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DERRUMBE DE LAS ACCIONES: BAJARON 4,9%
BARQUITO DE PAPEL

La Bolsa de Buenos Aires está sin rumbo, zarandeada por la debacle de los mercados emergentes. Está cerca del mínimo alcanzado durante la crisis asiática. Caídas de hasta el 8%.

Corea, Brasil, Rusia, China, todas plazas emergentes en capilla.
La plaza local no queda al margen del castigo de los brokers.

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Por Claudio Zlotnik

t.gif (67 bytes) Las acciones están cerca de derrumbarse al piso que alcanzaron en el peor momento de la crisis asiática, el 12 de noviembre pasado. El MerVal, el índice de las acciones líderes, cerró ayer a 596 puntos, apenas 20 más que en esa jornada caótica. Los papeles bajaron 4,9 por ciento extendiendo su pérdida a casi 15 por ciento en lo que va del mes. Como viene sucediendo en las últimas ruedas, la preferencia de los inversores extranjeros por los mercados desarrollados está relegando a los denominados emergentes. Ante ese panorama, lo que antes pasaba inadvertido en esas economías

--debilidad de las cuentas externas, conflictos políticos, presiones sobre el tipo de cambio-- ahora son argumentos esgrimidos para vender.

En el recinto, los operadores volvieron a mirar con atención las noticias que llegaban desde los tigres y tigrecitos asiáticos, Rusia, Brasil y hasta de China, donde el gobierno reiteró ayer que no devaluará. Si hasta la semana pasada el rebrote de la crisis asiática tenía su epicentro en Indonesia, entre el lunes y ayer fue Corea del Sur quien volvió al primer plano, tal como sucedió a principios de año. En dos días, Seúl retrocedió 12,5 por ciento y se situó en el nivel más bajo de los últimos once años. Las dudas que despierta la economía surcoreana no tardaron en afectar también a Wall Street, que declinó ayer 1,7 por ciento --ante la posibilidad de que las empresas estadounidenses muestren menores ganancias ante la crisis de Asia-- profundizando los temores en los ya asustados mercados latinoamericanos.

En ese marco, algunas acciones soportaron bajas superiores al 7 por ciento. Fueron los casos de Renault (7,8) y Alpargatas (7,3). YPF cayó 4,5 por ciento; Pérez Companc 5,3, lo mismo que Comercial Del Plata; Siderar 6,9; Banco de Galicia 5,8; y Telecom 4,8. Tras el anuncio de su próxima venta, Molinos desentonó: subió 16,2 por ciento. Si la, por ahora, empresa de Bunge & Born hubiese acompañado la tendencia del resto de los papeles, la caída del MerVal se hubiese ahondado hasta el 5,4 por ciento. Con la baja de ayer, el índice quedó a 3,5 por ciento del mínimo alcanzado desde que se precipitó la crisis asiática.

La seguidilla de bajas ya puso en alerta a los operadores y al propio Palacio de Hacienda (ver aparte). "Una cosa es cuando el mercado efectúa correcciones y otra es cuando se nota un empeoramiento de la situación. El clima en el recinto vuelve a parecerse al que existía a fines del año pasado, cuando había miedo de que Brasil y Corea se desbarrancaran", señaló a Página/12 Hugo Días Lourenço, analista de C&E Consultores. La desmejora de las cuentas fiscales brasileñas y la declaración del candidato a presidente por la coalición de izquierda, Lula Da Silva, a favor de revisar el proceso privatizador que está encarando Fernando Henrique Cardoso, si gana las elecciones de octubre, llenaron de incógnitas al mercado. Por eso, Días Lourenço no descarta que en los próximos días aumenten las presiones cambiarias sobre la moneda del Brasil. La Bolsa de San Pablo se derrumbó ayer 5,8 por ciento, que se suma al 2,2 que perdió el lunes. En México, la baja llegó al 3,4 por ciento.

 


 

EN ALERTA

En Economía están preocupados por el derrumbe bursátil. Tras la caída de ayer, del 4,9 por ciento, el subsecretario de Financiamiento, Miguel Kiguel, advirtió que si la crisis de los mercados continúa puede afectarse la economía real. El funcionario hizo hincapié en la suba del riesgo país. "Esta suba de spreads implica un mayor costo para las colocaciones del Gobierno y para las del sector privado. Si la baja de los mercados se mantiene en el tiempo, puede tener un efecto negativo en la economía real", advirtió Kiguel. Además, adelantó que no se emitirán bonos hasta que vuelva la tranquilidad. Al respecto, apuntó que si bien la volatilidad es "temporaria, de corto plazo", reconoció que "no se va a revertir inmediatamente".

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