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GUTIERREZ WALKER UTILIZO FONDOS PUBLICOS PARA GASTOS PRIVADOS
LAS COMPRITAS DE BEATRIZ

La secretaria de Cultura de la Nación autorizó el pago con fondos del organismo de compras de ropas, perfumes, zapatos y gastos de peluquería que ella había hecho. También giró a la Secretaría recibos de pasajes al exterior que había utilizado su marido, que no es funcionario. Además, firmó una resolución que la recategorizó retroactivamente.

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Beatriz Gutiérrez Walker reconoce que hizo gastos.
"Mis gastos personales me los pago yo", dijo a este diario.


Por Sergio Moreno

t.gif (67 bytes) "Si tenés una gran chequera, es muy fácil tener una cuenta corriente en una casa de modas. Lo difícil y lo que te desafía es vestirte bien con poca plata." Al parecer, Beatriz Krauthamer de Gutiérrez Walker, secretaria de Cultura de la Nación, venció el desafío de "vestirse bien con poca plata" al que hizo referencia en la revista La Maga el 16 de abril de 1997: la funcionaria autorizó el pago con fondos del organismo estatal de compras de ropa, zapatos, perfumes y medias efectuadas por ella. También avaló el pago de peinados, manicuría y maquillaje en una conocida y cara peluquería de la ciudad. La misma caja --la de la Secretaría de Cultura-- sirvió para abonar pasajes para su marido, Juan Gutiérrez Walker, que sólo está vinculado al Estado argentino por su condición de cónyuge de una funcionaria.

Página/12 tuvo acceso a las facturas entregadas por las compras anteriormente mencionadas (ver facsímiles), las que fueron pasadas como "gastos" a la administración del organismo público, autorizados por la propia Gutiérrez Walker con su sello y firma. La frase que inicia esta nota muestra la preocupación de la funcionaria por las finanzas. Quizás habrá sido por eso que, mediante una resolución interna del 4 de mayo de este año, se ascendió a sí misma de categoría escalafonaria, con el consiguiente aumento de haberes. Eso sí, lo hizo retroactivo al 1º de abril de 1996.

Beatriz Gutiérrez Walker es funcionaria de carrera. Desde el 14 de abril de 1997 es secretaria de Cultura de la Nación, designada por el presidente Carlos Menem cuando Mario "Pacho" O'Donnell renunció al cargo para ocupar una banca justicialista en el Senado. Fue a sugerencia de "Pacho" que Gutiérrez Walker fue entronizada en la secretaría. También le dio una mano su amiga, la secretaria de Recursos Naturales, María Julia Alsogaray (ver aparte). "Cuente con el apoyo incondicional de este presidente", le dijo Menem el día de la asunción, en el Salón Blanco de la Casa Rosada. La secretaria se tomó la frase al pie de la letra. Al menos en lo referente a las finanzas.

"Detesto los números", dijo la, en ese entonces, flamante secretaria cuando La Maga le preguntó sobre el presupuesto con que contaba su dependencia. Dijo, sí, que era exiguo. Ello no le impidió cargar a las arcas del erario una serie de gastos personales:

* El 14 de junio de 1997 compró un par de medias en la casa Tesira, por el módico precio de 13 pesos.

* El 21 de junio de 1997 pagó en el Duty Free Shop del aeropuerto de Ezeiza un total de 240 dólares por la compra de perfumes --hombre y mujer--, lápices labiales, cremas y maquillaje, una gargantilla y un anillo y rollos fotográficos.

* El 4 de julio de 1997 compró en la casa de alta costura Rafael Alcaraz dos prendas por un valor de 1290 pesos.

* En la casa Nuova Alto Calzado, de Talcahuano 1291, hizo gastos por 200 pesos.

* El peluquero Rubén Orlando, en su local de Rodríguez Peña 1886, la peinó, le hizo manicuría y maquillaje en reiteradas oportunidades por valores que oscilan entre los 50 y los 120 pesos.

* En Maggio y Rossetto, una exclusiva casa de calzado y cueros, efectuó compras por 100 pesos.

Las facturas de estas compras efectuadas por Beatriz Gutiérrez Walker --a las que tuvo acceso este diario-- fueron abonadas con el presupuesto de la Secretaría de Cultura de la Nación. Por ello, en cada comprobante aparece la firma y el sello de la funcionaria autorizando el gasto.

La semana pasada, la funcionaria desmintió en el diario Clarín lo que el medio atribuyó a versiones provenientes de la propia Secretaría, que hacían referencia a estas compras. En esa oportunidad Gutiérrez Walker dijo que "compré blusas, chales y una vez un par de zapatos para llevar como regalos cuando viajo al exterior". La funcionaria no explicó a quién les hizo esos regalos. Menos aún a quien le regaló un par de medias femeninas de 13 pesos.

Ayer, la secretaria dijo a Página/12 que nunca gastó 1300 pesos en ropa. Es verdad: compró en Rafael Alcaraz un traje por 695 pesos y otra prenda por 595 pesos. Total: 1290 pesos.

Las compras que la secretaria pasó como gastos del organismo estatal que administra no van a significar la bancarrota del país. Son monedas comparado con el presupuesto anual de la Secretaría, y son ínfimas si la comparación se efectúa con el presupuesto nacional. Pero el detalle que pareció haber pasado por alto es que ese dinero, por poco que sea, no es de ella.

El aumento

El 4 de mayo de 1998, la secretaria Gutiérrez Walker firmó la resolución interna S.C. Nº 916, mediante la cual resuelve promover y elevar de categoría a una serie de funcionarios de carrera del organismo. El beneficio contempló también el correspondiente incremento de haberes, con la particularidad de que la recategorización con el respectivo aumento salarial se hizo retroactivo al 1º de abril de 1996.

"Promuévase, sin prejuicio de la aplicación de la Decisión Administrativa Nº 1 del 3 de enero de 1996, a partir del 1º de abril de 1996, a los grados del Nivel que en cada caso se indica, al escalafón SINAPA (Sistema Nacional de la Profesión Administrativa) que se consigna en el Anexo I que forma parte de la parte integrante de la presente Resolución", dice el artículo primero de la S.C. Nº 916 firmada por la secretaria. El artículo segundo aplica los mismos beneficios para los comprendidos en el Anexo II.

Beatriz Krauthamer de Gutiérrez Walker se ascendió, por su propia resolución, a la categoría B-7 (ver facsímiles), con una retroactividad inusual en la administración pública. Como descargo, la funcionaria dijo que la decisión la había tomado Pacho O'Donnell y tardó dos años en efectivizarse. Por eso lo había firmado ella.

En agosto de 1997, la secretaria criticaba, en el diario La Nación, la pérdida de valores de la sociedad: "En algún punto, la sociedad sustituyó la espiritualidad por el consumo, real o virtual; por la premisa que dicta Ser equivalente a Tener". Una evaluación que, parece, es más abarcativa de lo que la propia funcionaria pensaba.

 


 

LOS VIAJES DE JUAN
Por S. M.

Según dijo el presidente Menem en el acto de asunción de la funcionaria, los "sólidos cimientos de la cultura apuntan al desarrollo del país porque le permite crecer en lo interno y tener presencia en el exterior". Es por ello que Beatriz Gutiérrez Walker se dio a la tarea de pasear la cultura argentina por el exterior. Así realizó viajes, entre otros, a Madrid, a Miami, Cartagena y Bogotá (ambas en Colombia), y a París. En cada uno de estos viajes fue acompañada por Juan Gutiérrez Walker, su marido. Juan no es funcionario. Su único nexo con el Estado argentino es ser el esposo de la secretaria de Cultura. No obstante, las facturas de esos pasajes del cónyuge se encuentran en la secretaría administrativa de Cultura, donde se efectúan las liquidaciones y reintegros. A pesar de eso, la funcionaria consideró conveniente aclarar que esos pasajes los había pagado ella (ver página 2).

Los pagos por los pasajes de Juan Gutiérrez Walker, efectuados a la agencia de viajes AGC S.R.L., de Córdoba 456 6ºA fueron los siguientes:

* 6 de febrero de 1997: Buenos Aires- París- Buenos Aires, por un total de 3.066 dólares (primera clase)

* 9 de junio de 1997: Buenos Aires- Miami- Cartagena- Bogotá -Buenos Aires, por un total de 2.964 dólares.

* 1º de julio de 1997: Buenos Aires- Madrid- Buenos Aires, por un total de 2.934 dólares (primera clase).

 



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EL DESCARGO DE LA FUNCIONARIA
"YO JAMÁS GASTÉ ESE DINERO EN ROPA"

Por Fernando Almirón

t.gif (67 bytes) La secretaria de Cultura, Beatriz Gutiérrez Walker, fue consultada ayer por Página/12 sobre los gastos que había efectuado con fondos públicos. "Me parece poco serio que un diario me haga una nota en base a anónimos", respondió la funcionaria cuando conoció el motivo de la entrevista. "No voy a dejar de trabajar para responder anónimos --dijo-- cuando mi honor y me trayectoria son mi patrimonio."

--¿Usted confirma o desmiente haber realizado esos gastos?

--No puedo desmentir una denuncia anónima que desconozco.

--Se refiere a gastos personales que usted habría realizado por cuenta de la Secretaría. Perfumes, ropa, pasajes de avión.

--¿Qué agencia de viajes?

--A.G.C. S.R.L. de la avenida Córdoba 456, serían pasajes a nombre de su marido, Juan Gutiérrez Walker.

--Sí, bueno, pero esos pasajes los pagué yo y no la Secretaría de Cultura. Mire, mis gastos personales me los pago yo, yo soy profesional, soy abogada, y he vivido toda la vida con lo que me he ganado yo y mi marido. Mi ritmo de vida es el mismo de antes. Vivo en la misma casa de siempre desde el año 1974. Creo que si alguna persona quiere hacer una impugnación, que haga una denuncia concreta porque estamos invirtiendo la carga de la prueba. Yo no tengo que demostrar que soy inocente.

 

--Entonces, ¿usted niega haber realizado estos gastos con dinero público?

--Los invito a que consulten en la Auditoría, que es donde se lleva el control de los gastos. Yo estoy en la administración pública, soy funcionaria de carrera y nunca tuve ningún dictamen administrativo en mi contra.

--Ocurre que son muchas las boletas que la involucran.

--Mi honor y mi trayectoria son mi patrimonio, el que les voy a dejar a mis hijos y a mis nietos.

--¿Usted gastó 1300 pesos en una tienda de ropa a cuenta de la Secretaría?

--Eso es una estupidez, a mí la Secretaría de Cultura no me paga los vestidos. Además, yo jamás gasté ese dinero en ropa, yo no llevo ese tren de vida. Además ¿a quién le interesa en qué gasto el dinero yo?

--Interesa si se trata de fondos del Estado.

--Yo los invito a que se pongan en contacto con el auditor y el jefe de Administración de la Secretaría para que les digan si ellos alguna vez han aprobado esos gastos.

--Doctora, ¿usted se aumentó de categoría? Hay una resolución con su firma en la que se resuelve ascenderla en el escalafón administrativo.

--Es un trámite anterior, el resultado de una calificación realizada por el entonces secretario, doctor Mario O'Donnell. Ocurre que el trámite lleva dos años y por eso la resolución recién salió ahora, y como yo estoy a cargo, me corresponde firmarla a mí.

--Usted se siente tranquila.

--Absolutamente tranquila. Además creo que hay cosas mucho más serias a las que los medios deberían dedicarle su tiempo.

 



PERFIL DE UNA FUNCIONARIA DE CARRERA, ALIADA DE MARIA JULIA ALSOGARAY
SIEMPRE ES DIFÍCIL MANTENERSE EN CASA

Por Mario Wainfeld

t.gif (67 bytes) Es alta, robusta (en un reportaje aseguró, tal vez exagerando, que "mi ropa es de Medigrand"), viste bien. Cumplió a su modo el sueño del pibe: funcionaria de carrera, llegó a coronarla en un cargo político. Mario "Pacho" O'Donnell la impulsó como su sucesora. No es peronista --"más bien es de la UCeDé", susurran en voz no muy baja algunos de sus compañeros del gabinete--, pero ha sabido establecer una amigable relación personal y política con una recién llegada como ella: María Julia Alsogaray. Beatriz Krauthamer de Gutiérrez Walker no atraviesa su mejor momento: el presidente Carlos Menem suele rezongar porque la Secretaría de Cultura de la Nación "no se hace notar" y los rumores acerca de su declinación son cada vez mayores. La reacción de Gutiérrez Walker es sintomática del aislamiento político que padece: desde hace una semana ha cerrado con llave la puerta de su secretaría privada. Para acceder a ella hay que golpear la puerta.

Tiene 57 años bien llevados, es hija de austríacos, casada, con tres hijos y dos nietos. Es abogada y trabaja desde hace más de 24 años en la Secretaría de Cultura. Empezó en 1974 como abogada del Fondo Nacional de las Artes que presidía Guido Di Tella. Se especializó en legislación cultural. En 1992 conoció a Pacho O'Donnell, quien le pidió que fuera su asesora, luego la designó subsecretaria y cuando renunció la propuso como su sucesora.

Según declaró en un reportaje, su designación la sorprendió porque "uno siempre piensa que alguien con influencias va a pesar más". Al asumir remarcó que no era afiliada al PJ aunque se expresó "consustanciada" con la gestión cultural del Gobierno. Era, según su propia expresión, "la primera funcionaria de carrera que alcanza la cumbre". Era también la primera mujer que llegaba a ese cargo. Tuvo un bautismo de fuego a la semana de desembarcar cuando Juan Gelman, al recibir el Premio Nacional de Poesía, pronunció un durísimo discurso cuestionando al oficialismo. En esa ocasión Gutiérrez Walker, con la profesión de fe de los conversos, y juzgando a la libertad de expresión como una dádiva, le espetó al poeta "es este gobierno el que te permite decir estas cosas".

Su amiga y aliada en el gabinete es la secretaria de Recursos Naturales, María Julia Alsogaray, que la agasajó con un almuerzo en su casa cuando la nombraron al frente de Cultura. Ambas compartieron un mal trago cuando Gutiérrez Walker apoyó a la secretaria en su discutido proyecto de transformación del Centro Cívico de Bariloche. Fiel a su cruzada modernizadora, María Julia quiso modificarlo proponiendo, entre otras cosas, la construcción de un estacionamiento subterráneo y un auditorio: las dos funcionarias fueron zarandeadas en una audiencia pública, acusadas de "privatización encubierta" y de afectar la arquitectura del lugar.

Su situación actual no es cómoda: a Menem le parece que su Secretaría no luce, no genera espectáculos masivos como sí lo hace su par de la capital, capitaneada por el joven radical Darío Lopérfido. La comparación entre ambas secretarías es en rigor un clásico y un karma para los funcionarios nacionales: la municipalidad porteña tiene mayores recursos económicos y muchos mejores ámbitos para actividades: el teatro Colón, el San Martín, el Centro Cultural San Martín, el centro de exposiciones de Alcorta y Pueyrredón, el Centro Cultural Recoleta, el Teatro Alvear contra apenas el teatro Cervantes. La Muni siempre puede generar mejores espectáculos en mejores lugares, lo que regocija a los número uno y explica por qué picaron tan alto Pacho O' Donnell en los albores de la democracia y Lopérfido en estos días. Y cuántos reproches padecen los secretarios nacionales de cultura.

Cultiva el bajo perfil, a punto tal que casi nadie la reconoció cuando Tognetti la reporteó en "Caiga Quien Caiga" a la salida del Círculo militar. Ajena al apoyo del Presidente, tiene una interna feroz con el subsecretario de Cultura Enrique Llopis. También el secretario general de la presidencia, Alberto Kohan, le serrucha el piso. Gutiérrez Walker se siente a la defensiva. Por eso, privándose de una costumbre que le encanta, desistió a último momento de volar hacia Escandinavia con el Presidente y su comitiva y ha echado llave a la puerta de su secretaría privada.


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