MENEM ENCABEZO EL ACTO DE CONCESIONAMIENTO DEL PUERTO DE ROSARIO

Atendido por sus propios dueños

Menem defendió su gestión y evitó hablar de la re-reelección durante un acto con Reutemann ausente y Binner sin protagonismo.

La concesión por 30 años de las terminales I y II del Puerto Rosario al grupo filipino International Container Terminal Services (ICTSI) se firmó ayer durante un acto en el que estuvieron el presidente de la Nación, Carlos Menem, el gobernador Jorge Obeid y el titular del Ente Administrador del Puerto Rosario (ENAPRO), Carlos Bermúdez. No se habló de reelección pero fue un paso de campaña electoral. La ausencia del senador Carlos Reutemann (adujo que fue invitado) se hizo notar tanto como la virtual ignorancia protocolar, por parte de un escenario preparado para el funcionariato peronista, hacia el intendente Hermes Binner.

El galpón 17 donde ayer se firmó el convenio de concesionamiento de las Unidades I y II del puerto Rosario al grupo filipino (ICTSI) se preparó a pleno con ropaje primermundista. La firma correspondió a Bermúdez y al presidente de Puerto Rosario SA, Cosme María de Aboitiz, sociedad que constituyó el grupo filipino. Allí el presidente Menem, acompañado por el secretario general de la presidencia, Alberto Kohan, no necesitó hablar de reelección, pero todos los discursos fueron de exaltación de su figura y su obra política.

La ausencia del senador Reutemann fue tan notoria en lo político como la casi total ignorancia con que se tiñó el acto respecto de la presencia del intendente Hermes Binner. En el marco de un auditorio de pleno respaldo menemista �donde los aplausos se mezclaban con el retumbar de bombos como única referencia a la tradicional celebración peronista� Binner no habló y sólo se lo mencionó en algún tramo de los discursos. Público y periodistas �para estos últimos se preparó el ya común corralito� observaron la llegada del Presidente a través de dos pantallas que fueron ocupadas también por continuas referencias a la historia del puerto y a las proyecciones de ICTSI.

Menem habló de su obra y señaló que nada en ella "es producto de la improvisación" sino el resultado de alguien que "permanentemente estudia, desde antes de llegar al gobierno en 1989". La convicción presidencial estuvo en la mención de cada paso dado desde 1989: "Se me critica porque viajo permanentemente" aseguró, y mientras se refería a la globalización dijo que "no se puede gobernar si no se conoce cómo funcionan los otros países" y dijo que sacó a la Argentina del "aislamiento de décadas para convertirla en uno de los países más progresistas del mundo". El mandatario apeló al "envío de tropas al golfo Pérsico a pedido de la ONU" para ponderar el financiamiento que había conseguido de capitales kuwaitíes, del Banco Mundial y de otros centros internacionales, y que fueron utilizados en las más diversas obras, entre ellas en el tramo de la ruta 91 que inauguró ayer junto a Obeid. "La presencia argentina en el mundo", fue reforzada también a través de "la designación del país como aliado extra OTAN".

Cuando Menem llegó al tema de los puertos, lo hizo como parte del discurso levantado sobre los aciertos de su acción de gobierno. Habló de los puertos sucios y de que antes de la concesión del puerto de Buenos Aires, cuando estaba en manos del Estado "mover un container hacia otro lugar del mundo costaba 800 dólares mientras que después del proceso de privatización ese costo fue de 114 dólares". Así levantó el resultado de la privatización de los puertos y aseguró, dirigiéndose a Obeid, que "vamos a llevar el dragado del Paraná a 36 pies en una primera etapa, y seguiremos hacia los 40 que necesita y merece esta hidrovía que estamos construyendo". También anunció para julio o agosto "el comienzo del dragado a 10 pies desde Santa Fe a Asunción del Paraguay", con lo que "va a ser mucho más fácil concesionar el puerto de Santa Fe y los otros de la región".

El respaldo a la empresa concesionaria se tradujo en poner como ejemplo el puerto de Filipinas y la Unidad 5 de Buenos Aires en las que está ICTSI. También ubicó la atracción que la Argentina supone para los inversionistas. Menem llamó al entusiasmo de quienes estaban en el galpón del puerto cuando dijo que "no le cabían dudas de que Santa Fe se iba a convertir en una de las provincias más grandes del Mercosur".

Antes había hablado el gobernador Jorge Obeid y había dicho que el de Rosario será en poco tiempo el "gran superpuerto de la hidrovía más importante del mundo", recordó la "etapa triste" del puerto y el camino "para insertarnos en Latinoamérica y el mundo". Obeid habló de las ventajas de la provincia, como tener 750 kilómetros de costa sobre "el río navegable más importante del mundo" y se refirió a la hidrovía como "la espina dorsal del Mercosur". Obeid hizo permanente referencia a las decisiones políticas del Presidente como las que tienen que ver con el dragado y balizamiento del río Paraná "que hacen más confiable la navegación"; habló de la necesidad de "contar con los 36 pies" pero además dijo que "queremos que el puerto de Rosario llegue a tener 40 pies para transformarse en un puerto océanico y competitivo". Anunció también las futuras concesiones de los puertos de Santa Fe, Reconquista y Villa Constitución y habló del Puente Rosario�Victoria y de la integración regional como resultado de la política realizada.

Carlos Bermúdez se llevó casi todos los aplausos�a excepción de aquellos que interrumpían el discurso del Presidente � y las menciones de los oradores, especialmente la de Menem. Historió el proceso de concesionamiento del puerto de Rosario hasta llegar al acto de firma realizado ayer. Pero Bermúdez no se quedó únicamente con los detalles de la concesión. "Sólo un gobernante con claro sentido federalista �aclaró Bermúdez exaltando la figura del Presidente� pudo tomar la decisión de dragar el río a 32 pies" y en la mención con más fuerte 'tono' proselitista dijo que "hace 9 años los rosarinos invadían las calles de la ciudad para asaltar supermercados".