Probablemente ella sea su preferida. Seguramente él es su preferido. Ella lo invitó a comer en su casa, la de ella. Y él fue. La anfitriona preparó la comida y después se arregló, pero no mucho. El vaquero y las zapatillas le daban un toque. El reloj iba a señalar la una. Se agotaba la espera. El llegó de traje, le extendió la mano, la de él, pero también la besó en la mejilla. La mesa revelaba que ella no había perdido mucho tiempo en la cocina. Queso, fiambre, ensaladas de zanahoria y de frutas. En fin. "Machi, quiero que me hables de política económica y social", pidió ella. "Bueno, Graciela", respondió él. José Luis Machinea y Graciela Fernández Meijide, economista y precandidata, almorzaron ayer. |