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[FrontPage Image Map Component] Por Mariana Carbajal Un futbolista muestra su cola, sin vergüenza, completamente desnudo. Un transexual luce sucesivamente lencería femenina y ropa interior masculina. Un adolescente tiene una erección en medio de una clase de pintura. Imágenes de este tenor aparecieron en los últimos días por primera vez en comerciales televisivos y rompieron el tinte naïf que caracteriza las tandas publicitarias de la pantalla chica. Sin embargo, a pesar de la audacia de los guiones no se escucharon voces escandalizadas. Para los creativos, la buena aceptación de los tres avisos refleja un cambio en la cabeza de los argentinos: "Lo que sucedió es que nuestra sociedad cambió", describió Carlos Ratto (h), vicepresidente de la agencia Ratto BBDO, en coincidencia con otros publicistas. "En otra época, por ejemplo, no se discutía si la prostitución podía ser ejercida libremente o no y en qué lugar. Hoy los porteños están tomando el tema con una amplitud antes impensable. Y la publicidad acompaña este cambio, es un reflejo de las reacciones y cambios que sufre el consumidor", agregó Ratto ante Página/12. Ratto BBDO es la agencia responsable del comercial en el que Juan Sebastián "La Brujita" Verón se va sacando cada una de sus prendas deportivas, desde la camiseta hasta los botines, a cambio de que un nene rubio le siga convidando papas fritas Frenchitas, antes del inicio de un partido. Finalmente, en la transacción, el mediocampista de la Selección Nacional queda completamente desnudo con tal de seguir comiendo el producto y al festejar un gol de cabeza, de espaldas a la cámara, sus nalgas ocupan el centro de la pantalla. "Cinco años atrás esta publicidad o la de Cris Miró (de C&A) hubieran estado fuera de lugar", consideró Ratto. En realidad, este comercial es una adaptación local de uno ideado en Inglaterra con el jugador brasileño Romario. Carlos Baccetti, vicepresidente de Agulla & Baccetti (ganadora del Martín Fierro a la mejor publicidad televisiva por un aviso de Telecom) explica que el desnudo de La Brujita no escandaliza porque su aparición se justifica en el marco de la idea central del comercial: Una vez que comés una Frenchita vas a hacer lo imposible por comer más. "Esta publicidad es muy distinta a otras de cigarrillos o cervezas en las que se ven mujeres escasas de ropas. En esos casos lo sexual aparece únicamente como un recurso carente de una idea", diferenció Baccetti. Para Carlos Pérez, director creativo de Casares Grey, "es evidente que la publicidad está más sueltita". Pero ése --dice-- no es el punto principal. "Que una casa de ropa se juegue a promocionar una semana de ofertas de lencería femenina y masculina a partir de Cris Miró implica que hay menos prejuicios en la sociedad. Y por otra parte, que un jugador aparezca parcialmente en bolas, habla de que hay un jugador que se presta a eso, lo cual implica que no sólo cambió la publicidad sino también la gente: cinco años atrás ningún jugador se hubiera atrevido", evaluó Pérez. En el comercial de C&A, que sorprendió a los televidentes entre el 5 y el 8 de mayo, el transexual luce primero bombacha, corpiño, medias con portaligas y zapatos de taco alto y, segundos después, boxers, medias a media pierna y calzado de varón. "No pusimos algo zafado por ponerlo. Qué mejor para promocionar una semana de lencería masculina y femenina que una sola persona y sólo alguien que es transexual puede hacerlo", señaló a Página/12 Hernán Ponce, director general creativo de Vega Olmos Ponce, la agencia que ideó la publicidad. "En ventas, el comercial funcionó bárbaro", señaló Ponce, aunque no dio mayores precisiones al respecto por pedido de C&A. El tercer comercial es el del deoperfume "O2" de Impulse. Un muchacho rubio posa desnudo en un aula de una escuela de arte mientras los alumnos, jóvenes de ambos sexos, intentan dibujarlo. Una estudiante, que previamente había impregnado su cuerpo con el producto, llega tarde y su presencia (y perfume) excitan al modelo, quien no puede evitar una erección. O al menos eso es lo que imaginan los televidentes, porque, en verdad, la acción se insinúa. El aviso termina con la imagen de un envase del deoperfume en posición horizontal que se "para" y una voz de una adolescente que dice: "Con Impulse todo puede pasar". "Después de ver cómo funcionaba en Europa, donde se filmó el original, el comercial se testeó aquí y funcionó bien. Aunque muestra un tema bastante tabú, a las chicas de 16 a 20 años (a las que se dirige el comercial) les cayó como lo que es: un chiste. Ni se ofendieron ni se escandalizaron. Les pareció simpático", comentó Enrique Pigni, director general creativo de Ammirati Puris Lintas, a cargo de la adaptación del aviso de Impulse. |