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"EN EL AUTOMOVILISMO, ÉSTE ES EL AÑO DE LOS VUELCOS"

Así opina Walter Hernández, uno de los pilotos involucrados en los accidentes del TC 2000 del domingo. También acusa:
"A baja velocidad, algunos choques son intencionales".

El impresionante vuelco de Traverso, el domingo en Olavarría.
"Yo soy partícipe pero no responsable", asegura Walter Hernández.

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Por Pablo Vignone

t.gif (67 bytes) El automovilismo argentino está sufriendo una época violenta. Autos rotos, vuelcos, toques señalan una escalada de intemperancia en las pistas que puede tornarse realmente peligrosa. Hasta ahora no ha habido consecuencias físicas, pero sólo ha sido de milagro. En este deporte, la desgracia no grita aviso.

Después de la reunión de TC 2000 del domingo, en Olavarría, donde volcó espectacularmente el Honda de Juan María Traverso y se incendió, en el mismo incidente, el Chevrolet de Luciano Crespi, circula la sensación de que existe cierto desborde en la manera en que los pilotos están corriendo. "No todos son toques de carrera --asegura Walter Hernández, sindicado como el máximo responsable de los sucesos del domingo--. No digo que haya intención, sino negligencia. Aunque algunos toques, a baja velocidad, son intencionales..."

--¿Usted se siente el responsable del vuelco de Traverso?

--No, soy partícipe del incidente, porque estuve involucrado, pero no el responsable. Fue una maniobra infortunada, fíjese que sucedió a la salida de una curva, cuando estábamos acelerando...

--¿No se está manejando peligrosamente?

--Sí. Pero es porque no se miden los riesgos en las maniobras más peligrosas. Este es el año de los vuelcos. ¿Tomó nota? En 1997 no se produjo ni uno, pero esta temporada están sucediendo en todas las categorías.

--¿No será que hay muchas presiones en el medio?

--¿Presiones? Yo no siento ninguna. Es público que existe una rivalidad manifiesta entre los equipos Volkswagen y Ford, a causa de la manera en que se definió el último campeonato, pero eso no influye a la hora de correr.

--¿Esto tiene remedio?

--Todo se puede solucionar, lo lógico sería hacerlo antes de que se lastime alguien. El problema es que acá ni se previene ni se castiga. Por eso suceden estas cosas. Cuando los toques son producto del calor de la carrera, están bien; pero cuando las maniobras son arriesgadas, no basta con las multas: hay que aplicar fechas de suspensión.

--¿A usted habría que haberle aplicado esa pena?

--No, ¿por qué? Ya le dije, yo no soy responsable de lo que pasó.

 

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