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EL OBISPO DE CHIAPAS YA NO MEDIARA CON LOS ZAPATISTAS

HASTA LA MEDIACIÓN LES QUITARON

Acusando al gobierno de persecución, el obispo de Chiapas Samuel Ruiz anunció ayer el fin de la instancia mediadora.

La Comisión Nacional de Intermediación con el documento que ayer proclamó su autodisolución.
Sin el obispo Ruiz y la Comisión, el diálogo entre el oficialismo y los zapatistas será más difícil.

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t.gif (67 bytes)  El polémico obispo de Chiapas, Samuel Ruiz, abandonó su mediación entre el gobierno de Ernesto Zedillo y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), después de acusar al presidente mexicano de haber promovido "un clima de linchamiento" en su contra y de haber perseguido a la diócesis de San Cristóbal de las Casas. La Comisión Nacional de Intermediación (CONAI) que presidía el prelado, creada en octubre de 1994, diez meses después del alzamiento armado, secundó la protesta y decidió disolverse. El secretario técnico de la CONAI, Gonzalo Ituarte, abrió la posibilidad de una mediación internacional, después del acto en el que la Comisión dio a conocer el texto con el que llegaba su fin. La situación de antagonismo entre el oficialismo y la mediación había alcanzado una tensión máximo cuando el pasado 29 de mayo Zedillo atacó en Chiapas a los "teólogos de la violencia". En el empobrecido estado de Guerrero, el ejército afirmó haber desmantelado una unidad de los guerrilleros del Ejército Popular Revolucionario (EPR) en el pueblo de El Charco, donde murieron más de diez personas este domingo por obra del enfrentamiento.

El Ejecutivo, que acusó a Ruiz de crispar mes tras mes la crisis y de no ser neutral, deberá abordar en solitario las negociaciones con los zapatistas, o buscar nuevos mediadores. El diálogo directo con la guerrilla liderada por el "subcomandante" quedó interrumpido hace dos años, a raíz de las diferencias sobre el cumplimiento de los Acuerdos de San Andrés sobre derechos y culturas indígenas. A partir de entonces, la convivencia en Chiapas se precarizó cada vez más.

Ruiz fue claro en su ataque contra la administración nacional en una homilía: "En el momento presente, a pesar de las afirmaciones en contrario, es evidente que el gobierno ha desistido del camino del diálogo, según el modelo que se observaba en San Andrés para ejecutar unilateralmente lo acordado". El obispo insistió en que existe "una persecución sistemática que se ha concretado en numerosas acciones como la expulsión de siete sacerdotes con falsas acusaciones, encarcelamiento de cuatro sacerdotes acusados falsamente y con franca violación de los derechos humanos, el cierre de 40 templos, órdenes de prisión a numerosos sacerdotes, religiosas y misioneros y presión a campesinos para que afirmen que la diócesis les entrega armas".

La Secretaría de Gobernación (Ministerio del Interior) negó ese hostigamiento, y culpó al obispo de parcialidad, injerencia política, y reiteró su intención de buscar la paz por vías pacíficas. Mientras tanto, el conflicto de Chiapas sigue empantanado, y no es previsible a medio plazo una solución negociada. Nada avanza, pues las fuerzas políticas discrepan sobre las propuestas. La labor de Ruiz le ganó simpatías y antipatías profundas en México, pero también un reconocimiento internacional que impulsó al Vaticano a mantenerlo en su puesto de obispo, pese a las presiones del gobierno mexicano para que se lo desplazara de San Cristóbal. La situación en Chiapas, que ha provocado más de 230 muertes en los últimos tres años, vuelve a tensarse, y el éxito oficial en la desaparición de la CONAI podría llegar a tener un alto costo.

El ejército mexicano liquidó un comando guerrillero en otra zona indígena, independiente del estado de Chiapas. El ejército mexicano empleó más de seis horas, helicópteros, lanzagranadas, morteros y fuego de ametralladora para acabar con supuestos guerrilleros del Ejército Popular Revolucionario (EPR), sorprendidos la madrugada del domingo en una escuela del empobrecido estado de Guerrero. El asalto se ejecutó, en un episodio todavía confuso, pues no se permitió la entrada a nadie, poco después de las cuatro de la madrugada (hora local).

El destacamento conminó al grupo del EPR a su rendición y entrega de las armas, pero fue desobedecido. Al menos, esto fue lo que dijo el ejército. Once personas murieron, al parecer todos ellos guerrilleros, cinco sufrieron heridas y 21 personas, entre ellas la maestra y vecinos de la zona, fueron detenidas. El EPR nació el 28 de junio de 1996, coincidiendo con una matanza de campesinos en Aguas Blancas, en la región indígena de Guerrero. Desde hace un año apenas si se había hecho notar. "La pobreza en que viven los habitantes es caldo de cultivo para que surjan grupos guerrilleros como el EPR", declaró el dirigente estatal del centroizquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD), Santiago Dionicio.

El choque se registró en las inmediaciones de El Charco, comunidad habitada por indígenas de la etnia mixteca, a 35 kilómetros de Ayutla. Doce personas formaban el "comando" eperrista, y el sábado había celebrado una reunión con indígenas en la escuela y decidió pernoctar en ella. Los tres guerrilleros que montaban guardia "respondieron con disparos y se introdujeron en la escuela, desde donde un contingente mayor hizo numerosos disparos contra el personal militar, que respondió a la agresión".

 

 



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