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LAS AMENAZAS DE RUPTURA COMERCIAL SE QUEDARON EN AMENAZAS

IRÁN COMPRÓ MAÍZ A LA ARGENTINA

Durante diez días Teherán suspendió las compras de granos, pero anteayer las reanudó. Adquirió 275 mil toneladas de maíz por 28 millones de dólares. Esas operaciones se concretaron cuando el Gobierno piensa romper relaciones con Irán en el cuarto aniversario del atentado a la AMIA.

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Abdolrahim Sadatifar, encargado de negocios de la Embajada de Irán. Amenazas de corto alcance.

¿Compras para frenar la ruptura de relaciones que el Gobierno anunciaría el próximo 18 de julio?


Por Claudio Zlotnik

t.gif (67 bytes)  Las amenazas comerciales de Irán duraron poco. Después de suspender sus compras en la Argentina hace dos semanas, el país islámico adquirió 275 mil toneladas de maíz el último jueves por un total de 28 millones de dólares. La decisión de Teherán de interrumpir su comercio con Buenos Aires fue como represalia a las acusaciones del Gobierno de que Irán había participado del atentado contra la AMIA. Ante una consulta de este diario, la reacción de la Cancillería no se hizo esperar: "Nosotros no les dijimos que no nos podían comprar. Fue una medida unilateral. Tampoco existe una traba legal que impida a nuestras empresas vender a Irán. Aún en el actual, lo vemos como algo normal", le dijo a Página/12 un alto funcionario del ministerio.

La sanción iraní, que se dio de hecho durante diez días pero nunca oficializada por Teherán, quedó en la nada anteayer cuando se concretaron tres operaciones de venta de maíz. Este diario está en condiciones de asegurar que se efectuó una por 125 mil toneladas, entrega en junio, a 103 dólares por tonelada. Otra por la misma cantidad, entrega en julio, a 101 dólares cada mil kilos. Y, una tercera, por 25 mil toneladas a 102 dólares la tonelada, según confiaron a este diario operadores de la Bolsa de Cereales. Las ventas son al contado, y los costos del flete y del seguro quedan a cargo del país comprador.

Irán es uno de los principales clientes de la Argentina. En 1997, adquirió mercadería por un total de 658,2 millones de dólares, lo que colocó a ese país en el puesto número ocho del ranking de importadores de productos nacionales. En el primer trimestre de este año, la demanda iraní de cereales, aceites de soja y girasol, arroz, y carnes continuó en ascenso, tal como viene ocurriendo desde 1995. La amenaza de Teherán de dejar de adquirir productos locales empezó a hacerse efectiva a mediados de este mes, poco después de que el juez Juan José Galeano allanó las oficinas de una empresa iraní, en busca de pruebas que ligaran a ese país con el atentado contra la AMIA, en julio del '94.

Hasta que las relaciones entre ambos países se complicaron, Irán ya había pactado compras por cerca de un millón de toneladas de maíz con exportadores locales. Los barcos repletos de granos empezarán a partir desde los puertos de Necochea, Rosario y San Lorenzo en los próximos días, confirmó a este diario la secretaría de Agricultura, Pesca y Alimentación. Esto significa que no sólo se están realizando nuevos negocios sino que también se respetarán los contratos firmados.

Si bien desde la Cancillería se insiste en que no hay nada que impida realizar esas ventas, las empresas involucradas optan por negarlas. Así sucedió con Nidera Argentina y con Marc Rich, dos multinacionales europeas dedicadas a la transacción de granos que poseen filiales locales. En Nidera Argentina negaron haber vendido 250 mil toneladas de maíz a Irán, más precisamente a la iraní GTC --organismo estatal similar al que en la Argentina fue la Junta Nacional de Granos--, y en Marc Rich tuvieron la misma actitud respecto de una colocación de 25 mil toneladas a KTC, una empresa privada iraní. "Si hubiesen existido esas operaciones, no las negaría. No habría motivos. El gobierno iraní siempre cumplió con los pagos y si ahora reapareciera en el mercado, le venderíamos gustosos", contestó un directivo de Nidera Argentina ante la consulta de este diario. En realidad, las empresas tienen sus motivos para ocultar las colocaciones: como éstas se realizan a plazo --se pactan ahora pero la mercadería se entrega en una fecha posterior--, las exportadoras deben salir al mercado interno a comprar lo que más tarde venderán en el exterior. Si el negocio trasciende, lo más probable es que el precio del grano se eleve en el mercado local, quitándole rentabilidad a la operación.

Anoche, un operador se hacía la siguiente pregunta: "¿No será que Irán dio marcha atrás para endulzar a las autoridades argentinas, ante la certeza de que el Gobierno quiere romper formalmente relaciones antes del 18 de julio, cuando se cumplan cuatro años del atentado a la AMIA?".

 



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