|
El déficit comercial sigue creciendo. En abril se registró un desequilibrio de 409 millones de dólares, con lo cual el acumulado de los últimos doce meses trepó a 6405 millones, frente a los 6133 millones anotados hasta marzo. Ese déficit es el mayor desde el comienzo de la convertibilidad. Cada vez queda más lejos la meta comprometida ante el FMI de controlar el rojo por debajo de los 5000 millones en el año. De acuerdo a estimaciones privadas, en 1998 el déficit alcanzaría a 8000 millones, un 65 por ciento superior respecto al año anterior, que alcanzó los 4834 millones. Tras el leve aumento de las exportaciones en marzo (3 por ciento), luego de caídas en los dos primeros meses --en relación al mismo período del año anterior--, en abril la performance de las ventas externas volvió a ser negativa. Disminuyeron un 4 por ciento respecto a igual mes del '97, totalizando un descenso en el primer cuatrimestre de 5 puntos. Las importaciones recorrieron el camino inverso: en abril treparon un 7 por ciento, y en el primer tercio del año el 13. El constante deterioro de las cuentas externas inquieta a los analistas. Temen que en algún momento ahuyente a los inversores internacionales. "Para crecer dependemos del ahorro externo, de un ingreso constante de capitales. Pero esta situación puede provocar que desistan de invertir en el país", alertó Ricardo Fuente, economista de Ecolatina. El analista presentó dos escenarios posibles en caso de que se profundice el rojo comercial. Ninguno es alentador. "Si seguimos así, los capitales se retirarán paulatinamente, y eso causará un descenso continuo del crecimiento de la economía", indicó. La otra alternativa es que la situación desemboque en una crisis profunda, como ocurrió durante el efecto Tequila. "Los inversores observan con cuidado la evolución de los mercados emergentes. En este contexto, es una mala señal que no podamos frenar el déficit comercial, cuando es un indicador al que le prestan cada vez mayor atención", interpretó Fuente. El desagregado de la evolución de la balanza comercial muestra que se revirtió el superávit que mantenía Argentina con sus socios del Mercosur. Las ventas en el cuatrimestre sumaron 2483 millones de dólares --8 por ciento menos que el año pasado--, mientras que las compras fueron por 2536 millones --crecieron 21 puntos--. El saldo fue un desequilibrio de 53 millones. "Las importaciones del Mercosur casi duplican la tasa de crecimiento de las compras totales. Y las ventas cayeron, cuando históricamente aumentan más que hacia los otros destinos", subrayó Fuente. "Esta situación se da --explicó-- por la menor actividad interna en Brasil, que nos vende más de lo que compra". En la relación con el Nafta se produjo un déficit entre enero y abril de 1678 millones de dólares, mientras que con la Unión Europea el rojo fue de 1385 millones. El desequilibrio con los países del sudeste asiático fue de 73 millones, pero el intercambio con esa región mostró la mayor merma de exportaciones --43 por ciento-- y el incremento más pronunciado de las compras --23 por ciento--. "Las cifras de abril no me sorprenden. Nosotros estimamos para todo el año un déficit de 8000 millones", señaló Daniel Novak, economista del Cedei. "Vamos a notar las consecuencias de este problema --interpretó-- cuando se detenga el ingreso de fondos externos". En el freno de los ingresos por exportaciones influye la baja en el precio internacional del petróleo. En el cuatrimestre bajaron 38 por ciento. La evolución de los otros rubros fue la siguiente: los productos primarios subieron 4 por ciento, las manufacturas de origen industrial treparon 10, y las de origen agropecuario retrocedieron 11. En cuanto a las compras, subieron las de bienes de capital (27 por ciento), de bienes intermedios (12), de consumo (14) y de automotores (11). En cambio, cayeron las de combustibles (11), y las de piezas y accesorios para bienes de capital se mantuvieron constantes.
|