El respaldo de Rafael Bielsa, la Central de Trabajadores Argentinos, las Madres de Plaza de Mayo, la fundadora de Memoria Activa Laura Ginsberg, Adolfo Pérez Esquivel y Ernesto Sabato, a Claudio Lozano como Defensor del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires y al Consejo Multisectorial de Organizaciones de la Sociedad Civil estrecha los márgenes de maniobra de Chacho Alvarez. La CTA desmintió el viernes que la candidatura de Lozano fuera a título personal. Dijo que era "su candidato natural" y destacó el "marco de legitimidad social" de la Multisectorial, que sostiene a Lozano como titular y a Pablo Bergel, Martha Rosenberg, Alicia Oliveira, Antonio Brailovsky, Eugenio Semino, Rafael Veljanovich y Eugenio Freixas como adjuntos.

El jefe del Frepaso (que fue compañero de militancia de Lozano, de Víctor De Genaro y de Germán Abdala) teme que desde la Defensoría se organice una alternativa a la izquierda de su partido. Desearía impulsar a Sergio Delgado y Eduardo Guarna, dos abogados de inobjetables títulos personales cuyo mayor atractivo es que carecen de significativa inserción social. Pero no puede decirlo porque así haría público el debate que más teme. Pocos episodios como éste constituyen un desafío tan claro, no a su conducción, que ninguno de los involucrados cuestiona, sino a ciertos modos de construcción política e, incluso, a ciertos rasgos de carácter, que serán decisivos en el futuro, si la Alianza del Frepaso con la UCR no quiere ser más de lo mene mismo.

La última argucia es leguleya y sostiene que Lozano renunció a su postulación. Quien desmanteló esa objeción fue Rafael Bielsa, el jurista que asesora a Alvarez en algunas cuestiones constitucionales, lo cual pone de relieve la clase de fracturas a que pueden conducir posiciones contradictorias con la razón misma de ser del Frepaso, que es cambiar los estilos políticos del país. La UCR, Nueva Dirigencia y el monobloque de Jorge Argüello apoyan a Lozano, y el bloque del Frepaso está dividido: Delia Bisutti, María Elena Naddeo y Eduardo Jozami se han pronunciado públicamente por las candidaturas de la Multisectorial y Aníbal Ibarra, Raúl Zaffaroni y Raúl Fernández cuestionan en privado el veto de Alvarez. Lozano renunció a ser adjunto pero ratificó su voluntad de ser titular, analiza Bielsa. Como la ley no distingue entre titular y adjunto "la renuncia cae por haber caído su principal sostén lógico, lo que la torna abstracta". Además, la Junta de Etica, "que no es el órgano de recepción idóneo", no la aceptó. "En consecuencia, Lozano es perfectamente elegible". Pero además, Bielsa destaca la "legitimación democrática" de la Multisectorial. "Este espacio ha construido un consenso social entre sectores que tienen en ocasiones intereses en conflicto, lo que lo hace todavía más elogiable si cabe, orientado a proveer el cargo de Defensor del Pueblo y el de las adjuntías con personas que garanticen absoluta independencia de los gobiernos, empresas proveedoras y contratistas del Estado así como de los partidos políticos y de las apetencias electorales. Lejos de pretender la Multisectorial constituirse en un contrapoder que disputa a dentelladas espacio con la Legislatura, su finalidad reside precisamente en ofrecer múltiples puentes para que las demandas sociales sean canalizadas con la oportunidad que da registrarlas cada mañana allí donde se producen. La época de la anarquía de la queja, que se canaliza a veces anómalamente por los medios de comunicación, tiene en esa modalidad una vía para encauzarla propositivamente".

El ciclo del ofrecimiento de garantías al poder económico y la imagen de moderación está cumplido. Si ese fuera el terreno de la competencia, Fernando De la Rúa sería insuperable y más valdría ir aceptándolo desde ahora, como lo indican los estudios de sociología electoral que reflejan el efecto de las tácticas respectivas. Si el Frepaso tiene alguna palabra propia por decir, el momento es mañana mismo, cuando se reúna la Comisión de Labor Parlamentaria para fijar el cronograma de elección del Defensor. Además de la generosidad que implica la renuncia de Bielsa, se requieren la valentía y la inteligencia que su análisis sugiere. Ninguna de las expresiones contenidas en la Multisectorial es contradictoria con los postulados del Frepaso, y la Defensoría es el lugar apropiado para que se expresen. Un movimiento que no se anima a conducir a una de las alas de su propio espacio y, por temor, prefiere ahuyentarla, no tiene futuro en la disputa por el poder nacional.

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