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El ministro de Interior francés, Pierre Chevenement, declaró que la operación con la que se desbarató a un grupo argelino que planeaba un atentado durante el Mundial '98 se extendió a Alemania, Bélgica, Italia y Suiza y que la maniobra "no fue puramente preventiva, sino que obedeció a indicios concordantes". Las principales ciudades francesas, sobre todo las que serán sedes de la Copa del Mundo, amanecieron ayer fuertemente custodiadas, a dos semanas del comienzo del torneo. El operativo policial efectuado en territorio francés y orientado a desmantelar cualquier organización destinada a provocar posibles atentados durante la Copa del Mundo, concluyó con la detención de 55 personas de varios grupos integristas islámicos, pero ayer quedaban 32 en prisión. El mismo funcionario afirmó que "es claro que había una amenaza islámica", pero admitió que "las investigaciones tendrán que determinar ahora si entre los detenidos figura gente que efectivamente preparaba atentados durante el Mundial", con lo cual justificó la liberación de la mitad de los detenidos. La Justicia francesa emitió cuatro órdenes de arresto internacional contra algunas de las personas detenidas en las redadas realizadas en los otros países europeos para lograr su extradición a Francia. Dos de las órdenes de captura fueron libradas sobre los argelinos detenidos en Alemania, Abdel Mechat y Omar Saiki, considerados por la policía francesa como los corresponsales en Europa de uno de los jefes del Grupo Islámico Armado (GIA), Hassan Hattab. En la redada realizada en París, la Justicia halló numerosa documentación relacionada con Hattab, alias "Abu Hamza". Según la policía, este terrorista desea ampliar su zona de dominio, y por tanto su lugar de mando en la GIA (organización que se atribuyó los ocho atentados ocurridos en Francia entre el 25 de julio y el 17 de octubre de 1995), por lo que redobló la vigilancia en el interior del país y las fronteras. El gobierno francés decidió reforzar el llamado "Plan Vigipirata", un dispositivo antiterrorista aplicado dos veces: estuvo en vigencia cuatro meses en 1991 durante la crisis del Golfo y desde setiembre de 1995 hasta hace unos meses, a causa de la explosión de un auto bomba frente a una escuela judía del sur del país. El 19 de mayo el plan fue reforzado y desde ayer se incrementó el número de personal afectado que se mantendrá en las 10 ciudades del Mundial durante los 32 días de campeonato. En el departamento administrativo de Seine et Marne, que recibirá a cinco equipos, entre ellos Brasil, se instaló un dispositivo de seguridad excepcional. Habrá guardias por todos lados, de día y de noche, y cada selección estará asistida hasta por un grupo policial de paracaidistas. En los estadios se dispondrán 1850 profesionales de la seguridad, pero el Comité de Organización instruyó a 5000 voluntarios en la tarea. |