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 Carlos Silvani,
titular de la AFIP, tiene algo más que mostrar en su interna con Economía: la
recaudación tributaria alcanzó en mayo un nivel record de 4703,7 millones de pesos. De
todos modos, será insuficiente para cumplir la meta de ingresos fijada por los Roque boys
con el FMI en el Acuerdo de Facilidades Ampliadas para el trimestre. Así lo admitió ayer
el subsecretario de Política Tributaria, Guillermo Rodríguez Usé, quien adjudicó la
performance del mes pasado al cambio en el régimen de retenciones, que permitió que
algunos contribuyentes "con saldo a favor, en lugar de pagar, descuenten esos
saldos". Los ingresos por IVA y por impuestos al comercio exterior fueron los que
más resintieron la recaudación en mayo, con bajas del 1,4 por ciento con respecto a
igual mes del año pasado.Aunque Rodríguez Usé estimó que el desvío con respecto a las metas va a ser "muy irrelevante" --del orden del 1 al 2 por ciento--, debió reconocer la significativa reducción del IVA con respecto al aumento en el nivel de actividad en los primeros meses del año, estimado en 7 por ciento sobre el año anterior. Cuando el funcionario fue consultado acerca de la incidencia que podría haber tenido un mayor grado de evasión en la baja recaudación del IVA, respondió con un lacónico "puede ser". El impuesto a las naftas también redujo su aporte a las arcas públicas en mayo, con una baja del 10,6 por ciento respecto del año pasado. En cambio, la suba en el gravamen a las ventas de gasoil y otros combustibles compensó con creces la caída anterior. Otro notable flanco débil de los ingresos fiscales es el sistema de seguridad social, por el cual ingresó un 5,4 por ciento menos que en mayo de 1997. El responsable de Política Tributaria destacó en cambio los resultados en el Impuesto a las Ganancias, que dejaron en el fisco 7,7 por ciento más que el año pasado. También hubo un crecimiento importante (18,2 por ciento) en lo recaudado por Bienes Personales, aunque su contribución al conjunto de ingresos tributarios sigue siendo marginal (menos del 2 por ciento del total). En ambos gravámenes, se produjeron en el mes los vencimientos de las declaraciones juradas anuales para sociedades y personas físicas, respectivamente. Rodríguez Usé pronosticó para junio ingresos por 4500 millones de pesos, una cifra elevada tomando en cuenta que en Ganancias ya no correrán los vencimientos anuales, que en mayo agregaron 600 millones a lo recaudado en el mes anterior. Cumpliendo ese pronóstico, el desvío frente a las metas del semestre del FMI serían mínimas. De todas formas, el gobierno nacional logró la semana pasada un canje de bonos Brady por papeles con vencimiento en el 2027, operación que le reportó un ingreso adicional de 110 millones de pesos, lo cual les dará algo de oxígeno a las vigiladas cuentas fiscales.
El comunicado difundido ayer en forma conjunta por la Cámara Argentina de Comercio y las entidades que agrupan a bancos nacionales y extranjeros, precisa la siguiente grilla: para las ventas en tres cuotas, el interés será del 26 por ciento en pesos y del 18 por ciento en dólares; para las que se realicen en doce cuotas, las tasas se elevarán al 28 y 21 por ciento, respectivamente; finalmente, para las operaciones en 24 cuotas, la tasas treparán al 30 y 24 por ciento. Otro aspecto de este acuerdo es que impedirá las ventas con plazos de gracia, práctica bastante difundida en los comercios locales. Otra novedad es que, en las ventas que no se realicen a plazos, los bancos podrán presentar los cupones de las operaciones con tarjetas, y la entidad emisora les liquidará el importe a las 48 horas, plazo más expeditivo que el actual. Este acuerdo patronal avanza en la regulación de las tarjetas, pero no parece suficiente para que los diputados desistan de su propósito de fijar nuevas reglas mediante una ley. Hasta ahora los diputados del oficialismo no pudieron llegar a un acuerdo sobre los topes, ni cómo garantizar que los bancos tratarán de manera uniforme a los comercios, más allá de su tamaño, pero mantienen su decisión de regularlo. El texto que los diputados llevaron al recinto pretendía fijar el interés máximo de las operaciones en un 20 por ciento, y evitar que esa tasa difiera en más de un 4 por ciento entre los distintos comercios. Esta alternativa disgustó tanto a algunos legisladores del PJ como a los bancos, que prefirieron avanzar en su propio acuerdo con el comercio.
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