EL LOBO HIZO SAPO
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Desde Rosario A Gimnasia otra vez le faltó final. Ayer dejó naufragar otra esperanza de campeonato bajo la responsabilidad de un equipo rosarino. Tenía que ganar para después sentarse a esperar cómo le iba a Vélez. Pero ni a eso llegó, al perder sin atenuantes con Newell's en el Coloso del Parque Independencia. Los juveniles rojinegros le dejaron allanado a Vélez la ruta que los guió al título. Los 5000 hinchas del Lobo que llegaron al Parque plegaron las banderas varios minutos antes del final del partido. La banda platense no se terminaba de acomodar en la popular sur cuando escuchó el primer y único aullido de la tarde: un cabezazo de Diego Crosa le cambió la dirección a la trayectoria de la pelota, que se le coló a Enzo Noce al lado del palo izquierdo. Así Gimnasia comenzó a desandar por la desesperanza de un final anunciado, en la segunda instancia donde un equipo rosarino se mete en el rol de árbitro de un torneo, para su desgracia. Antes había sido la displicencia de Central para intentar quitarle aunque más no fuera un punto a San Lorenzo en aquella recordada vuelta de los cuervos en el `95. Ayer fue el turno de Newell's, que con un sólido trabajo de su defensa le terminó de arruinar los sueños de gloria que Gimnasia persigue desde hace más de un siglo. Los todavía ilusionados jugadores de Griguol intentaron dentro del campo de juego plasmar alguna jugada para devolverle sus aspiraciones. Con la desesperación a cuentas, los centros a Sava y Sosa fueron los únicos recursos que Gimnasia puso en práctica, pero Crosa --que anuló al Pampa-- y Facundo Quiroga desarticularon la débil propuesta del equipo de Griguol, que no tuvo sustento técnico. Sava se lo perdió en el área chica con un remate que, en gran forma, despejó Nacho González con ambas piernas. Y sobre el final de la primera etapa, nuevamente el delantero platense desperdició una gran ocasión al demorarse en la definición dentro del área menor. Tan híbrido fue lo de Gimnasia que la Hinchada 22 recorrió 360 kilómetros para "parecerse a una postal", como le cantaban desde enfrente los leprosos. Con el marcador en desventaja, todos fueron conscientes del irremediable final que los encontró nuevamente mirando el césped. Por amor propio, pero ya sin las convicciones innatas que demuestran los que tienen hambre de campeón, el Lobo salió a afrontar los últimos cuarenta y cinco minutos sin las garras que pudiesen haber herido a Newell's. Las últimas chances estuvieron en un disparo de Sava que se perdió por sobre el travesaño, y una media vuelta de Sosa que careció de dirección. Newell's, por culpa de su llamativa candidez ofensiva, no supo asegurar en el marcador lo que mostró en el juego. Llegaron atraídos por una ilusión que tiene de 110 años de antigüedad. Desde su
fundación el 3 de junio de 1887, Gimnasia todavía no pudo soltar su furia contenida.
Nuevamente le faltó madurez para demostrar personalidad. A pesar de su longevidad, el
Lobo no está maduro para subirse a lo alto del podio. |