|
Por Raúl Dellatorre Las tarifas telefónicas del servicio urbano volverán a estar sobre la mesa de discusión en los próximos días, cuando el secretario de Comunicaciones, Germán Kammerath, convoque a las dos licenciatarias para transmitirles la evaluación oficial sobre el resultado económico para las empresas del rebalanceo. "Por lo menos, aumentos no va a haber, si habrá a o no bajas ya veremos", comentó a Página/12 una alta fuente de Comunicaciones. El tema fue uno de los puntos de conversación ayer en los pasillos del Sheraton Hotel, durante la Convención Nacional de la Asociación de Bancos Argentinos. En las empresas (Telefónica y Telecom) juran que no han pedido nueva suba de tarifas, "aunque con el rebalanceo perdimos plata", pero sostienen que no debería haber rebajas antes de fin de año, una vez que el nuevo cuadro tarifario se traduzca en un aumento en el tráfico de llamadas que compense la caída de ingresos que denuncian. La Comisión Nacional de Comunicaciones, junto al Indec y a la Sindicatura General de la Nación (Sigen), vienen trabajando en la medición de la "elasticidad" del mercado telefónico. Es decir, la respuesta de la demanda de llamadas a la suba de tarifas en el servicio urbano y a las rebajas en el suburbano e internacional. Según confió una fuente oficial a este diario, "en el primer semestre de 1997 las prestadoras pueden haber perdido plata, pero en el segundo los números tienden a compensarse". El criterio que sostendrá la Secretaría frente a las telefónicas es que la ecuación de ingresos también debe incluir a la telefonía celular, rubro en el que las empresas triplicaron su facturación en el último año. "Son parte del mismo proceso", afirman desde las huestes de Kammerath. Los números que sacan los expertos de las dos telefónicas son diferentes. En Telecom aseguran que en el primer bimestre de vigencia del rebalanceo (febrero/marzo de 1997) facturaron 30 millones de pesos menos que lo que hubiera resultado de mantener el cuadro tarifario previo. "La diferencia se fue achicando, pero todavía hay un efecto negativo sobre los ingresos", apuntan. En la Secretaría de Comunicaciones evalúan que "la confusión generada por los fallos cruzados en la Justicia" sobre la vigencia o legitimidad de aplicar el nuevo cuadro tarifario atentó contra un mayor aprovechamiento de los usuarios de las rebajas en el costo de las llamadas suburbanas. "Las empresas tampoco hicieron mucha publicidad, pero esa decisión contó con nuestra anuencia, porque lo único que hubiera logrado es crear mayor confusión", comentó la alta fuente de la cartera a Página/12. Telecom, al menos, ya se resignó a que no podrá pedir aumentos, aunque creen poder demostrar que perdieron ingresos con el nuevo cuadro tarifario. "Una cosa es lo que por derecho nos corresponde, pero otra cosa es lo factible", señaló con una sonrisa un directivo de la empresa a este diario. Las telefónicas reclamarán ante Comunicaciones dejar las tarifas como
están por lo que resta del año. Después, según admiten, habrá un beneficio extra por
el mayor tráfico de llamadas que esperan tener este año, superado el combate judicial
por el rebalanceo. Estos tiempos son más afines a su estrategia, de mantener un colchón
de altos ingresos por este año pero jugar a una tarifa más atractiva en 1999, ya que en
octubre de este año ingresarán al mercado dos nuevos competidores ávidos de
succionarles clientes. |