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ACUSA LA HIJA DEL EX PRESIDENTE DANIEL ORTEGA
ZOILAMÓNICA LEWINSKY EN NICARAGUA

t.gif (67 bytes) La hijastra del ex presidente nicaragüense Daniel Ortega, Zoilamérica Narváez, presentó ayer una denuncia contra su padre adoptivo por abusos deshonestos, acoso sexual y violación. En la denuncia presentada a la jueza Martha Quezada, Narváez solicitó que la Asamblea Nacional (Parlamento) levante la inmunidad de Ortega, diputado y secretario general del opositor Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), a fin de que enfrente el proceso judicial. Narváez, socióloga de 30 años e hija de la poetisa Rosario Murillo --esposa de Ortega--, acudió a los tribunales después de dos meses que hizo pública su denuncia ante los medios de comunicación, en la que sostiene que su padrastro empezó a acosarla sexualmente desde que ella tenía 11 años. "Quiero confiar en la justicia, sé que la verdad está de mi lado, no me hubiese atrevido a desafiar (a Ortega) en este campo si no sintiera la seguridad de que la verdad está conmigo", sostuvo la hijastra del máximo líder sandinista. "Este juicio implica muchos riesgos y estoy dispuesta a asumirlos... es un paso difícil que ha implicado decisiones personales", agregó.

Las acusaciones de Narváez, que también inició hoy un proceso para anular la adopción hecha por Ortega en 1986, desató un escándalo sexual inédito en la historia política del país. Algunas veces entre sollozos y otras firme la voz, la socióloga declaró a la prensa que en el proceso judicial presentará las evidencias sobre sus denuncias y que está dispuesta a someterse a pruebas médicas "para evidenciar cuál es mi estado emocional". Anteayer, Murillo reiteró que las acusaciones de su hija contra el líder sandinista son falsas, y que esta es víctima de personas que le están manipulando "algunos trastornos de personalidad", producto de la intensa vida política que la familia ha llevado en los últimos años. Narváez, que esta semana sorprendió con su relato crudo y detallado de los abusos sexuales a que, según dice fue sometida, pidió a su madre y a otros miembros de su familia que las descalificaciones en su contra, a fin de proteger a Ortega, las ventilen durante el proceso judicial. La socióloga, quien tiene dos hijos, aseguró que no teme a las amenazas del ex presidente de contrademandarla por injurias y calumnias, en caso de que no tenga éxito con el proceso judicial. "Si la verdad logra ser reivindicada, no corro ningún riesgo", dijo Narváez tras mencionar que con su caso "se va a poner" a prueba el sistema judicial nicaragüense.

Poco antes de llegar a los tribunales, el hijo mayor de Ortega y Murillo, Constantino, visitó a Narváez en un aparente intento de impedir la acción judicial, según fuentes cercanas a la socióloga, aunque ésta se negó a revelar detalles de la conversación. La presencia de Narváez en los tribunales provocó enfrentamientos verbales y, en ocasiones, físicos entre grupos de ciudadanos que acudieron al lugar para expresar su posición respecto del caso. La jueza iniciará este mismo miércoles las diligencias del caso, para dar inicio formalmente al proceso judicial que según juristas podría ser prolongado, en particular porque primero debe ser estudiada la situación de la inmunidad parlamentaria de Ortega. El ex presidente, a través de su portavoz Silvio Mora, reiteró el pasado lunes que no renunciará a su inmunidad por un "capricho" de su hijastra.


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