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Los skinheads y neonazis de este costado del mundo fueron enfocados ayer por el Ministerio del Interior. En la sede de la Secretaría de Seguridad Interior, encabezada por Miguel Angel Toma, se formalizó la creación de una comisión que tendrá a cargo la investigación de estos grupos en la Argentina. La iniciativa surgió a partir de un acuerdo entre el área a cargo de Toma y el Instituto Nacional contra la Discriminación,la Xenofobia y el Racismo (INADI). La reunión contó con la presencia de miembros de la DAIA y de la APDH, cuyos integrantes buscan definir puntillosamente las funciones que tendrá el novel organismo para evitar que se termine transformando en una caza de brujas. Acaso sin proponérselo, la Comisión tendrá una tarea ad hoc: despegarse de los estigmas heredados de los grupos antiterroristas y su historia en la Argentina. Su trabajo sintetizará "una lucha hacia todos estos diversos grupos racistas y autoritarios que existen en el país y se tratará de determinar los ideólogos mayores o fuentes de financiamiento", explicó a este diario Jorge Brostzein, prosecretario de la DAIA. La lucha que encabezará el INADI y la Secretaría de Seguridad Interior "estará coordinada a través de Policía Federal, que pondrá en funciones una dependencia abocada de lleno y directamente al estudio de estos grupos", agregó Brostzein. El titular del INADI, Víctor Ramos, dijo en tanto, que el comisario Roberto Heredia fue instruido para trabajar "en contacto directo y constante con el INADI en la planificación de las acciones operativas tendientes a la identificación de estas personas". "Falta una cultura democrática en el país, se usa el poder en forma indiscriminada, nosotros queremos la capacidad de controlar para evitar que se desvirtúe". Este fue uno de los temores que expuso el diputado Alfredo Bravo, representante de la Asamblea Permanente de los Derechos Humanos. En diálogo con Página/12, Bravo condicionó la participación en el proyecto del organismo al poder de contralor que pueda ejercer. "No vamos a dar el prestigio de la APDH donde no tengamos cierta capacidad de contralor", aclaró. Para asegurar la transparencia del proceso fueron convocados a integrar la comisión el procurador general de la Nación, Nicolás Becerra; la misma DAIA y la Asamblea. En un plazo de veinte días volverán a reunirse. En esa oportunidad también estará presente el jefe de la Policía Federal, Pablo Baltazar García, cuya institución "junto a las demás fuerzas de seguridad, formará el equipo especializado para este tipo de situaciones de manera tal que las políticas pasen a una etapa operativa", según expresó Toma. Las nuevas redes de seguridad intentarán pescar no sólo a criminales de la Segunda Guerra Mundial agazapados en algún rincón del país sino "a los nuevos criminales del neofascismo y nazismo". Ante el promisorio planteo de Toma, Bravo expuso sus dudas: "Hay necesidad de mostrar que se trabaja". A pesar de las prevenciones sobre eventuales desviaciones en el trabajo, Simón Lázara, de la APDH, apoyó la nueva comisión, a la que definió como "sin precedentes". Pero ese "sin precedentes", para Lázara es la "construcción en conjunto de mecanismos que permitan avanzar hacia medidas punitivas", dijo mientras a renglón seguido advertía que la iniciativa debe tener "bases serias y sólidas, que no permitan que esto se transforme en caza de brujas".
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