, según reveló el sistema informático Excalibur de la Policía Bonaerense, hablaba profusamente con el cartero. "Hasta ahora Franco no le informó al juez Macchi si Yabrán abandonó el país los días previos a dictarse el pedido de captura. Para el juez ésa es una información vital", dijo Arslanian. En diálogo con este diario, Franco se defendió al sostener que "no me fijé si Yabrán salió o entró al país porque el oficio que llegó el sábado a las 7.30 de la mañana ordenaba que Yabrán no podía abandonar el país. No se me solicitó explícitamente que informara qué hizo Yabrán desde el sábado para atrás. Por eso lo único que puedo asegurar es que Yabrán no dejó la Argentina desde el sábado a esa hora". --Asegurarlo es una forma de decir. El 4 de abril del año pasado Yabrán voló en el taxi aéreo Lanolec a Punta del Este y ustedes ni se enteraron. --Ese fue un error administrativo y ya se abrió un sumario. --Con ese antecedente se puede sospechar que Yabrán se fue del país sin que Migraciones se entere. --Esa es una especulación suya sobre la cual no hay constancia. --¿Por qué no le informaron al juez de Dolores si Yabrán se fue los días anteriores al pedido de captura? --El juez y el jefe de los investigadores, el comisario Fogelman, me pidieron que prohibiera la salida de Yabrán del país y eso hice. En ningún momento se me pidió que informara si Yabrán salió y entró del país del sábado hacia atrás. --Pero lo está buscando hasta Interpol. ¿No debería haber chequeado en sus fichas. Mire si Yabrán se fue al exterior y la Policía Bonaerense y la Federal lo buscan en la Argentina? --Migraciones es una autoridad de aplicación, no de investigación. --Si usted le tuviera que responder ahora a Macchi sobre las salidas de Yabrán del país, ¿qué le contestaría? --Que no me consta que haya abandonado el país desde el sábado a las 7.30 de la mañana. Para atrás no sé. No me fijé. --Desde el famoso viaje oculto a Punta del Este en su Lanolec en abril, ¿Yabrán volvió a salir de la Argentina? --Sí, muchas veces. Entró y salió. Todo legal. Pero no se informó porque nadie lo pidió. Ni siquiera le interesó a la prensa. --¿Esos viajes fueron en fechas cercanas al sábado 16 de mayo? --No. Fue hace bastante tiempo. --Si no se fijó en las fichas de Migraciones, ¿cómo sabe? --Mire, esta dirección colaboró siempre con la investigación de esa infortunada causa. Es más, tengo para mostrarle cartas firmadas por el comisario Fogelman agradeciendo la colaboración que les brindamos. --Entonces, para usted desde el sábado Yabrán no salió del país. --No. --¿Y antes de esa fecha? --No me consta que lo haya hecho. Menos contundente que Franco en esta última respuesta fue su jefe, el ministro Corach, un funcionario que tampoco pudo negar sus largas charlas con Yabrán después que el Excalibur le cantó "piedra libre". "(Yabrán) no figura en los registros de Migraciones como salido legalmente del territorio argentino. El gobierno nacional sigue la situación de Yabrán de una manera simple: colaborando con la acción judicial", enfatizó Corach. En La Plata tienen grabado a fuego la relación del menemismo con el empresario de "bajo perfil". Por eso, cada acción poco clara de los funcionarios de Carlos Menem es interpretada como sospechosa. "Creo que Migraciones debería haber informado si Yabrán salió del país. Seguramente su señoría volverá a enviar un oficio que no deje ningún margen de dudas sobre lo que, para el juzgado, es imprescindible", le dijo ayer a la noche el secretario de Macchi, Mariano Cazeaux, al comentarle este diario el descargo de Franco.
LOS INTENTOS DEL GOBIERNO POR DESPEGARSE DE YABRAN SI TE HE VISTO NO ME ACUERDO Por Ernesto Tenembaum "¿Yabrán? ¿Qué Yabrán? No sabemos quién es. Nunca tuvimos nada que ver con él. ¿Es un empresario? Nunca fue un empresario y mucho menos desde que vendió sus empresas. Si tiene que ir preso, irá preso. Esta es una Argentina distinta, donde la Justicia funciona. Ni siquiera los más poderosos gozan de impunidad. El crimen de Cabezas debe ser esclarecido." Durante todo el día de ayer, el Gobierno difundió la misma interpretación sobre la situación que hoy conmueve al país: que no está dispuesto a defender al polémico empresario y que el tema no lo toca en lo más mínimo porque no hay, ni hubo jamás, alguna relación especial del presidente Carlos Menem con Alfredo Yabrán.El más explícito en hacerlo fue, paradójicamente, el jefe de Gabinete, Jorge Rodríguez, el mismo hombre al que el presidente Menem le ordenó el año pasado que recibiera a Yabrán en la Casa Rosada. "Si lo llaman a Yabrán, tendrá que ir a la Justicia. El Gobierno no le ha dado ningún apoyo ni retirado ningún apoyo. Mi relación con Yabrán se limita a la entrevista del año pasado. Toda la sociedad está ansiosa por resolver el crimen de Cabezas y ese asesinato se tiene que aclarar", dijo Rodríguez.
--¿No perjudica esto al Gobierno? --le preguntaron. --Bueno... el tema del llamado del juez, de la orden del juez, debe ser cumplido. Yabrán, como cualquier otro ciudadano, debe dar explicaciones a la Justicia. La desmentida de cualquier vínculo especial entre el Gobierno y Yabrán no es una actitud nueva. Desde que el ex ministro de Economía Domingo Cavallo denunció la existencia de una supuesta organización mafiosa de la cual Yabrán sería el jefe, el resto del oficialismo reaccionó con dos actitudes complementarias: por un lado, sostuvo que su entonces superministro hablaba sin pruebas; por el otro, agregaba que no tenía ninguna relación con Yabrán, al punto tal que todos los ministros negaban incluso conocerlo personalmente. La segunda parte de esa estrategia naufragó cuando el Excalibur demostró que Yabrán se comunicaba personal y habitualmente con la primera línea del oficialismo. La primera parte, la negativa a reconocer cualquier conducta delictiva por parte de Yabrán, fracasó el último fin de semana, cuando el empresario decidió escaparse de la Justicia. Naturalmente, nadie reconocía públicamente, ni en la Casa Rosada ni en La Plata, que la pelea entre Menem y Duhalde tuviera alguna incidencia o sufriera alguna influencia por la complicada situación del empresario. Por lo bajo, los duhaldistas sostenían que esto reinstala a su jefe en el centro del escenario. "Podrán convocar a uno o a diez congresos. Pero mientras Duhalde sea el símbolo de la justicia social y de la lucha contra la corrupción, y Menem el del ajuste y la impunidad, desde la Capital no podrán frenar la caída del Presidente", simplificaban de un lado de la General Paz. "Si lo de Yabrán tiene algún motivo político, es el gesto de un desesperado. Cavallo gritaba cada vez más, cuanto más cerca veía su final. Lo mismo puede estar pasándole a Duhalde. Está cada vez más aislado en la provincia de Buenos Aires y ya empezamos a robarle gente ahí", simplificaban del otro lado de la General Paz. Con cualquiera de los dos diagnósticos, ambos sectores admitían que el pedido de captura de Yabrán marca el grado máximo de despolitización de la pelea entre Menem y Duhalde. Esto es, que ya no se trata sólo de sumar o restar congresales, intendentes o gobernadores, o de crecer o no en las encuestas. "Ya no nos preocupa sólo quién ganará el Congreso del PJ sino también cómo evitar los tiros", dijo uno de los hombres que trabajan para el menemismo. Si lo de Duhalde es una demostración de fortaleza, entonces la pelea será durísima. Si es un manotazo de ahogado, el problema es similar: no se puede prever qué fuerza tendrá el siguiente manotazo. Pero todo eso es para más adelante. El presente se llama Alfredo
Yabrán. "¿Yabrán? Yabrán es el pasado. Vendió todas las empresas. No ganó una
sola licitación. ¿Qué tenemos que ver nosotros?", se esforzaron ayer en la Casa
Rosada.
Por Darío Pignotti --¿Están buscando a Yabrán? --preguntó Página/12 telefónicamente a la delegación de Interpol Asunción, el lunes, apenas pasadas las 8 de la mañana. --Sí señor. --¿Cuándo recibieron la comunicación? --Ayer a la noche (domingo) señor, es todo lo que puedo decirle señor, (soy) suboficial mayor Chaparro, buen día. Pese a la gramática policial del consultado, por fuentes muy próximas a los servicios de seguridad este diario supo que la Dirección de Apoyo Técnico de la Policía ordenó al Departamento de Investigación de Delitos una cooperación especial con la Interpol. Traducción: éste no es el asunto excluyente de los policías paraguayos, pero no quieren dejar flanco sin cuidar. Difícil faena en un país donde las pistas clandestinas, narcos o meramente ilegales, superan las 100 en los cálculos serios. En ellas aterrizaron distendidos P. C. Farias cuando era un prófugo de la justicia brasileña y Franz Meiger, un holandés que en 1981 secuestró al millonario Alfred Heinnecken, el de la cerveza. No sólo Menem cultiva la amistad entre los paraguayos (Lino Oviedo y Alfredo Stroessner). Según parece, Yabrán también, aunque su perfil es otro. "Los negocios de Yabrán siempre se sospecharon aquí, pero cuando fue el robo del siglo las versiones fueron muy, muy fuertes", recuerda Vladimir Jara, editor de Policiales en el diario ABC dialogando con este diario. Jara estuvo destacado en Ciudad del Este en marzo de 1997: casi 8 millones de dólares fueron robados a Prosegur Paraguay, transportadora de caudales con oficinas en Argentina, entre otros países. "Para muchos, Yabrán tenía alguna participación en Prosegur, pero nadie pudo comprobarlo, pero nadie pudo despejar las dudas que siguen". El 23 de marzo del '97 expertos redujeron al personal de Prosegur y se llevaron presuntos 4.700 000 dólares. Dos días después los hermanos Marcial y Flavio Martínez son detenidos con 50.000 y bastante marihuana en los bolsillos y el sistema nervioso, estaban de festejo en la favela Monsenhor Guilherme. Al otro día Washington Texeira, uno de los abogados más cotizados de la zona, va por ellos y quedan en libertad. Los Martínez dejaron la cárcel a bordo de uno de esos autos caros de los abogados caros y se fueron por la carretera, con ellos se iba la pista mas fuerte. Al entregador, Diosnel Vera, el empleado de Prosegur que habilitó a los ladrones, lo buscaron por el Rió Paraná donde se supuso lo enviaron sus socios, pero tampoco apareció. La jueza del caso, Antonia Venialgo Jara, sospechó de atracadores y atracados, ordenó allanar Prosegur porque encontró dudoso el modo en que operaba la empresa, los volúmenes de dinero que transportaba, su origen y su destino. Todo ello en la red de connivencia policial, militar y aduanera que hacía posible a los camiones blindados de Prosegur cruzar la Triple frontera sin control alguno. Pero los interrogantes de la jueza no encontraron respuesta y la causa quedo allí. Pasaron cuatro meses y los arqueos que Prosegur no suministró a la Justicia sí los proporcionó a su aseguradora: en ese lapso lo robado ascendió de casi 5 a 8 millones. Así fue que Prosegur cobró aproximadamente 8.000.000 de dólares de la Consolidada SA de Seguros. Nunca se comprobó si ése fue el monto robado por los Martínez y sus colegas. Hay más: en 1994 una avioneta que volaba de Pedro Juan Caballero (feudo de traficantes) a Asunción fue secuestrada, aterrizó en pista clandestina y le robaron 2 millones. Empresa damnificada: Prosegur. "En su momento los voceros de Yabrán desmintieron cualquier participación en la empresa, una de las que se le adjudican en Paraguay, no la única", recuerda el editor Jara. Cualquier semejanza en el modus operandi de Prosegur y empresas de transportes de caudales y correspondencias de Yabrán es pura coincidencia. Pero que se parecen, se parecen.
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