Por Eduardo Febbro desde París El partido neogaullista RPR
parece un aeropuerto en plena fase de "alerta a la bomba". Las investigaciones
judiciales sobre el financiamiento oculto del partido del presidente francés y sobre los
bondadosos favores concedidos a algunos de sus dirigentes pusieron al rojo vivo una
formación traumatizada por la guerra interna por el control de la Municipalidad de
París. Al cabo de un extenso y rocambolesco episodio, la esposa del intendente de París,
Xavière Tiberi, fue puesta ayer en detención provisoria en los locales de la dirección
económica y financiera de la policía judicial francesa. Esta "audiencia"
forzada de ocho horas se inscribe en el marco de una investigación preliminar consagrada
a los salarios ficticios pagados a varias personalidades del RPR por el gabinete del
presidente del Consejo regional de Essone, en las afueras de París. De marzo a diciembre
de 1994, la esposa del alcalde de la capital cobró un total de 50 mil dólares a cambio
de la elaboración de un informe sobre la francofonía encargado recién en el mes de
setiembre. El caso de Xavière Tiberi es sólo uno de los numerosos y peligrosos aspectos
de un dossier que, según declaraciones hechas por varios inculpados, compromete incluso
al presidente Jacques Chirac. Entre la espada de la Justicia y la pared de los electores,
el RPR acusó el martes a los socialistas de querer desestabilizar al jefe de Estado.
Si se limitara únicamente al problema de la esposa del intendente de
París, el escándalo político tendría consecuencias de poco alcance. Pero éste no es
más que la parte visible de un gigantesco sistema de recolección de fondos y un arreglo
de cuentas entre los clanes que antes rodeaban al actual presidente Chirac cuando éste
estaba al frente de la Municipalidad. Los jueces llegaron por casualidad hasta el famoso
informe sobre la francofonía escrito por la señora Tiberi. En 1996 la Justicia buscaba
pruebas consistentes sobre las falsas facturas de la Municipalidad de París que habían
permitido el ingreso de dinero negro en las cajas del RPR. El juez Halphen dio con el
informe y se llevó también el diario íntimo de la señora Tiberi. En esas páginas, la
señora manifestaba su "amargura" por la forma en que su marido había sido
"linchado" por sus ex amigos políticos. Señalados con iniciales, los nombres
del ex primer ministro Alain Juppé y del presidente Jacques Chirac aparecían sin ninguna
ambigüedad. Los episodios que siguen al hallazgo son una gran comedia. La derecha, que
estaba entonces en el poder, hizo todo cuanto pudo para frenar a la Justicia. El
"golpe" más famoso es el viaje que hicieron al Himalaya los servicios secretos
franceses para buscar a un obediente --y alpinista-- juez, Laurent Davenas, capaz de
enfriar el dossier. Colmo de la historia, es ese mismo juez quien fue encargado de una
segunda investigación preliminar ligada a la señora Tiberi. Pero como un escándalo
siempre va de la mano de otro, Davenas, que es fiscal de la República, acaba de publicar
un libro, Carta del Himalaya, donde incluyó el famoso informe sobre la
francofonía de la señora Tiberi. La banda del libro dice: "El fiscal del caso
Tiberi habla". Todas las leyes del silencio y de la presunción de inocencia fueron
violadas hasta límites insospechados: la prensa y los concernidos sabían 10 días antes
que el juez iba a realizar inquisiciones y convocar a la señora Tiberi para el 18 de
mayo. Hoy, para la derecha neogaullista, Xavière Tiberi es el "eslabón
débil" que podría hacer saltar la banca, tanto más débil cuanto que la señora
está convencida de que toda esta historia sólo apunta a la destitución de su marido. El
ex ministro de Justicia francés Jacques Toubon, eminente miembro del RPR, lleva a cabo
desde hace tres años una dura campana para desalojar de la Municipalidad al actual
intendente, Jean Tiberi. Ambas historias combinadas van a mezclarse en una coctelera que
ya contiene ingredientes explosivos. Esta semana, el ex director del personal de la
Municipalidad de París declaró que en la época en que Jacques Chirac era intendente de
París el gabinete municipal contó con más de "300 empleos ficticios que costaron
hasta 20 millones de dólares por año a los contribuyentes". La figura de Jacques
Chirac planea como un avión perdido en el cielo de París. La tensión llegó ayer a un
grado tal que el partido RPR decidió contraatacar denunciando una "manipulación de
la opinión pública" orquestada por los socialistas para alcanzar a Jacques Chirac.
El intendente de París estimó que se trataba de una "operación de
desestabilización global" que incluía al "mismo presidente de la
República". La táctica del contraataque no oculta la otra batalla asesina. Por esa
razón varios cuadros del RPR exigieron que se pusiera "fin a la batalla de
París". Jean Louis Debré, presidente del grupo RPR en la Asamblea Nacional,
amenazó incluso con excluir del partido a los antagonistas de la capital. El primer
ministro francés Lionel Jospin intervino ayer en la Asamblea Nacional para reafirmar que
el gobierno no había intervenido ni intervendría en el funcionamiento de la Justicia.
Como lo señala el diario Le Monde, el RPR no consigue sacarse de encima la
herencia de un partido que recurrió a todas las artimañas para llevar a su jefe a la
presidencia de la República. Pero la señora Tiberi no deja de repetir a quien quiera
escucharla: sólo defenderá a su marido, caiga quien caiga.
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