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Por A. G. Con una buena selección de tiros, mucho control de pelota, excelentes porcentajes y una defensa dura, Atenas venció XX-XX a Boca y se consagró por quinta vez en su historia campeón de la Liga Nacional de Básquetbol y se convirtió en el primer equipo argentino en barrer 4-0 a su rival en una final. De esta forma, los cordobeses coronaron una temporada inigualable, que comenzó con el sorprendente tercer puesto en el Open McDonald's, que continuó con el bicampeonato en la Liga Sudamericana y que culminó con el título local después de seis años de espera. El juego de ayer significó la despedida de Fabricio Oberto, incontenible figura clave, quien seguirá su carrera en Europa. El pivot de Las Varillas, elegido el jugador más valioso de la fase regular, le contó a Líbero sus proyectos y analizó los juegos de la serie final. "Ahora que terminó la serie vamos a decidir con mi familia qué es más conveniente para mi futuro. Sin dudas, es seguro que voy a ir a jugar afuera y que éste sería mi último año en Argentina, pero todavía debemos evaluar las diferentes propuestas", comentó Oberto. Los interesados son el último campeón de Europa, Kinder Bologna, los griegos de Olimpiakos y Panathinaikos y se podría sumar algún equipo español. Además, en agosto se juega el Mundial, que se será una vidriera más para mostrar su talento. "Voy a ir a Grecia con las expectativas de estar en el quinteto titular. Jugar un Mundial de mayores no se da todos los días y hay que tratar de aprovecharlo. Es una experiencia internacional que me debe servir para seguir sumando y que me continúen viendo los clubes de afuera", se entusiasmó. Sin embargo, en el pico más alto de su trayectoria, la humildad le permite el reconocimiento a sus compañeros como artífices importantes de este momento. "Uno no logra destacarse en lo personal si no está respaldado por un buen equipo, y Atenas demostró porqué es el número uno del país. Jugadores como Marcelo Milanesio, Diego Ossela, Héctor Campana o Leandro Palladino facilitan todo". Oberto consideró que para lograr el título fue fundamental la rápida diferencia que cosecharon en los primeros encuentros. "Por suerte conseguimos una ventaja de 3-0 que nos permitió jugar con más tranquilidad el último partido. Con este triunfo conseguimos redondear un año bárbaro", sostuvo "El Bebé", como lo llaman los cordobeses. "La clave --remarcó-- fue la concentración y la paciencia con la que jugamos a lo largo del play-off y que nos dieron la chance de terminar con este campeonato". También destacó el planteo de juego que dispuso el entrenador Rubén Magnano y que significó otra de las razones de la victoria. "En estos partidos pudimos correr porque aprovechamos las desesperaciones de Boca". "Nosotros planteamos un esquema de tener tranquilidad en el juego y aprovechamos bien nuestras ofensivas y, fundamentalmente, jugamos en equipo. Creo que eso nos dio calma en todo momento y nos benefició que ellos fallaron cuando quisieron correr. Nosotros no dilapidamos esa ventaja", dijo Oberto. A lo largo de la serie, el pivot dominó a su compañero de la selección Rubén Wolkowyski, en el duelo personal más esperado de la final. Lo mismo ocurrió en el resto de los emparejamientos. "La defensa de Atenas es gran responsable para que algunos jugadores de Boca no hayan tenido el protagonismo que mostraron a lo largo de la Liga y que el equipo no haya tenido el funcionamiento que tuvo durante el año. Nuestro juego de conjunto los complicó mucho".
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