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MAURICIO MACRI, DESPUES DE HECTOR VEIRA Y ANTES DE CARLOS BIANCHI

"NO TENEMOS NADA QUE ENVIDIAR"

El presidente de Boca recibió a Líbero antes del partido con los salteños. Reivindicó sus dos años y medio de gestión, aseguró que a Bilardo y Veira sólo les faltó ganar un título, reconoció que al plantel le faltó profesionalismo y vaticinó que desde ahora "se viene el club del próximo siglo".

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Mauricio Macri a las puertas de Casa Amarilla.

Por Carlos Stroker

t.gif (67 bytes)  --¿Con la llegada de Carlos Bianchi cerró el cabaret?

--Con la llegada de Carlos Bianchi, espero definitivamente que el profesionalismo se vea no sólo en los entrenamientos, en las concentraciones y en los partidos, sino en todos los ámbitos del fútbol.

Mauricio Macri estuvo atento del encuentro que su equipo jugó en la Bombonera. Antes del partido, mantuvo un extenso diálogo con Líbero, en la oficina que tiene en el club. Macri, que lleva dos años y medio al mando de la institución, se jugó una carta importante al contratar a Carlos Bianchi hasta fin de 1999, justo cuando se deben realizar las próximas elecciones.

--¿En qué se equivocó Diego Latorre, en la palabra cabaret, en expresarlo o en la idea que tuvo?

--Se equivocó en la expresión y en la idea. Tendría que haber dicho conventillo, pero también estaba mal. Se equivocaron los que hablaron antes y se equivocó él también. Hay que dar una imagen de profesionalismo también en la forma de comunicarse, porque comunicarse en Boca es un tema muy importante. Boca ocupa un espacio enorme dentro de la comunicación del fútbol argentino. Para los jugadores de Boca eso es difícil, porque ellos no hacen comunicación como hacen ustedes los periodistas. Si no saben, mejor no hablar. Así perjudican la institución.

--¿Y si hubiera dicho conventillo?

--Se hubiera equivocado. No es bueno hablar de lo que pasa adentro, por más que otros hubieran hablado antes.

--¿Qué es Boca hoy?

--Boca es un club que se ha reconstruido en todos los frentes, su casa, que es el estadio, sus oficinas, su organización interna, su estacionamiento, su comunicación con la prensa, reconstruyó un lugar para los juveniles con Casa Amarilla, un estadio para el básquet y un departamento para el fútbol amateur que no tiene nada que envidiarle a ningún club del mundo. Ahora le falta dar el último paso, que es coronar todo esto con un campeonato.

--¿Qué cosas cambió durante su gestión?

--Me desilusioné de muchas cosas. Me di cuenta de que hay muchos intereses creados. Mucha gente no discute ideas, sino intereses. Impusimos muchos cambios positivos para Boca, pero no inventamos nada, copiamos muchas cosas de Europa y ahora nos copian a nosotros.

--¿En qué se equivocó?

--Pagué un costo por ser nuevito y por no haber confiado en mi criterio. Y hacer cosas más allá de que la política interna del club se opusiese. Como las compras de Salas y Berti.

--¿Usted quería a Salas y Carlos Bilardo dijo que no?

--Bilardo dijo ni, pero Salas no llegó a Boca, más por un problema del club, por politiquería.

--¿Por qué durante su gestión Boca no tuvo un entrenador?

--Porque son 20 años, 40 campeonatos y sólo dos ganados. No está el horno para hacer experiencia en este instante, en esta situación interna del club. Pasaron Bilardo, Veira y ahora Bianchi, tres técnicos que pueden dirigir cualquier equipo del mundo. La mano está difícil y no había un equipo competitivo cuando llegamos.

--¿Por qué fracasaron Bilardo y Veira?

--Me parece duro fracasar. No salieron campeones y desde el punto de vista del resultado fracasaron. Ambos dejaron cosas positivas con su paso.

--Pero desde el punto de vista del resultado, no.

--Y bueno. Con Bilardo hubo muchos cambios de jugadores y con Veira no salimos campeones porque Dios no quiso.

--¿Por qué no siguió Veira como técnico?

--El sintió que había cumplido un ciclo y dijo que los grandes técnicos son aquellos que se dan cuenta de que tienen que dar un paso al costado. El lo hizo.

--¿O sea que es un gran técnico?

--No hay duda. No se discute.

--¿Qué tiene Bianchi que no tienen Bilardo y Veira?

--Son iguales y son distintos, son matices. Bianchi es un profesional, un hombre seguro en sí mimo, muy tranquilo. Trata de no confrontar inútilmente, está convencido de darles oportunidad a los chicos, como quiere Boca.

--¿Cuáles son los once jugadores que le gustaría ver en la cancha?

--Dentro de algunos años, cuando sea hincha, lo voy a contestar. Ahora no, porque como presidente condicionaría al técnico.

--¿Cuál es el mejor arquero de la Argentina?

--Chilavert, Córdoba y Burgos.

--Boca tiene a uno; Burgos es de River. ¿Cuándo llega Chilavert?

--No atajan dos a la vez, con uno está bien. Sería mejor atajar con dos, te meten menos goles.

--¿Le gustaría tener a Chilavert?

--Por algo lo fuimos a buscar una vez.

--¿Van a ir otra vez?

--No creo. No creo.

--¿La designación de Bianchi perjudicó su buena relación con Passarella?

--No creo, porque estar en la mente de los hinchas y de los dirigentes de Boca como candidato a ser técnico de Boca ya tendría que ser un honor. Es lo mismo que integrar la terna de los Oscar. Siempre hay que elegir uno y los otros no deben molestarse.

--¿Ser técnico de Boca es ganar el Oscar?

--Ser técnico de Boca es un gran honor. Es muy importante, pero quedar en la historia de Boca es mucho más importante. Eso es impagable.

--¿Cuál fue su mayor desilusión como dirigente?

--El final del campeonato anterior. No me gustaría ver ese partido de River y Argentinos otra vez.

--¿Cree que estuvo comprado?

--Ya te contesté. No hablo más del tema.

--¿Es cierto que va por la reelección?

--Todavía falta camino por recorrer.

--¿O sea que no puedo titular esta nota con Macri va por la reelección?

--Sería prematuro. Pondría como título Macri cree en Boca. Boca, en los últimos 20 años nunca estuvo como hoy. En la próxima década va a ser difícil que alguien gane más campeonatos que Boca.

--¿Ramón Díaz podría ser técnico de Boca?

--No. Ya bastante suerte tuvo en River. Me gustaría traer la suerte de Ramón Díaz.

--Sin él.

--La suerte sí.

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