Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira


BIELSA NO SABE SI SEGUIRÁ EN VÉLEZ

La indefinición se prolonga más de lo normal. Los plazos se acortan mientras llegan ofertas del exterior.

na22fo01.jpg (8912 bytes)


t.gif (67 bytes)  Marcelo Bielsa tiene una personalidad singular. Un "obsesivo saludable" que sabe ganar a fuerza de trabajo y resultados la confianza de sus propios dirigidos y del público ocasional de los equipos que dirige. Sucede que tiene con qué defenderse: ganó nada menos que tres de los siete torneos locales en que dirigió, desde 1990. Ganó el campeonato 90/91 con Newell's y el Clausura '92, momento en que llevó a los rosarinos hasta la final de la Copa Libertadores. Cuando pareció que iba a pasar a un club grande se fue a México y después de cuatro temporadas entre el Atlas y el América regresó a principios del '98 para hacerse cargo del multicampeón Vélez Sársfield. Y acaba de sacarlo campeón después de un proceso que --en la interna del plantel-- no fue sencillo. Sólo su seguridad y convicción consiguió doblegar la desconfianza "natural" de jugadores que venían de ganar todo y no parecían dispuestos a cambiar táctica de juego y métodos de entrenamiento. Pero funcionó. Ahora, la cuestión es si seguirá funcionando: nadie puede asegurar --ni Bielsa mismo-- que el entrenador continúe en Vélez.

Cuando se le preguntó si seguiría, inmediatamente después de la coronación de Vélez campeón, Bielsa fue contundente: "No está decidido", dijo y terminó la conferencia de prensa. Una manera de contestar que remite a más de una voluntad en juego. Y es que antes de acercarse a dialogar con los periodistas Bielsa se había reunido con el presidente Raúl Gámez y no trascendieron los términos de esa conversación. Tampoco de otras anteriores.

Sucede que la negociación es muy larga, lleva meses. Hace rato que mientras desde la conducción del club se dice que la renovación es sólo cuestión de forma y de terminar de cerrar acuerdos verbalmente ya establecidos con una firma rápida, del lado del entrenador se deja todo en suspenso. Y la respuesta de "no está decidido" se reiterará por unos días más. Por lo menos hasta que el presidente de Vélez, que anoche acompañó a la selección nacional al Mundial, regrese el fin de semana a Buenos Aires para asistir a la última fecha del Clausura: Gámez ha prometido estar en el partido final ante Gimnasia --donde quiera que Parrotta permita que se juegue-- y estará aquí para seguir conversando. Claro que las circunstancias cambian día tras día. Ahora Vélez ya es campeón y aunque Gámez ha declarado que van a "hacer un esfuerzo para que este cuerpo técnico se quede; y lo pensábamos desde antes de que saliera campeón", lo cierto es que el tiempo corre en contra de la institución de Liniers. Porque a Bielsa ofertas del exterior no le faltan.

En principio, la que se conoce en firme y "en superficie" es del Espanyol de Barcelona. Sería una alternativa muy estimulante para Bielsa en este momento ir a dirigir a la primera división española. Pero la carta oculta es --por inusual-- mucho más atractiva: un club de la liga inglesa, un mercado y un mundo futbolístico extraños para los técnicos argentinos. Más allá de las dificultades del idioma, tal vez sea el tipo de desafío más rico para un "obsesivo saludable" al que le gusta correr riesgos y apostar fuerte. Por lo pronto, que Gámez y Vélez no se duerman.


PRINCIPAL