2 ARGENTINA: Burgos; Ayala; Sensini, Paz; Zanetti, Almeyda, Simeone; Verón, Ortega;
López, Batistuta. DT: Daniel Passarella.0 SUDAFRICA: Vonk; Jackson,
Fish, Nyathi, Radebe; Fortune, Moshoeu, Mkhelele, Mc Carthy: Augustine, Masinga. DT:
Phillippe Troussier.
Cancha: River. Arbitro: Gustavo Méndez (Uruguay). Goles: 49m Batistuta
(A), 90m Ortega (A). Cambios: 68m Mnguni por Jackson (S), 77m Bucley por Augustine (S),
78m Vivas por Ayala (A). Incidencias: Expulsado 73m Mkhelele (S).
Por Facundo Martínez
Argentina le ganó 2-0 a Sudáfrica en un partido que fue más que aburrido y del que
sólo gustaron los últimos 10 minutos de juego, que se hicieron más atractivos porque el
resultado no estaba del todo asegurado y porque Sudáfrica no se resignaba a perder. Fue
una despedida sin penas ni glorias. Sin penas, por el resultado y por el buen segundo
tiempo de Argentina. Sin gloria, por todo lo acontecido para la selección en el primer
tiempo: por los errores defensivos, por la escasez de variantes ofensivas y por la falta
de control de la pelota. Durante el segundo tiempo la selección fue de menor a mayor y
ganó, pero dejó una gran deuda futbolística. Los goles fueron marcados en el segundo
tiempo, a los 4 minutos por Batistuta, de cabeza, después de desborde de López y a los
45 por Ortega, luego de una jugada de Zanetti y una excelente proyección individual.
La selección salió a buscar el resultado pero se encontró con un
rival que lo sorprendió y no le dejó manejar la pelota. Con una gran presencia ofensiva
sostenida en la velocidad de sus delanteros, los visitantes se quedaron con la primera
parte del espectáculo. Amenazó siempre al conjunto argentino y lo obligó a jugar en su
campo haciendo salir a flote los mayores defectos defensivos: lentitud y falta de
sincronización. Pero del medio para atrás, Sudáfrica demostró ser un equipo sin
experiencia y madurez, por momentos ingenuo y por momentos patético. Y quizá por esto no
logró sostener durante todo el partido la imagen que propagó en los primeros 40 minutos.
El mayor problema de Argentina fue dejar abierto el flanco izquierdo.
Por ahí se produjeron la mayoría de los ataques del rival. Ni Diego Simeone ni Pablo
Paz, que eran los responsables de ese sector, pudieron frenar el aluvión de sudafricanos
que subían y bajaban con una rapidez poco frecuente a puro toque y fantasía, lo que
sorprendía aún más. Fue la brillante actuación de Germán Burgos la que frenó y tapó
todas las posibilidades del adversario, que de a poco fue perdiendo fuerza y no logró
concretar. El cabezazo que le contuvo a Masinga, quien pudo meter el frentazo pese a que
saltó con Ayala y Sensini, fue la más difícil de las tres o cuatro pelotas que
parecían terminar en la red.
Lo mejor de la selección fueron los primeros 30 minutos del segundo
tiempo. Durante ese lapso creció la tarea de Javier Zanetti que iba y venía por
izquierda con mucha proyección y marca, Matías Almeyda se asentó en el medio y dio más
seguridad a la defensa y Ariel Ortega comenzó a hacer girar la pelota habilitando por
abajo a Gabriel Batistuta y Claudio López. El trípode defensivo --Ayala como líbero y
Sensini y Paz como stoppers-- recibió el impulso de sus compañeros y se plantó abajo
con pie firme, salvo en la última jugada de Sudáfrica en la que quedó solo Masinga
frente a Burgos y en la que casi llega el empate de no ser por la excelente definición
del arquero. Esto es lo curioso, el cambio de actitud de un tiempo a otro.
Lo peor de Argentina en el segundo tiempo fue sin dudas la desesperación que obligaba
a Verón a soltar la pelota hacia adelante, sin jugarla, tratando de encontrar a López,
quien, obstinadamente, estaba siempre en posición adelantada. Durante los últimos 45
minutos el linesman uruguayo levantó 11 veces la banderita --no siempre con acierto--, de
las cuales 7 fueron para López. Reiterada y tonta la respuesta del delantero, quien
protestaba la medida como si no advirtiese que Sudáfrica estaba jugando al achique y lo
hacía muy bien. Reiterado y tonto el recurso de sus compañeros, en vez de tocar atrás y
cambiar para el otro lado buscando la llegada de alguien suelto. Ese era el problema, que
no iba nadie.
UNO X UNO
Burgos (7): Llegó al partido con pocas chances para demostrar
sus condiciones y ganarse la titularidad, y los rivales lo ayudaron. Estuvo muy
concentrado y seguro. Tapó todos los pelotazos y dio mucha seguridad al resto de sus
compañeros. Sobre el final se quedó con el empate en las manos. Le ganó un mano a mano
a Masinga y se convirtió, definitivamente, en la figura del equipo.
Ayala (6): Al principio le costó ubicarse bien en su puesto.
Empezó jugando como líbero alternando el lugar con Sensini y fue encontrando su
posición recién cuando Argentina pasó a jugar con línea de cuatro por la ofensiva del
rival. Su actuación fue modesta pero justa. Se retiró del campo con un golpe en la zona
costal que finalmente no fue grave.
Paz (5): Como a toda la defensa argentina, a Paz le faltó
sincronización y marca. Su sector en la cancha fue el más vulnerable y los huecos que
dejaban él y Simeone les facilitaron los ataques a los visitantes. En el segundo tiempo,
recuperó su actuación y cumplió.
Zanetti (6): Sus desbordes por derecha sirvieron y mucho, sobre
todo cuando Verón no lograba entregar bien la pelota. Tuvo presencia y ganó, pese a la
velocidad de los sudafricanos, en todos los mano a mano. Demostró que tiene proyección y
que es una buena variante ofensiva cuando a los volantes y delanteros se le acaban las
ideas.
Sensini (5): Como siempre fue la voz de la experiencia. Trató
de ordenar la defensa en todo momento y relevó cuando pudo a Ayala como último hombre.
Sus anticipos desalentaron a los delanteros rivales y le dieron seguridad al equipo cuando
más lo necesitó. Tuvo una buena actuación.
Almeyda (5): Recién se asentó en el segundo tiempo. Cuando lo
hizo solidificó a toda la defensa. En el primer tiempo fue impreciso.
Simeone (5): Su actuación fue despareja. En defensa no anduvo y
los rivales hicieron estragos por su sector. No pudo marcar bien y casi siempre fue
desbordado. En ataque tuvo algunas luces, pero la mejor fue en el minuto 40. Recuperó una
pelota y se lanzó al ataque con mucha personalidad. No hay dudas: Simeone juega más
cómodo por derecha.
Verón (5): Fue uno de los más flojos. Buscó siempre por el
mismo lado con pelotazos imprecisos y encontró a López, en casi todos los tiros,
adelantado. Lo mejor que hizo fueron algunas paredes con Zanetti.
Ortega (7): Tuvo arranques de brillo futbolístico que se fue
opacando a patadas. Fue efectivo en sus pases y trató siempre de conectarse con López y
Batistuta. Le faltó tener un poco más la pelota y crear más situaciones. Convirtió un
golazo.
López (7): En lo individual perdió muchas oportunidades. En el
primer tiempo fue una pieza clave para el equipo. Soportó la fuerza y la marca de los
rivales y eso ayudó para que Sudáfrica no se viniera con todo. Su velocidad le dio el
primer gol al equipo, pero también 7 posiciones fuera de juego a los visitantes. Esperaba
adelantado los pelotazos de Verón y después protestaba. Le sigue faltando precisión.
Batistuta (7): En el primer tiempo buscó la conexión con los volantes y no se
quedó quieto en ningún momento. Apretó arriba y ayudó en el medio. Miró siempre a sus
compañeros y entregó la pelota como un enganche. Jugó para Passarella e hizo el primer
gol. |
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